El poder de los instintos: Cómo malinterpretamos nuestra libertad de elección

Al estudiar la naturaleza del sufrimiento, descubrí en un nuevo nivel cómo nos equivocamos con nuestra libertad de elección. Esto es como la libertad de elección de los habitantes de la Matriz dentro de la matriz, donde la matriz es nuestra naturaleza fisiológica.
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Vivimos bajo los dictados de la necesidad de aumentar nuestra seguridad, placer y comodidad.La necesidad desde el interior forma una imagen (sueño, guión, sueño) en la que todo se arregla perfectamente para satisfacer las necesidades. Cada sueño es completamente único en sus detalles, ya que está condicionado por la experiencia individual, pero hay características comunes entre todos los sueños: satisfacen las necesidades fisiológicas y sociales. También considero la necesidad social de ser fisiológica. Conducido por esta imagen, filtramos automáticamente el mundo circundante y sus elementos (acciones, objetos, personas) como adecuados para esta imagen y no adecuados, tratando de llenar nuestras vidas con el número máximo de adecuados. Y, en general, no hay nada malo en esto, porque este proceso asegura nuestra supervivencia. El sufrimiento mental es el resultado de una profunda creencia de que esta es la vida cuando estamos dentro de este escenario y la seguimos automáticamente, sin darse cuenta de que esta imagen es un producto único de la percepción individual que no puede encarnarse en la realidad por una variedad de razones. En primer lugar, la satisfacción total no es alcanzable, porque, habiendo saturado y digerido alimentos, nos sentimos nuevamente hambrientos. La satisfacción siempre es corta. Y cuando conseguimos lo que queremos y nos adaptamos a ello, empezamos a querer más. Esta es la naturaleza del deseo, el motor principal del progreso. Tercero, cuando se trata de la satisfacción de necesidades tales como sexual y social, es decir, aquellas que están asociadas con otras personas, inevitablemente encontramos el hecho de que cada otra persona vive dentro de su singular imagen-matrix, la mueve y puede interseccionar con la nuestra sólo muy superficialmente. Por ejemplo, cuando la gente sueña con ir de viaje, cada uno de ellos imagina su propio viaje, y en un viaje real inevitablemente encuentran que sus ideas sobre cómo debe ser diferente. El viaje puede significar cualquier negocio conjunto, creando una familia o pasatiempo. El sufrimiento comienza cuando nos aferramos al guión, nos negamos a dejarlo ir, y empezamos a luchar contra la realidad circundante para que se ajuste a nuestro proyecto de plan, resentimiento y castigo a otros por no encajar. Y nos rechazan y nos castigan por no encajar en su imagen. Esto ciertamente no es una nueva idea. Pero siempre es relevante. Si usted está sufriendo, usted se aferra a un script codiciado que no puede ser ejecutado simplemente porque es el producto de sus fantasías impulsadas por la necesidad y nada más. Lo triste es que en la batalla por esto se desperdician arsenales de armas, se pierde una enorme cantidad de fuerza mental y física, y se pierde la realidad actual, en la que, de hecho, todo está bien. No como en tu guión, pero muy satisfactorio. Quiero decir, suficiente para vivir.¿Qué hacemos?No evites decepción. Cuando digo "desappointment", me refiero a distinguir entre imagen y realidad, y reconocer su incompatibilidad, no rociando ceniza en la cabeza. La frustración generalmente significa resentimiento contra ti mismo y/o el mundo por no coincidir con la imagen. Literalmente, la frustración es acerca de levantar el hechizo del sueño que dicta sus necesidades. Es difícil ser decepcionado, porque entonces no está claro qué hacer con las necesidades, con estas siete tiendas que demandan comer. Pero es un tema separado. Primero necesitas quitar el hechizo del sueño. Te invito a practicar. Y donde poner el guión, tan hermosas fantasías nutridas. Bueno, es más fácil, escribo una película de ellos, por ejemplo. No te pierdas. Preparado por Nina Rubstein P.S. Y recuerden, simplemente cambiando su conciencia – juntos cambiamos el mundo!

Fuente: www.psychology-age.ru/2015/07/blog-post_45.html