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Superando la ira: 15 maneras sencillas
¿Puedes recordar la última vez que estabas realmente enfadado con alguien? ¿Estabas tan enojada que te estabas agitando con el pensamiento de este hombre? Raramente la ira nos ayuda a conseguir lo que queremos. A menudo funciona contra nosotros, causando dolor innecesario. Incluso las naturalezas más gentiles pueden en algún momento convertirse en un canalla vengativa si se empuja a hacerlo.
Diferentes situaciones de vida nos hacen experimentar tristeza, dolor, decepción y enojo. Las palabras de odio salen de nuestras bocas, aunque nunca hubiéramos pensado que podríamos. Dejamos de ser nosotros mismos, la gente tranquila y sincera que estamos acostumbrados a ver. Y no, no nos gusta en quién nos estamos convirtiendo.
Las emociones negativas nos destruyen, debemos luchar y superarlas. El mismo método se puede utilizar para tratar con todas las emociones negativas. Para facilitar la comprensión, usaremos la ira como una emoción objetivo para superar. Recuerde que este método puede ayudarle a hacer frente a otras emociones fuertes desfavorables, tales como celos, culpa, odio, arrepentimiento y miedo.
¿Por qué nos sentimos repugnantes?
La ira no trae sensaciones agradables. Francamente, es un sentimiento desagradable. Todo dentro de nosotros se encoge, sudamos, reaccionamos (en lugar de actuar) en modo de supervivencia. La ira nubla nuestras mentes, nos hace reaccionar salvajemente, confiando sólo en las emociones. Le pasa a todos nosotros. A veces la ira es tan fuerte que tenemos miedo de un odio intenso dirigido a otras personas. Y cuando nos enfriamos, nos preguntamos cómo podríamos permitirnos caer en este estado.
La respuesta es muy simple. Déjame explicarte. La emoción es la respuesta de nuestro cuerpo a un pensamiento que puede desencadenarse por una situación externa. Pero miramos esta situación a través del prisma de nuestras ideas. Y nuestro prisma está coloreado por conceptos mentales que son únicos para cada uno de nosotros, como el bien y el mal, los míos y los tuyos, como – a diferencia, el bien – el mal. Recuerde que todos tenemos diferentes prismas, por lo que el conflicto es inevitable al interpretar una situación.
Por ejemplo, si alguien pierde su cartera, nuestras emociones no son tan fuertes. Pero si es nuestro propio dinero, de repente empezamos a sentir el dolor y el impulso de recuperar lo que se perdió.
Si tenemos algo que definemos como nuestro propio, experimentaremos incomodidad moral si nos damos cuenta de que hemos perdido algo o riesgo de perderlo. No importa lo que sea. Podría ser mi billetera, mi orgullo, mi dinero, mi casa, mi coche, mi trabajo, mi hijo, mis acciones, mis sentimientos o mi perro. Mientras nos sintamos perdidos o amenazados con la pérdida, experimentaremos dolor en la forma de ira u otra emoción negativa fuerte.
Experimentamos el dolor porque nos enseñaron desde la infancia a pensar que las cosas que etiquetamos "mí" son las cosas que definen quiénes somos.
Nos identificamos con la cosa y creemos erróneamente que si la perdemos o la perdemos, nos perderemos. De repente, nuestro ego no tiene nada que identificar. ¿Quiénes somos? Esta pregunta está causando un gran dolor a nuestro ego.
En el fondo, nos sentimos con derecho a más: más dinero, más respeto, un mejor trabajo, o una casa más grande. Y no nos damos cuenta de que nuestras mentes siempre querrán más. La codicia es un estado mental similar a la drogadicción, que crece constantemente, nos ciega, nos aleja de la realidad, y al mismo tiempo nos convence de que estamos actuando sabiamente.
Los componentes habituales de la ira:
Creemos que hemos sido tratados injustamente. Nos decimos que merecemos más, y compramos en la ficción que alguien nos ha tratado injustamente.
Pérdida – Sentimos que hemos perdido algo con lo que hemos identificado. Sentimientos, orgullo, dinero, coche, trabajo.
Culpable – culpamos a otras personas o situaciones externas como la causa de nuestra pérdida, culparlas por ser su víctima. Esta culpa es a menudo sólo en nuestras mentes y un producto de nuestra imaginación. Simplemente no podemos ver lo que está pasando desde la perspectiva de otros. Nos hacemos profundamente egoístas.
