¿Cuál es la razón de la falta de respeto a los padres


Antes de culpar a nadie ni falta de respeto a los padres, averiguar por qué.
La idea surgió durante una de las sesiones de psicoterapia de grupo. Niña de 20 años de edad entre lágrimas contó sobre el abuso que descendió en el lado de su madre. No voy a describir los detalles. Huyó a Rostov y se fue a vivir con su hermana mayor.
La madre exigió que su hermana había expulsado de su casa, con la esperanza de que ella se quedó sin refugio, volveremos. Hermana no podía desobedecer a la madre (o tal vez no quería). Mi barrio, sin embargo, no regresó a casa, se quitó la esquina, lo que empeoró considerablemente su situación financiera durante sus ganancias.
Su madre se calmó, vendió la casa y compró un apartamento en Rostov ya través de organizaciones no gubernamentales en el trabajo de mi barrio tratado de volver a su hija. Mi confianza desarrolló la depresión, ella trató de suicidarse.
En el consejo de amigos dirigido a nosotros. Al final de la historia, dijo que odiaba a su madre. Entre los participantes hubo un grupo que era su vergüenza.
Tomo nota de que los síntomas de la enfermedad mental de mi barrio no lo era. La hermana mayor confirmó su historia. Me pareció que tenía todas las razones para odiar a su madre, porque su madre era la mujer que dio a luz a ella, pero la madre psicológicamente y socialmente no lo hizo.
Otro ejemplo.
Un graduado del Instituto Médico va a casarse por amor, para los militares, que tiene la posibilidad de ser enviado a servir en el Lejano Oriente. Madre evitar este matrimonio. "Yo vivo para ti, y me lanzo, no puedo soportarlo." ¿Cómo se puede amar a una madre? Tales ejemplos son innumerables.
Las mujeres! No me malinterpreten, me dio dos ejemplos no son muy buenas madres. Este recurso literario. Según las estadísticas, no es muy buenos padres, más que las madres no es muy buena.
Por lo tanto: Antes de culpar a nadie ni falta de respeto a los padres y averiguar lo que los buenos padres hacen a este hombre. Tal vez su odio de los padres tiene una buena razón.
Autor Mikhail E. Litvak