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Te gustaría, amigo, gritaba algo menos.
En una pequeña isla en el océano estaba el faro, en el que vivió una única persona — el director de la prisión. A él nadie приплывал, pero el antiguo cartero. Un día estalló una terrible tormenta, pero el responsable de el cartero de todos modos se puso a nadar en barco al faro, para entregar una carta importante para el conserje.
Con cada minuto, realizada en el barco, el estado de ánimo cartero se fue deteriorando rápidamente. Se rea el mate y se lamentó de su дурацкую trabajo, obligan a cumplir sus obligaciones en cualquier tipo de clima. Por último, el cartero доплыл a la isla con un faro y se ha puesto a golpear en la puerta, temblando de пронизывающего el viento y la lluvia y el fuerte grito de condenación en la dirección del encargado:
— Y bueno, la sal, el reptil! Yo soy el cartero, he aquí la carta te trajo!
Después de varios fatigosos minutos de la puerta del faro se abrió y apareció en el porche de la guarda. Infeliz el cartero desatadas en él toda su ira. Él dio todo lo que piensa acerca de las personas que viven en ese horrible lugar, de que, supuestamente, tienen que arriesgar su vida, sólo para entregar algo de led pésimo carta. Sí, y todo tipo de lentos idiotas hacen al pobre cartero de pie bajo la lluvia y el viento, sin abrir la puerta.
El cuidador del faro tranquilamente escuchado la airada voz de los hombres y dijo:
— ¿Has terminado?
— Bueno, sí... — desconcertado por el cartero.
— Eso es. Te gustaría, amigo, gritaba algo menos, y yo todavía y el registro diario de algún выпишу!
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