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7 razones por las que la inacción puede ser la cosa correcta para hacer
Descripción: El artículo analiza por qué en algunas situaciones la inacción puede ser más beneficiosa que la acción activa. 7 Razones por las que no intervenir ayuda a otras personas a crecer y promueve la armonía psicológica
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Introducción
La cultura moderna extremiza la actividad. Solíamos pensar que la mejor respuesta a un problema es acción inmediata, planes y soluciones. Sin embargo, si miras de cerca los escenarios de la vida, puedes ver que a veces la inacción, la negativa consciente de interferir, puede ser más sabia que la actividad continua. El esfuerzo no siempre es beneficioso: a veces rompe el curso natural de los eventos, impide que otras personas tomen sus propias decisiones, y aumenta la ansiedad de alguien que intenta “controlar todo a la vez. ”
“Inacción” a menudo se percibe como sinónimo de pereza o indiferencia. Pero esto no es así: se trata mentalidadCuando una persona decide esperar, dejar de lado, no tomar pasos adicionales del “temor de perder”. Es esta posición que a menudo ayuda a deshacerse de la presión excesiva sobre la situación y le permite “desarrollar” por su cuenta. Paradójicamente, a veces lo más efectivo que podemos hacer es no hacer nada. Aquí están siete razones por las que la inacción puede ser la mejor opción. Y tal vez cambie su idea de que la acción activa es la única manera de alcanzar una meta.
Parte principal
1. La inacción permite a otros asumir la responsabilidad
A menudo en las relaciones (familia, amistad, trabajadores) tendemos a “ayudar” a todos e interferir en todos los procesos. Esto a veces fluye hacia el hipercuidado: cuando una persona, considerándose más experimentada, resuelve problemas para otros. Pero si usted interfiere constantemente, entonces, primero, el derecho al error, y por lo tanto el crecimiento personal, se quita. En segundo lugar, el ser humano está formado. dependencia de tu ayuda. A veces necesitas ser capaz de estar a un lado cuando los seres queridos están tratando de hacer frente a sí mismos. Que caigan, pero a través de ellos viene la comprensión.
En un entorno profesional, la “microgestión” es un problema común cuando un gerente no da espacio a los empleados para decisiones independientes. Como resultado, no aprenden a asumir la responsabilidad del resultado. La inacción (en el sentido de la no injerencia) permite a los colegas tomar iniciativa y desarrollar competencias.
2. La actividad de detener evita el efecto de sobrecalentamiento '
Cuando estamos constantemente en modo “hacer esto y aquello”, corremos el riesgo de quemar. La fatiga crónica puede llevar a quemaduras, depresión y nuestros logros serán mínimos. La inactividad da una pausa, que el cerebro necesita para restaurar los procesos de pensamiento "retroceder". Los psicólogos creen que el respiro periódico es una herramienta crítica para prevenir los trastornos del estrés.
Imagínese un atleta que entrena continuamente sin un descanso para recuperarse – pronto está herido. Así que en la vida: la fatiga se acumula, y sin pausas, la cabeza se convierte en “dumb”, las soluciones son menos eficaces. Por el contrario, si te detienes conscientemente, dedica un par de días o semanas a calmarte, descansando de proyectos, entonces con una nueva oleada de fuerza podrás actuar más rápido y con más precisión.
3. La inacción da tiempo para aclarar pensamientos
En un mundo de constantes notificaciones y casos urgentes, es difícil encontrar espacio para una profunda reflexión. Pero si te permites “no hacer nada” en el sentido de ser activo, liberas los recursos del cerebro para analizar la situación, encontrar ideas y entender a dónde ir después. Esto no es pereza, sino una forma de “pausa reflexiva”, que es más valiosa para tomar decisiones significativas que las acciones caóticas en la carrera.
La investigación confirma que en modo de reposo (el llamado estado de Red de Modo Predeterminado en el cerebro), podemos encontrar ideas creativas y hacer ideas. Cuando los estímulos externos son mínimos, la mente subconsciente continúa trabajando, procesando la información recibida a un nivel profundo. Y a menudo es después de tales pausas que las ideas vienen inesperadamente.
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4. Integración de los sentidos: “No interfieras con ti mismo para sentir”
A veces una persona trata de ahogar las emociones con la actividad. Con el dolor, la pérdida, la decepción, usted puede “hacerse de sí mismo” sólo para no experimentar el dolor. Pero si usted corre constantemente, sin darse cuenta de sus propios sentimientos, el dolor permanece y puede manifestarse más adelante en forma de problemas psicosomáticos o desembolsos de agresión. Inacción en el sentido de parar (un tiempo tranquilo cuando experimentamos emociones, no los alejamos) contribuye a la “integración” de la experiencia emocional. Como resultado, hay conciencia, “dejar ir” de resentimiento o tristeza.
