Como mi esposo y yo en la tienda sobre la cola de прикалывались

Dieciseis millones quinientos cuarenta y cuatro mil seiscientos treinta y uno



Fuimos ayer con su marido en un supermercado para comprar los productos. Tomó dos carros, descargado todo lo necesario y se dirigió a la caja registradora. Pero entonces me acordé de que quería caramelos aún comprar, por lo que dejó a su esposo en la cola, y para que la misma se ha dirigido en una pastelería de la división con su carreta.

Regresó yo al qassam, se convirtió en el esposo de su vadear. Finalmente llegó hasta él y, con la decisión de hacer una broma, dijo:

— Persona joven, y se pierda el me hacia adelante, por favor!

— Sí, claro, pasa, no tengo prisa. — respondió el marido.

Aquí se ha oído la voz de la cola:

— Chica, no наглейте, de pie en el extremo de la cola!

— Persona joven, y puede que sus compras a usted en el carro переложу? — de nuevo me pidió a su compañero.

— Por favor.

— Sí, ¿qué es? He aquí una que! — dijo alguien en la cola.

— Joven, usted no sería capaz de pagar mis compras? — me dijo y se dio la vuelta. Detrás de la gente se han quedado en espera de una respuesta.

— Sí, sí, por supuesto, de pagar. No te preocupes, chica! — contestó el marido, sacando la tarjeta bancaria.

— Y usted en el auto? Puede que me llevar? — tímidamente затрепетав pestañas, le dije.

El marido de ahogado смешком y sólo pudo asentir, y me agarró de la mano y, sin prestar atención a la llenas de odio en las miradas de las personas en la cola, salió de la tienda.

via factroom.ru

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