Присоединяйтесь к нам в социальных сетях!

Следите за обновлениями и получайте порцию позитива каждый день:

Facebook Telegram Pinterest ВКонтакте

BRUSSELS BRAIN: El plexo cervical y las emociones


Descripción: El artículo revela el concepto del «cordón abdominal» y explica cómo el plexo y la vesícula se relacionan con nuestras emociones. Se consideran los aspectos fisiológicos y psicosomáticos de la interacción entre los órganos abdominales y las reacciones emocionales humanas.



Introducción
A menudo en el discurso coloquial, se pueden escuchar expresiones como “Tengo un giro en mi estómago” o “Olido mi tripa”. Estas frases, aunque metafóricas, reflejan sorprendentemente la conexión real entre nuestro estado emocional y la cavidad abdominal. La medicina y la neurociencia han estado estudiando el plexo cerebral, también llamado el plexo solar, durante décadas y están encontrando cada vez más evidencia de que este nodo de estructuras nerviosas sirve como una especie de "segundo cerebro". En otras palabras, muchas emociones y primeras reacciones fisiológicas pasan por el “centro” de nuestro abdomen.

Cuando se trata de sentimientos fuertes – miedo, alegría o emoción repentina – a menudo atrapamos sus efectos en el abdomen. ¿Por qué la naturaleza necesitaba conectar nuestro bienestar emocional con el trabajo de los órganos digestivos? ¿Por qué a menudo sentimos calambres o pesadez en nuestro estómago cuando estamos ansiosos o enfadados? ¿Y es el papel de la vesícula en las respuestas emocionales realmente tan grande? Trataremos de entender los mecanismos que subyacen a este fenómeno asombroso, basado en datos científicos y conceptos psicosomáticos, y considerar qué beneficios pueden derivarse de entender la médula abdominal para mantener la salud.

Parte principal
1. El plexo como un "segundo cerebro"
El plexo (o plexo solar), situado aproximadamente en el nivel del abdomen superior y detrás del estómago, es un nudo de grandes fibras nerviosas conectadas entre sí y forman una compleja red de comunicación. Se considera uno de los nodos más importantes del sistema nervioso autonómico. Los científicos han notado durante mucho tiempo que el volumen de las células nerviosas, así como la complejidad de las interacciones, el plexo puede llamarse una especie de "segundo cerebro" de una persona.

Según varios estudios realizados en el campo de la neurogastroenterología (véase Wikipedia), este “segundo cerebro” tiene más de 100 millones de neuronas que coordinan el proceso de digestión y transmiten señales al cerebro. Al mismo tiempo, estas señales no se limitan a reacciones tan simples como sentir hambre o llenas: su espectro es mucho más amplio e incluye componentes emocionales y del dolor. Por eso a menudo decimos que “sentimos algo en el estómago” sin tener formulaciones mentales claras en nuestras cabezas.

Todo este sistema se llama sistema nervioso entérico. Es capaz de actuar autónomamente del sistema nervioso central, regular la motilidad del estómago y los intestinos y afectar enormemente nuestro bienestar general. Algunos investigadores señalan que hasta el 90% de la serotonina en el cuerpo se produce en el intestino, que puede jugar un papel importante en la formación de humor y la resistencia al estrés.

2. Emociones y vesícula biliar: por qué es importante no “swallow” irritación
Según la medicina oriental tradicional, la vesícula biliar suele estar asociada a una tendencia a la determinación, el valor y la capacidad de tomar decisiones importantes. En las metáforas psicológicas occidentales clásicas, la expresión “fuera bilis” está arraigada, lo que implica el sobrecarga de la ira o la irritación. La psicosomática moderna ofrece su propia explicación: cuando acumulamos ira o resentimiento y no lo expresamos por mucho tiempo, la vesícula puede experimentar una carga mayor, y la separación bilis puede ser perturbada.

El plexo, siendo una especie de “nodo de control nervioso” en la cavidad abdominal, interactúa estrechamente con la vesícula y el hígado, transmitiendo señales sobre estados estresantes. Cuando una persona experimenta emociones intensas, como el enojo, el miedo o la excitación alegre, el departamento simpático del sistema nervioso autonómico está involucrado, aumentando la producción de adrenalina, aumentando el tono de los músculos lisos del intestino y el tracto biliar. Si estas condiciones se vuelven crónicas, el ritmo general del sistema digestivo es perturbado, aumenta la irritabilidad aparece y a veces el dolor en el abdomen superior.

