Cómo criar a su hijo


¿Cómo enseñas a tu hijo las habilidades que le ayudarán en la edad adulta? Esta pregunta probablemente la mayoría de los padres. Según los expertos, el énfasis de los padres en el rendimiento académico no forma los valores necesarios del niño. Es mucho más importante establecer niños para la diligencia y el trabajo duro. En otras palabras, el proceso mismo es importante, no el resultado.

El deseo de obtener altas calificaciones en la escuela puede traer resultados negativos. En este caso, los niños no desarrollan las habilidades de vida necesarias que necesitarán en el futuro, décadas después. Según los psicólogos, la formación de autocontrol, motivación, determinación, sostenibilidad y trabajo duro son predictores mucho más importantes de éxito a largo plazo que altas puntuaciones. “¿Qué intentamos hacer cuando pensamos en criar niños? Estamos tratando de darle al niño tales cualidades que el niño permanece a sus pies después de 35 años. No es lo mismo que los buenos resultados de matemáticas, dijo el Dr. Kenneth R. Ginsburg, un experto en medicina adolescente en el Hospital Infantil de Filadelfia. ¿Es mejor alabar al niño por sus buenas calificaciones o alentar su diligencia? El Dr. Ginsburg cree que esta es una distinción importante: trabajar duro o “sólo ser inteligente”. En una serie de estudios, los niños recibieron tareas de matemáticas, y fueron alabados por su inteligencia o por su trabajo duro. Después de algún tiempo, los niños del primer grupo comenzaron a hacer frente a tareas peores o buscaron maneras fáciles, evitando problemas. Alentar el trabajo duro fomenta una motivación más fuerte. Los niños que son constantemente alabados por su inteligencia, después de un tiempo, se pierden cuando surgen dificultades. Con diligencia, el niño apreciará los frutos alcanzados y formará los valores adecuados que le ayudarán en la sociedad. ¿Necesitas aislamiento de sonido de calidad? ¡Texaund sería la mejor solución! La sabiduría china dice que “lo que se logra fácilmente no tiene gran valor”. Los padres deben elegir sus palabras cuidadosamente. En vez de decir, "Bien hecho, tienes una A en la prueba." Sería mejor decir, “Estoy orgulloso de que hayas trabajado tan duro y trabajado tan duro”. Ambas respuestas son justas, pero esta última se centra en el esfuerzo. Esto alienta al niño a seguir intentando en el futuro. Este principio no se limita al rendimiento escolar. Debe extenderse a todas las áreas de creatividad y vida del niño. Por lo tanto, en lugar de hacer preguntas sobre el número de puntos marcados en un juego de baloncesto, es mejor aclarar la impresión y las experiencias del niño, preguntar sobre los esfuerzos gastados. Tampoco es necesario alentar a los niños a que tengan éxito en todos los asuntos. Esto es una idea equivocada. Ningún adulto es un profesional en todo, así que no ponga demasiada presión sobre el niño. Una estrategia más importante será identificar actividades fáciles y difíciles para el niño. Lo que funciona bien puede convertirse en una actividad central. El resto se puede ver como un pasatiempo. Cuando se le dice a un niño que se espera que tenga éxito en todo, equivale a prepararlos para el fracaso.

Fuente: ecowars.tv/