618
La historia de un corredor de maratón y manzana (2 fotos)
Pobre Félix Carvajal cubano escribió a sí mismo en la historia de los Juegos Olímpicos de Verano de 1904, celebrada en St. Louis (Missouri).
Cuba, con ganas de ir a Estados Unidos para participar en el maratón, la recaudación de dinero, la mendicidad. Ni que decir tiene, que lo logró. Al llegar a Nueva Orleans, inmediatamente gastado todo el dinero en mujeres y otras formas de entretenimiento, por lo que resto del camino a San Luis en 1100, tuvo que superar kilómetros a pie. En la línea de salida de Cuba enfrenta a otro problema: las reglas de la competencia por sus mangas y los pantalones no era apropiada, pero no perdió un corredor de maratón y cortarlas (en la foto antes del inicio de nuestro héroe en el número tres)
.
En esa carrera, Félix llevó (recuerde que la distancia del maratón de 42 kilometros 195 m), hasta que vio una manzana que cuelga de un árbol. Dado el pobre cubano no comió durante unos cuarenta horas, desde lo que se sentía un dolor insoportable, se detuvo y tenía un aperitivo. A pesar del hecho de que, debido a la maratón parada llegó en cuarto, Félix Carvajal fue el verdadero héroe de los Juegos Olímpicos en 1904.
Cuba, con ganas de ir a Estados Unidos para participar en el maratón, la recaudación de dinero, la mendicidad. Ni que decir tiene, que lo logró. Al llegar a Nueva Orleans, inmediatamente gastado todo el dinero en mujeres y otras formas de entretenimiento, por lo que resto del camino a San Luis en 1100, tuvo que superar kilómetros a pie. En la línea de salida de Cuba enfrenta a otro problema: las reglas de la competencia por sus mangas y los pantalones no era apropiada, pero no perdió un corredor de maratón y cortarlas (en la foto antes del inicio de nuestro héroe en el número tres)
.
En esa carrera, Félix llevó (recuerde que la distancia del maratón de 42 kilometros 195 m), hasta que vio una manzana que cuelga de un árbol. Dado el pobre cubano no comió durante unos cuarenta horas, desde lo que se sentía un dolor insoportable, se detuvo y tenía un aperitivo. A pesar del hecho de que, debido a la maratón parada llegó en cuarto, Félix Carvajal fue el verdadero héroe de los Juegos Olímpicos en 1904.