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Cómo las personas inteligentes hablan con las personas No les gusta: 8 Principios sabios
Introducción. Cada uno de nosotros al menos una vez nos encontramos en una situación en la que no queremos comunicarnos con una persona determinada. Tal vez él está ignorando de manera demostrada, o mostrando una agresión excesiva, o tal vez sus puntos de vista contradicen diametralmente el suyo. Las circunstancias (trabajo, celebraciones familiares, acompañamiento) requieren interacción. En tales momentos, la clave del éxito no es sólo las habilidades de la diplomacia, sino también la capacidad de construir una conversación sin sucumbir a las emociones negativas.
Las personas sabias han desarrollado durante mucho tiempo su propio “protocolo” de comunicación con aquellos que les disgustan. Ellos no caen en la agresión, no van con una pared en blanco, no hacen daño innecesariamente al orgullo del interlocutor. En cambio, pueden mantener su armonía interior manteniendo un diálogo constructivo. Aquí están ocho principios que ayudan a convertir conversaciones tensas en formatos más productivos y relajados.
1. Mantener la neutralidad en el tono y el gesto
Cuando una persona es desagradable para nosotros, a menudo ni siquiera notamos que la voz se vuelve tensa, la mirada es hostil, y la postura está cerrada. Todo esto el interlocutor atrapa a un nivel no verbal, y en respuesta su reacción puede ser reflejada. Las personas inteligentes observan conscientemente cómo hablan (tone, volumen, intonación) y cómo mantienen su cuerpo (postura, manos, expresiones faciales).
- Por qué importa: Si muestra calma y neutralidad, incluso una persona desagradable estará menos inclinada a la confrontación.
- Cómo aplicar: Trate de hablar en una voz uniforme, moderadamente fuerte y no hacer gestos agudos. Si tienes un hábito de fruncerte, haz un seguimiento de ello.
2. Pregunta, no culpa.
En comunicación con un interlocutor desagradable, a veces empezamos a decirle: "Siempre haces esto", "Me provocas deliberadamente", "Sólo quieres discutir". Sin embargo, este lenguaje de acusación sólo exacerba la situación. Las personas inteligentes entienden el poder del formulario de pregunta: en lugar de culpar, hacen preguntas aclaratorias.
- Por qué importa: Las preguntas le permiten aprender más sobre la motivación y el punto de vista del interlocutor, y también demostrar que usted está interesado en el diálogo, no en el conflicto.
- Cómo aplicar: En lugar de "¡Siempre llegas tarde!", intenta preguntar "¿Qué pasa cuando llegas tarde?" ¿Hay algo que te retenga o hay otra razón? ?
3. Escucha activamente
La escucha activa es la capacidad no sólo para escuchar palabras, sino también para poder profundizar en la esencia de lo que se dice, reflejando las emociones y la posición del interlocutor. Incluso si una persona es desagradable, esto no significa que sus palabras no contengan alguna verdad o información útil. La gente inteligente entiende que en cualquier situación se puede aprender una lección o al menos entender por qué el oponente se comporta de la manera que hace.
- Por qué importa: La escucha activa ayuda a identificar la verdadera causa del conflicto o desacuerdo, y también muestra al interlocutor que su opinión no es ignorada.
- Cómo aplicar: periódicamente parafrase lo que escuchaste ("Entonces piensas que ...?"), aclarar los detalles, hacer preguntas importantes.
4. Evite el sarcasmo y la agresión pasiva
El sarcasmo a menudo nos parece una forma “voluntad” de mostrar desprecio para el interlocutor sin entrar en conflicto directo. Sin embargo, esta forma de comunicación, según algunos psicólogos, sólo es más negativa y repele al interlocutor. La agresión pasiva (cuando no estás atacando claramente, pero usa comentarios duros) también es fácil de leer y exacerba la hostilidad.
- Por qué importa: El sarcasmo y la agresión pasiva son signos de reticencia para resolver el problema. A menudo convierten la comunicación en una lucha donde no hay ganadores.