Dolor – Experimentamos dolor, estrés psicológico y ansiedad. El dolor provoca reacciones físicas en nuestro cuerpo que interrumpen el flujo natural de la energía y amenazan el estado del bienestar.
Focus – Nos centramos en las cosas que no queremos en nuestras vidas y las energizamos al quejarnos de ellas y repetir nuestras quejas a aquellos que están dispuestos a escuchar. Esto crea un círculo vicioso de ira. “Conseguimos más de lo que nos enfocamos”. Esto es verdad independientemente de la emoción.
Lo interesante es que si hay dos personas enojadas que están infelices entre sí, ambos sienten un sentido de pérdida e injusticia. Ambos sienten dolor y necesitan culpar a la otra persona. ¿Quién tiene razón? Respuesta: Ambos son correctos y ambos están equivocados.
¿Por qué debemos trabajar en nosotros mismos y vencer nuestra ira?
Las emociones negativas como la ira empujan nuestros cuerpos en modo de supervivencia, como si dijeran nuestros cuerpos, “Estamos en peligro”. Para prepararnos para “luchar o volar”, se produce un cambio fisiológico en nuestros cuerpos. Estas reacciones fisiológicas interrumpen el flujo natural de la energía en nuestro cuerpo, que afecta nuestro corazón, sistema inmunitario, digestión y producción hormonal. Por lo tanto, la emoción negativa es una especie de toxina para el cuerpo, que interfiere con el funcionamiento armonioso y el equilibrio.
La ira prolongada, el estrés y el resentimiento subcurrente perjudican nuestras glándulas suprarrenales y el sistema inmunitario. En las mujeres, la sobrecarga suprarrenal puede afectar a los órganos reproductivos (útero, ovarios), causando patologías que pueden llevar teóricamente a la infertilidad.
¿No vale tu salud física y mental más que todas las presiones psicológicas que aceptas voluntariamente?
¿Deberíamos responder a nuestras propias emociones negativas y herir los sentimientos sólo para satisfacer temporalmente nuestro orgullo?
La ira también nubla nuestras mentes, y comenzamos a devorar problemas y dolor. En lugar de abandonarlos, liberándonos del dolor autoinfligido, tomamos decisiones irracionales, irracionales y dañinas que nos hacen arrepentirnos. En el caso del divorcio, por ejemplo, los costos legales por sí solos pueden consumir todos los ahorros, dejando a ambas partes infelices y pobres. ¡En este caso, nadie gana!
Las bases teóricas del cambio de humor.
¿Te das cuenta de lo rápido que puedes caer en un estado negativo? Tal vez una fracción de un segundo. Sobre la misma base, podemos asumir que tomará la misma cantidad de tiempo para llegar a ser productivos. Sin embargo, el problema es que desde una edad temprana fuimos entrenados para permanecer en un estado improductivo. Nadie nos enseñó a cambiar nuestro estado a uno positivo. A menudo, incluso nuestros padres no sabían esto, y todavía no lo saben.
Cuando surgen sentimientos negativos, tenemos dos opciones:
Seguir el patrón que aprendimos como niños, reaccionar y dejar que la negatividad nos consuma.
Para romper el modelo que se ha establecido en nosotros y, al hacerlo, para pavimentar nuevos caminos que crearán oportunidades alternativas para nosotros.
De hecho, hay tres maneras de romper el patrón conductual:
Visual – Cambia tus pensamientos.
Verbal – Cambia la forma en que expresas tus pensamientos.
Kinestésico – Cambia tu posición física.
Vale, ahora vamos a practicar...
15 Formas de superar la ira
Algunos de estos métodos pueden ser más eficaces para alguien, para alguien menos. Para mí, “¡Mirad!” es la manera más eficaz (por eso viene primero en esta lista). También noté buenos resultados al usar varios de estos métodos.
1. ¡Mira!
La manera más rápida de cambiar los sentimientos negativos y superar la ira es cambiar instantáneamente nuestra posición física. La forma más fácil de hacer esto es cambiar la posición de los ojos. Cuando estamos en un estado negativo, tenemos más probabilidades de mirar hacia abajo. Si miramos fuertemente hacia arriba (en relación con nuestro plano visual), entonces interrumpimos el modelo negativo de inmersión en las emociones rápidas y negativas.