  • La ira y la irritación: En los psicosomáticos, se cree que la supresión de estas emociones puede provocar el estancamiento de la bilis, aumentando el riesgo de desarrollar la enfermedad de cálculo biliar.
  • El miedo y la ansiedadLlevar a espasmos de músculos lisos, que afecta la condición del estómago y el duodeno. A veces esto se manifiesta en la forma de una sensación de “squeezing” bajo la cuchara.
  • Joy and euphoria: Las emociones positivas estimulan la liberación de endorfinas y mejoran la peristalsis, que en última instancia afecta el bienestar general y la función intestinal.

Así, la vesícula biliar, al igual que otros órganos de la cavidad abdominal, responde activamente a las fluctuaciones emocionales, especialmente si están asociados con sobrecargas de ira o indignación. La raíz de esta conexión está en la regulación general vegetativa, que está coordinada por el plexo cerebral, responsable de la distribución operacional de las “señales de alarma” a través de los órganos del departamento abdominal.



3. Mecanismos de interacción del cuerpo y las emociones
Para entender exactamente cómo el plexo “communica” con nuestras emociones, es necesario considerar los mecanismos subyacentes al sistema nervioso autonómico (ANS). Este sistema, dividido en departamentos simpáticos y parasimpáticos, regula las funciones corporales involuntarias - frecuencia cardíaca, respiración, tono vascular, secreción de glándulas. En cuanto a la cavidad abdominal, se pueden observar los siguientes procesos clave:
  1. Activación simpática. Cuando se produce estrés, el cerebro (a través del hipotálamo) envía impulsos que hacen que el corazón late más rápido y constricte vasos sanguíneos en el tracto gastrointestinal. En este punto, el plexo transmite señales a los órganos digestivos, reduciendo la actividad de su trabajo, ya que la prioridad se convierte en “lucha o vuelo”.
  2. Frenado parasimpático. Cuando termine la crisis, el departamento parasimpático devuelve el cuerpo a un estado de reposo. El plexo “debilite” su tono, permitiendo que la digestión funcione de nuevo en modo normal. En este estado, nos sentimos relajados, tranquilos y "calientes en el estómago".
  3. Regulación hormonal. Las glándulas suprarrenales, bajo la influencia de las señales del ANS, secretan hormonas de estrés (adrenalina, cortisol). Estas hormonas a través del torrente sanguíneo alcanzan la cavidad abdominal, afectando la vesícula, el páncreas y el hígado. Con estrés constante, los niveles de cortisol pueden afectar negativamente la inmunidad y el tono general del cuerpo.
  4. Neurotransmisores intestinales. La serotonina y la dopamina, comúnmente asociada al cerebro, se sintetizan en cantidades significativas en el intestino. Afectan no sólo el estado de ánimo, sino también la motilidad del estómago y los intestinos, dando una confirmación adicional del concepto del « cordón abdominal».

Todos estos procesos juntos crean un sistema único capaz de responder a factores externos y experiencias internas. Tan pronto como una persona comienza a experimentar una emoción, ya sea alegría o ansiedad, las señales correspondientes del cerebro o del entorno externo se convierten en mensajes neuroquímicos que llegan inmediatamente al plexo y a los órganos digestivos.

4. Aspectos psicosomáticos de la “cordia abdominal”
A menudo, tendemos a subestimar la importancia de las señales corporales que surgen de la tensión nerviosa. Mientras tanto, numerosos estudios sobre psicosomáticas (ver Wikipedia) indican que las emociones reprimidas encuentran una salida en forma de síntomas somáticos. Si una persona está inclinada a "resentimiento lento" o "acumular la ira dentro", la cavidad abdominal, y especialmente la vesícula biliar, puede fallar y indicar dolor, trastornos digestivos o estancamiento de bilis.

Por otro lado, la conciencia y la adecuada elaboración de emociones nos dan la oportunidad de mejorar la condición general, aumentar la resistencia al estrés y la calidad general de vida. Lo más fácil es empezar a prestar atención a cómo reacciona su cuerpo a ciertos estímulos. Si hay un conflicto o una experiencia desagradable, vale la pena notar: ¿no surgió la "compresa" del estómago o la tensión en el plexo solar? Esta conciencia abre la puerta para comprender lo activamente que la médula abdominal está involucrada en nuestros procesos emocionales.



