10 señales que interrumpe a los interlocutores, pero no lo note


No siempre notan que interrumpen a otras personas. Sin embargo, para convertirse en un gran compañero y amigo, usted necesita averiguar si usted hace esto. A primera vista, parece que la interrupción es puramente un problema de impolicidad o falta de educación, pero mucho más complicado: nuestro deseo de hablar puede estar asociado con una falta de atención en la infancia, y con el temor de ser ignorado, y con una simple ignorancia de las complejidades de la etiqueta de comunicación.

Si uno evita que otros terminen un pensamiento, la conversación se convierte rápidamente en una batalla de monólogos, donde no hay un verdadero intercambio de ideas. Poco a poco, colegas y amigos comienzan a evitar la comunicación, y los seres queridos expresan descontento, y en diversas formas: desde los reproches directos hasta la agresión pasiva. Pero el problema se complica por el hecho de que muchos que interrumpen regularmente no se dan cuenta de él mismos.

En este artículo, vamos a ver 10 señales que indican que usted puede estar interrumpiendo a otros sin siquiera notarlo. El material está escrito en el estilo del periodismo mundial y será interesante para un amplio público adulto que busca mejorar sus habilidades de comunicación y querer evitar errores en la comunicación.


Parte principal
1. Sus conversaciones a menudo se convierten en un “juego de progreso. ”
Usted nota que hay tensión dentro de usted: una vez que el interlocutor habla, usted ya forma una respuesta o un contraargumento en su mente. Usted no escucha el final, pero tratar de “solucionar” su línea primero. Si esto sucede sistemáticamente, es probable que interrumpas a la gente insertando repentinamente tu discurso.

  • Síntoma: Crees que la “inacción” en una conversación es una omisión, y necesitas decir urgentemente algo antes de que el interlocutor termine.
  • Peligro: The interlocutor feel understatement and understands that he is not listened to, and want to “shut up” or pull attention.

2. La gente a menudo te dice, "Escucha al final. ”
Las señales directas de otros a menudo indican un problema. Si usted ha oído la frase “No estoy terminado todavía” o “Déjeme decirle,” es probable que usted está interrumpiendo activamente. Es posible que no sepas de lo que estás hablando: "¿Interrumpí? ”

  • Feedback: Este es el indicador más fiable, dado que una persona expresa sinceramente incomodidad.
  • Consejo: Si nota tales comentarios, trate de pausar conscientemente durante la conversación antes de responder.

3. Te parece que “todo está claro” un segundo antes del final de la frase del entrevistado
Una de las razones de la interrupción es la sensación de que usted ya entiende lo que el interlocutor dirá y está listo para responder. Esta es una ilusión: muchos argumentos y pensamientos se revelan sólo al final de la frase. Interrumpiendo, corre el riesgo de no escuchar el detalle clave.

  1. Ejemplo típico: Piensas: “Ya sé lo que quiso decir”, y tú intervienes. De hecho, el interlocutor puede haber añadido una aclaración importante, pero lo perdiste.
  2. Problema: Comprensión incompleta de la posición de una persona, que conduce a malentendidos y conflictos.



4. Te das cuenta de que a menudo hablas más alto que otros gritando.
Cuando una persona comienza a levantar su voz para “tomar la palabra”, es un claro signo de interrupción. Algunas personas hacen esto accidentalmente, estando en emoción emocional, queriendo expresar sus pensamientos. Sin embargo, desde fuera, parece agresivo y causa al interlocutor una sensación desagradable de que su opinión no se considera importante.

  • Signal: Usted tiene la sensación de que usted está “no prestando atención”, y usted trata de “romper” el discurso de otra persona con voz alta.
  • Alternativa: Espera una pausa, pide la palabra cortésmente: "¿Puedo añadir?", "Tengo una adición interesante."

5. Acabar involuntariamente oraciones para otros
En un esfuerzo por demostrar que estás en el tema, "interceptas" el discurso del interlocutor, terminando la frase para él. A veces esto se hace con las mejores intenciones – dicen, “Te entiendo”, “aquí estamos en la misma longitud de onda”. Pero una persona puede ser desagradable, porque no le permite expresar la idea misma, y a veces distorsionar su significado.

  1. Advertencia: Si una persona te está corregiendo constantemente: No, no quise decir eso, entonces estás interrumpiendo.
  2. Consejo: Es mejor expresar la comprensión de otra manera, por ejemplo: “Entendí correctamente lo que quieres decir...” y dejar que la persona termine el pensamiento.

6. Parece que una conversación es una competencia.
Si usted siente una competencia interna para cada línea - que llama la atención a sí mismos - posibilidades son usted tienden a interrumpir. En un diálogo saludable, la cooperación, el intercambio de opiniones, no la batalla del ego es importante.