Cualquier cambio repentino en la posición física ayudará:
Párate y estira, emitiendo un suspiro discernible.
Cambia la expresión, trabaja con expresiones faciales.
Vaya a la ventana iluminada por el sol.
Hacer 10 saltos en su lugar con un cambio en la posición de las manos y los pies
Baila un baile divertido para burlarte de ti mismo.
Masajear el cuello de atrás con una mano y cantar “Feliz cumpleaños” al mismo tiempo.
Intenta hacer esto la próxima vez que sientas negativo, o tienes un pensamiento desagradable.
2. ¿Qué quieres?
Siéntate y anota exactamente lo que quieres de la situación. Su tarea es describir el resultado final que le gustaría ver. Sea claro, sea realista y honesto. Sea detallado en su descripción. Escriba fechas cuando desea ver los resultados.
Si tienes un plan claro, y notas que te sitúas entre los pensamientos negativos que no quieres, puedes centrarte en esa lista.
Además, cuando hacemos conscientemente este ejercicio, podemos darnos cuenta de que las cosas materiales aleatorias que parecíamos necesitar son innecesarias.
3. Eliminar de tu discurso: no, no.
Palabras como “no”, “no”, “no” nos hacen centrarnos en lo que no queremos. El lenguaje y el discurso tienen un gran poder y pueden influir en nuestra mente subconsciente y en nuestros sentidos. Si te encuentras usando una palabra negativa, considera si puedes reemplazarla con otra palabra positiva. En lugar de decir “No quiero guerra”, dice “Quiero paz. ”
4. Encuentra la luz.
La oscuridad desaparece sólo cuando aparece la luz (por ejemplo, la luz de una lámpara o el sol). El negativo también puede ser reemplazado por positivo. Recuerde que no importa lo que nos pase a nivel externo, o lo malo que nos parezca en nuestros pensamientos, siempre podemos elegir hablar y ver las cosas positivamente.
Sé que es difícil hacerlo cuando estás en una tormenta de emoción, pero creo firmemente que podemos sacar algo nuevo de cada situación que enfrentamos.
Encuentra tu lección. Encuentra en una situación una adquisición para ti mismo, no importa lo que sea: algo material o entendimiento mental de algo nuevo, o crecimiento personal. Encuentra la luz para que puedas deshacerte de la oscuridad de tu mente.
5. Deprisa.
Dar a nuestro ego la necesidad eterna de tener razón, de culpar, de estar enojado y vengativo. Rendirse ante el momento. Entre en el anhelo de preocuparse por la situación. Ten cuidado. Mira tus pensamientos y aprende a separar tus pensamientos de tu personalidad. Tus pensamientos no eres tú. El juego alcanzará su conclusión lógica, independientemente de si sucumbimos a las emociones o no. Confía en mí, el cosmos seguirá su curso, y lo que tiene que suceder sucederá. Si no cedemos, nos vamos a joder sin ninguna razón, y como resultado, nuestro cuerpo sufrirá.
6. Zona de influencia
Cuando estamos de mal humor, podemos caer fácilmente en un círculo vicioso de emociones negativas. No mejoramos si estamos entre personas que se quejan de los mismos problemas. No nos hará sentir mejor.
Encuentra un grupo de personas con una perspectiva positiva sobre la vida. Si estas personas están con nosotros, nos recordarán lo que ya sabemos en lo profundo de nuestros corazones, y podemos empezar a darnos cuenta de los aspectos buenos y positivos de la vida. Cuando estamos de mal humor, podemos sacar energía de ellos para superar problemas y estados negativos.
Así como estar con gente negativa puede afectarte negativamente, estar con gente feliz y optimista puede aumentar nuestra conciencia y ayudarnos a salir de este estado improductivo.
7. El ejercicio de gratitud
Toma un cuaderno y un bolígrafo y encuentra un lugar tranquilo. Lista (tal como sea posible) todo lo que estás agradecido en tu vida: lo que sucedió en el pasado o en el presente, o lo que sucederá en el futuro; puede ser relaciones, amistades, oportunidades o adquisiciones materiales.
Rellene toda la página y utilice tantas páginas como tenga cosas que le agradezcan. Asegúrese de agradecer su corazón y cuerpo.