5. Prácticas para armonizar el plexo
Afortunadamente, hay una serie de técnicas que ayudan a establecer contacto con su cuerpo y "calma" el cerebro abdominal hiperactivo. A continuación se presentan algunos de ellos:
  • Ejercicios de respiración. Respiraciones lentas y exhalaciones, acentuadas en el diafragma, ayudan a reducir la activación simpática y activar el departamento parasimpático. Esto ayuda a relajar las paredes del estómago y normalizar la peristalsis.
  • Yoga y estiramiento. Las prácticas, incluyendo giros suaves y inclinaciones hacia adelante, ayudan a mejorar la circulación sanguínea en el abdomen y hacen posible "reestablecer" el trabajo de los órganos internos. Los especialistas en yoga a menudo enfatizan que tales ejercicios reducen la tensión en el plexo solar.
  • Masaje Belly. Movimientos circulares ligeros en el área del ombligo pueden estimular la liberación de bilis estancada y mejorar la digestión. Al mismo tiempo, es importante no presionar demasiado y monitorear sus propios sentimientos.
  • Comida consciente. Preste atención a cómo come. Trate de masticar la comida lentamente y conscientemente para indicar el departamento parasimpático para iniciar la digestión normal y reducir los niveles de estrés.
  • Prácticas psicológicas. Reflexión regular, mantener un diario, ponerse en contacto con un psicoterapeuta con pinzas emocionales crónicas - todo esto ayuda a liberar sentimientos reprimidos que pueden afectar negativamente la salud del plexo y la vesícula biliar.

Es importante entender que trabajar con emociones y sensaciones físicas en el abdomen es un proceso complejo. No hay una sola píldora mágica, pero hay una amplia gama de prácticas, cada una de las cuales puede contribuir a la recuperación general y la mejora del fondo emocional.

6. Ecología de la Salud: Síntesis de la Bodily y Emocional
En la literatura científica popular moderna se encuentra cada vez más el concepto de “ecología sanitaria”, que implica no sólo la pureza del medio ambiente, sino también una actitud cuidadosa con el propio cuerpo y la psique. El plexo actúa como uno de los elementos centrales de esta “ecología”, porque su funcionamiento equilibrado depende en gran medida de cómo percibimos el estrés y los acontecimientos negativos.

Observando las respuestas de nuestro abdomen, escuchando las señales del centro de radar interno, podemos notar en el tiempo que comenzamos a estar enojados, ofendidos o ansiosos. De hecho, la médula abdominal actúa como un “sistema de detección precoz” para la incomodidad emocional. Al reflexionar sobre estas pistas, muchas personas aprenden a comprender mejor en qué situaciones suprimen sentimientos o exageran.

La combinación de prácticas físicas y mentales permite un enfoque más armonioso de las emociones. En lugar de tragar el resentimiento, podemos desarrollar la habilidad de aceptar y expresar significativamente sentimientos. En lugar de agresión injustificada, busque un diálogo constructivo. Este enfoque consciente forma una ecología de salud en la que el cuerpo y la mente se apoyan en lugar de estar en conflicto.

Conclusión
Por lo tanto, la médula abdominal no es sólo una metáfora, sino un fenómeno científicamente basado que desempeña un papel significativo en nuestro bienestar emocional. El plexo y la vesícula biliar, interactuando a través del sistema nervioso autonómico, forman las primeras reacciones al estrés, la alegría y otros sentimientos fuertes. Este “complejo” puede afectar no sólo la digestión, sino también el bienestar general, incluyendo el estado de ánimo y el nivel de tensión interna.

Al entender la conexión entre las emociones y el estado de los órganos abdominales, podemos manejar el estrés más eficazmente. Seguimiento de su estado emocional, práctica de técnicas respiratorias, ejercicio y desarrollo de la habilidad de la nutrición consciente, usted puede mejorar significativamente la calidad de vida. En última instancia, esto conduce a síntomas menos psicosomáticos, más energía y mejor contacto con nuestros cuerpos.

Al mantener un equilibrio entre la médula abdominal y la esfera emocional, una persona realmente fortalece su ecología de salud, tanto en el nivel de biología y fisiología, como en el nivel de la psique. Esta integridad no sólo impide la enfermedad crónica, sino que también abre el camino a una comprensión más profunda de uno mismo, el lugar de uno en el mundo, y sus propias capacidades.

Glosario
  • El plexo: un gran ganglio nervioso en la cavidad abdominal implicada en la regulación de los órganos digestivos.
  • Sistema nervioso autónomo (ANS): un sistema que controla las funciones involuntarias del cuerpo (respiración, latido cardíaco, digestión).
  • Sistema nervioso internoParte del ANS que regula la actividad del tracto gastrointestinal y puede funcionar autónomamente del sistema nervioso central.
  • vesícula: un órgano en el que se acumula bilis, involucrado en la digestión de grasas y la regulación de la digestión.
  • Activación simpáticaEstado de lucha o vuelo, en el que el cuerpo se moviliza para el estrés o el ejercicio.
  • Parasimpatico DivisiónParte del ANS responsable de restaurar y relajar el cuerpo después de situaciones estresantes.
  • PsosomaticsUna dirección en medicina y psicología que estudia la influencia de factores mentales en la salud física.
  • Ecología sanitariaUn enfoque integrado para la preservación y promoción de la salud, teniendo en cuenta la interacción de factores mentales, físicos y sociales.