- Cómo aplicar: Si usted siente el deseo de “prick” el interlocutor verbalmente, es mejor ser distraído por un segundo, pensar: “¿Realmente ayuda esto a la conversación? ”
5. Centrarse en la solución, no en la persona
Es fácil caer en una discusión de “qué mala persona es” en lugar de decir “hay un problema, ¿cómo lo resolveremos?” Las personas inteligentes evitan conscientemente juicios de valor, prefiriendo centrarse en hechos y posibles soluciones.
- Por qué importa: Los ataques personales desencadenan un mecanismo de defensa, y luego la conversación entra en la etapa de insultos mutuos, en lugar de encontrar una solución.
- Cómo aplicar: Reemplazar "Siempre estás haciendo las cosas mal!" con "Vamos a hablar de por qué ocurrió el error y averiguar cómo evitarlo en el futuro."
6. Autocontrol y distancia emocional
Cuando una persona es desagradable para nosotros, sus palabras pueden engancharnos “para los vivos” y causar un estallido de ira o indignación. Sin embargo, las personas inteligentes practican el autocontrol – no se permiten “rollar” en insultos o tantrums, sino mantener cierta distancia emocional.
- Por qué importa: En nuestro estado emocional, tomamos decisiones apresuradas y a menudo decimos cosas que luego nos arrepentimos.
- Cómo aplicar: Si usted siente que el grado aumenta, pausa. Di “Necesito pensar” o “Volveremos a eso en 10 minutos. ”
7. Simplificación y estructuración del diálogo
A veces una conversación con una persona desagradable comienza a divergir en muchos temas, adquiere reivindicaciones mutuas y reclamaciones históricas. Las personas inteligentes son capaces de simplificar y estructurar el diálogo a tiempo.
- Por qué importa: Cuando se pierde el foco, las fiestas se hunden en el desierto emocional, olvidando para qué comenzó la conversación.
- Cómo aplicar: Si ves que el interlocutor “se hace a un lado”, devuélvalo suavemente al punto principal: “Yo entiendo lo que pasó antes, pero ahora vamos a centrarnos en la tarea actual. ”
8. Respeto por ti mismo y los límites de los demás
Finalmente, uno de los principios principales es respetarte a ti mismo y a tu oponente. Cuando permites a alguien humillar, interrumpir o ignorarte, indica una falta de autoestima. Por otro lado, si actúas como si el interlocutor fuera “valorable”, te conviertes en una fuente de conflicto.
- Por qué importa: El respeto es la moneda básica de cualquier comunicación. Sin ella, el diálogo no puede ser constructivo.
- Cómo aplicar: Evite las palabras ofensivas, no cambie a las personalidades y no olvide detener esta actitud hacia usted mismo.
Conclusión
Hablar con gente que no nos gusta es un reto común en la vida cotidiana. Sin embargo, la sabiduría y la madurez de una persona se manifiesta en la capacidad no sólo de resistir la negatividad, sino también de extraer el máximo beneficio de cualquier comunicación. Los octavos principios examinados anteriormente muestran que la calma, el respeto y un enfoque constructivo pueden hacer que la situación de conflicto sea más manejable.
Es importante recordar que el propósito de la comunicación no es necesariamente "defetar" al interlocutor. A veces es suficiente dejar el diálogo con dignidad, no dejarse dibujar en un argumento sin sentido o tormenta emocional. En última instancia, la capacidad de hablar competentemente con personas desagradables es un indicador de fuerza interior y un alto nivel de desarrollo de la personalidad.
Estos principios son universales: pueden aplicarse en el trabajo, en el hogar, en la calle y en cualquier otra circunstancia. No requieren habilidades especiales, pero implican práctica consciente. Y cuanto más conscientemente nos acercamos a la comunicación, menos espacio para la agresión y el malentendido permanece en nuestras vidas. Que su comunicación, incluso con los interlocutores más difíciles, se convierta en una ocasión para el crecimiento personal, y no en una fuente de negatividad.