Sveta llegó!


Hay un tipo de personas - un accidente de caminar. Desastre natural. Sveta era uno de esos. Es decir, a pesar de su belleza, el aseo y las habilidades de comunicación lograron encontrar la aventura en su segundo 90, literalmente de la nada. De todos modos, era un habitual en el centro de trauma, incluyendo en la costa sur, donde su compañía fue elegida salvajes cada verano.
Esa mañana había algo de especial y nada especial no se presagia. La gente está despertando poco a poco y el bostezo, salieron de las tiendas de campaña. Me desperté y Sveta. Salió de su habitación y cediendo reflejo manada, tratado de bostezar. La primera fase se ha realizado correctamente. Mandíbula cayó. Pero el movimiento de retorno no se siguió. Con Easy Snap en la posición inferior, posterior mandíbula no quería volver. Al principio, esto causó una reacción viva en otros. Pero cuando se hizo evidente que espontáneamente boca está cerrada, no era cosa de risa. Recogido una consulta. Alguien recordó a reducir una mandíbula "pasantes". Dos dedos, tire hacia abajo bruscamente ... En general, si el engaño en la serie o secuencia de acciones se ha roto, pero Svetochka gemían de dolor y la mandíbula se mantuvo en su lugar. Ran través de las tiendas de campaña en busca de los médicos. Reunidos. Decidió ir en coche a la ciudad. Al igual que antes es necesaria la reducción, como se vio después, la anestesia. ¿Cuál es el que tiene un no lleva. Sólo aconsejar cerca la cara con un pañuelo. En la ventana abierta Svetochka congela completamente glazenki pregunta: "¿Por qué?" - "Y a las moscas no volar", - respondió.
Y aquí viene a la delegación de la sala de emergencia - por delante de la Luz en un burka improvisado y sus dos amigos, tanto en el amor Kunakov jinete siguió. Daga de su cinturón no es suficiente.
Bueno, porque, como se mencionó en el principio de la historia, la compañía tenía un descanso aquí más de un año, la luz en este departamento sabía. Como asiduo.
Y aquí viene el cirujano mira a su alrededor el grupo pintoresco y, juntando las manos teatralmente, ejecuta:
-Svetochka! Sabía que no me faltaría!
Al final resultó que, él tenía gran apuesta con un colega que durante julio Svetochka vienen necesariamente a visitarlos en la oficina.