Los psicólogos aconsejan: no tengas miedo de sentarse en momentos de gran cambio. Dale tiempo para llorar, pensar, digerir. Es mejor que en el calor de las emociones hacer cosas que más tarde te arrepentirás.
5. Que otros lo intenten, incluso si están equivocados.
Esto es especialmente cierto cuando criamos niños o participamos en la formación de empleados. Instintivamente quiere ayudar, proteger, decir, “cómo es correcto”. Pero es a través de la experiencia personal que una persona aprende lecciones. Que el propio niño construya su "tower of cubes" (aunque torcido), pero desarrolle habilidades motoras y lógicas finas. Que el interno termine el proyecto, que cometa un error, pero aprenda de un error. La intervención de adultos y “compañeros mayores” a veces priva la oportunidad de desarrollarse.
La “inacción” no es indiferencia, sino confianza en el potencial del otro. Sí, requiere paciencia y superando el deseo de “hacerlo más fácil por tu cuenta”. Pero el resultado es una persona más fuerte cercana que sabe cómo lidiar con sus problemas.
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6. En una relación, espacio para un socio
A menudo en relaciones entre hombres y mujeres, amigos, socios, imponemos ayuda, consejos, participación activa. Pero no siempre la otra persona quiere intervenir. A veces necesita un lugar para resolver el conflicto interno. A veces la mejor manera de apoyar es retroceder un poco, no presionar con consejos, para darle a su pareja su propio ritmo.
Actividad excesiva ("Yo decidiré por ti, te mostraré, te explicaré todo ahora") es a menudo percibido como control. Como resultado, una persona comienza a defenderse, surge la tensión. Y si practicas deliberadamente la “inacción” (es decir, dando a la otra persona tiempo y silencio para la reflexión personal), crea un ambiente de confianza. “Estoy aquí si tengo que hacerlo, pero no impone. ”
7. Comprendiendo que no todo en el mundo puede ser controlado
Finalmente, la inacción consciente nos muestra que algunos procesos funcionan mejor sin nuestra intervención constante. La vida es impredecible, y tratar de controlar todos los aspectos sólo conduce a la ansiedad. Ejemplo: usted ha preparado el curriculum vitae más y recomendaciones, pero muchos otros factores afectan el trabajo (presupuesto de la empresa, competencia, conexiones personales). No podemos garantizar el resultado tratando de “rapear” la realidad.
A veces es necesario admitir su propia impotencia y dejar que la situación “madura” naturalmente. La inacción aquí es el reconocimiento de los límites de nuestro poder. Paradójicamente, puede aliviar la ansiedad y dar una mirada fresca.
Conclusión
La cultura moderna de actividad y eficiencia nos ha enseñado a pensar que la inacción es casi un crimen contra el éxito. Pero consciente, medido "hacer nada" (o no-interferencia) es a veces el paso más sabio. Le da a los demás la libertad de desarrollarse, nosotros mismos el tiempo de recuperarse y repensar, y situaciones la oportunidad de resolver todo orgánicamente, sin presiones indebidas. No confunda esta estrategia con pasividad o pereza. Diferencia La inacción consciente es una opción acompañada por un entendimiento interno de por qué es mejor no tocar ahora.
Como resultado, podemos formular una idea simple: no siempre es mejor correr y rescatar, intervenir o controlar. A veces nuestra sobreactividad interfiere con nosotros mismos y con otros. Tal vez, en una situación de vida dada, vale la pena obligarse a sí mismo a no hacer nada para permitir el espacio para el curso natural de los acontecimientos, y descubrir que esta decisión se ha convertido en la clave para una mayor armonía.
Glosario
- Autorregulación emocionalLa capacidad de una persona para controlar sus emociones (temor, agresión, tristeza) a través de estrategias conscientes.
- MicrogestiónUn estilo de gestión en el que el líder controla los detalles más pequeños del trabajo de los subordinados, no dándoles libertad.
- Psosomaticsun conjunto de reacciones corporales que surgen bajo la influencia de factores psicológicos (streza, ansiedad).
- Inacción conscienteUna negativa consciente a intervenir o tomar acciones innecesarias para permitir que la situación se resuelva.
- ProcrastinaciónDeducir cosas importantes para más adelante; difiere de la inacción consciente en que no tiene un propósito positivo y está acompañada de la culpa.
- Default Mode Network (Default Mode Network)Una red neuronal activa cuando una persona no se dedica a tareas orientadas externamente (en reposo o “pensamientos errantes”).
- Búsqueda existencialEl deseo de una persona por el significado de la vida, entendiendo su lugar y propósito.
- No injerenciaEl principio de elegir conscientemente no tomar medidas para permitir que otras personas o procesos tomen su curso.
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