  • Ejemplo: En una discusión sobre la experiencia personal, todos intentan insertar su historia lo antes posible, impidiendo que otros terminen.
  • Alternativa: Realizar esa conversación no es una etapa donde el objetivo principal es brillar, sino un espacio donde las opiniones son complementarias.

7. La gente “se escapa” o prefiere no hablar con usted por mucho tiempo
Si sus compañeros de trabajo o amigos pronto reducen la comunicación al mínimo, pueden sentirse incómodos discutiendo algo con usted. Una de las razones puede ser que a menudo interrumpas. La persona no siente que está siendo escuchado, y pierde entusiasmo por comunicarse.

  1. - Sí. Alguien cercano a usted casualmente dice que es “dificulto tener un diálogo” o “no me dejas poner en una palabra”.
  2. Peligro: Las relaciones a largo plazo pueden sufrir a medida que la comunicación se vuelve unilateral.
  3. Decisión: Aprende a practicar “escucha activa”: mira a los ojos, haz preguntas aclaratorias, confirma que has oído al interlocutor.



8. Es difícil esperar una pausa, y usted dice, “Lo siento por interrumpir, pero...”
Algunas personas se dan cuenta de que están rompiendo el discurso y tratan de suavizarlo con una disculpa formal: Siento interrumpir, pero... El uso constante de esta frase indica un hábito ya establecido. Es posible que no tengas tiempo para coger el momento de una pausa natural, ya que estás “quemando” con el deseo de hablar.

  • Una prueba cuidadosa: Trate de un día de abstenerse completamente de la frase “lo siento por interrumpir” y ver lo difícil que es. Si es muy difícil, hay una señal.
  • Tact: Encuentra una manera: si el pensamiento es importante, escríbelo brevemente, y luego hazlo cuando la persona termine la línea.

9. Casi siempre terminas una conversación en tu nota.
En comunicación amistosa, es importante dar a un socio la oportunidad de concluir una conversación. Si el 90% de las conversaciones terminan con su última frase, podría ser un signo de un estilo de comunicación autoritario. Usted decide involuntariamente que ha dicho la “última palabra”, aunque el interlocutor puede querer resumir o aclarar los detalles.

  1. Manifestación: Al final de la conversación, usted cambia inmediatamente el tema o termina la conversación, no se pregunta si todo está claro para el socio.
  2. Cómo cambiar: Intenta terminar la conversación con “¿Qué crees que es el fin?” o “¿Tienes algo que añadir?” Dar a la persona un sentido de participación.

10. Te sientes “guito” después de la conversación.
El último y tal vez más sutil es que después de una reunión o conversación telefónica, tienes una extraña sensación de que algo estaba mal. Tal vez te sentías como si no dejaras que la otra persona hablara, “pushed” adelante con tus pensamientos. Su mente subconsciente atrapa el desequilibrio del diálogo.

  • Nuance: Este sentimiento puede ser borroso, pero si lo analizas, entenderás: “Tomé la iniciativa y no paré. ”
  • La herramienta: Pregúntate: “¿Ha dicho la persona lo que quería?” Si no, probablemente interrumpiste.

Conclusión
Interrumpir el interlocutor no es sólo una cuestión de cortesía, sino también un marcador de nuestra actitud hacia la gente y hacia nosotros mismos. A veces el hábito de interrumpir oculta temores profundos (que no se nos escuchará, que el tiempo es corto) o bloques emocionales (el sentimiento de que “mi discurso es más importante”). Sea cual sea la razón, entender el problema es el primer paso para resolverlo.

Si encuentras uno o más de los signos en nuestra lista, no te desesperes: traer la atención a las conversaciones cotidianas puede hacer una diferencia. Trate de prestar atención a cómo escucha durante varios días seguidos. En lugar de reaccionar inmediatamente, deja que la otra persona termine el pensamiento. Si el pensamiento surgió temprano, escríbalo brevemente - tendrá la oportunidad de hablar después de una pausa.

También es útil desarrollar habilidades de escucha activas: ¿cómo demuestras que escuchas a una persona? Cues de apoyo ("Sí, lo entiendo", "Estoy de acuerdo"), preguntas de interés y cues no verbales (nodos, contacto visual) - todo esto crea un ambiente de confianza. Las relaciones construidas sobre la atención mutua, al final, te dan más satisfacción, porque sientes verdadero contacto, no el ruido de los monólogos.

Así, controlar el hábito de interrumpir es un componente importante de la cultura de la comunicación. Aprecia las palabras del otro, aprende a resistir el impulso de decir “la última palabra” a tiempo, y verás lo positivo que será la relación, lo mejor que serás escuchado y cuánto más respeto y simpatía recibirás de familiares, amigos y colegas. Después de todo, un gran interlocutor no es el que habla mejor, sino el que sabe escuchar y hablar.