Es una manera sencilla pero poco apreciada de enfocarse en lo que realmente importa. Este ejercicio puede elevar nuestro estado de ánimo. También nos ayuda a ganar claridad y recordarnos que tenemos mucho por lo que estar agradecidos.
No importa cuán malas sean las cosas, siempre, absolutamente siempre tenemos algo por lo que estar agradecidos. Si algo, tenemos el don de la vida, la libertad de crecer, aprender, ayudar a los demás, crear, experimentar, amar. También me di cuenta de que la meditación silenciosa durante 5-10 minutos antes de este ejercicio y visualizar todo en su lista después de que el ejercicio haga el proceso más eficaz. ¡Pruébalo tú mismo!
8. Meditación.
La meditación es entrenamiento mental. Nos ayuda a calmar los ruidos en nuestro espacio mental, reducir el número de pensamientos, descubrir la sabiduría interior y, sobre todo, nos ayuda a sentir el estado divino y permanecer en él.
No importa lo que nos suceda en el nivel exterior, tenemos la capacidad de permanecer enfocados, sentir el estado de aceptación, el movimiento de la vida, la calma y el amor. Cuando estamos en este estado, somos racionales, y tenemos la claridad que se necesita para manejar fácilmente cualquier situación con un mínimo estrés en nuestro cuerpo.
9. Técnicas de respiración para la relajación
La mayoría de nosotros tenemos respiración poco profunda, y el aire sólo entra en los pulmones superiores. Los ejercicios de respiración profunda ayudarán a nuestro cerebro y cuerpo a obtener más oxígeno. Prueba esto:
Siéntate en la silla, o ponte de pie.
Asegúrese de que la ropa no presione en ningún lugar, especialmente en el estómago.
Respira. Respira.
Pon una mano en el estómago.
Cuando respiras, siente que el lifting de la mano mientras el aire llena los pulmones hasta el diafragma.
Cuando respiras, siente que tu mano vuelve a su posición original.
Calcule mentalmente sus inhalaciones y exhalaciones, alineándolos gradualmente para que tanto la inhalación como la exhalación duren el mismo número de facturas.
Poco a poco añadir otra factura en el exhale.
Continúe agregando el proyecto de ley de exhalación hasta que el plazo de vencimiento sea el doble del tiempo que la inhalación.
Repita este ritmo respiratorio 5-10 veces.
Mantén los ojos cerrados y mantén la calma unos minutos después de que termine este ejercicio.
10. ¡Risas!
No podemos reírnos y estar molestos al mismo tiempo. Cuando hacemos el movimiento físico necesitamos reír o sonreír, instantáneamente empezamos a sentirnos alegres y descuidados.
Pruébalo ahora mismo: sonríe a su más maravillosa sonrisa. ¡Necesito la sonrisa más sincera y amplia! ¿Cómo te sientes? ¿Sentiste una prisa inmediata de alegría? ¿Has olvidado tus problemas por un tiempo?
Hacer una lista de películas que te hacen reír y mantenerlos en casa. O conocer a un amigo que tiene sentido del humor y puede hacerte reír.
11. Perdón.
Le digo eso a todos mis amiguitos capullos vengativos. Sé que el pensamiento de perdonar tu “enemigo” parece contraintuitivo. Cuanto más tiempo albergas la ira, más emociones dolorosas experimentarás, mayor será la tensión en tu cuerpo y más daño causarás a tu salud y bienestar a largo plazo.
No poder perdonar a alguien es como beber veneno y esperar a que el enemigo muera. Sólo eso nunca sucederá.
12. Haga clic en la encía elástica.
Siempre usa una banda de goma elástica en la muñeca. Cada vez que notas un pensamiento que podría llevarte a un ciclo negativo aburrido, haz clic en la banda de goma. Podría doler un poco. Pero enseña nuestras mentes a evitar tales pensamientos. El dolor es un gran factor motivacional.
13. Identificar y deshacerse de sus desencadenantes
Siéntese y use la creación para escribir una lista de palabras y actividades que evocan esta emoción negativa. Tal vez es la palabra "divorce", o el nombre de alguien, o ir a un restaurante en particular.
Dense su palabra de que eliminarán cualquier mención de estos desencadenantes en su vida. Si sabemos que algo nos va a alterar, ¿por qué lo dejaríamos pasar?
14. Determinar por ti mismo lo que la ira conlleva.
Escribe lo que hiciste cuando estabas enfadado. Cuando termines con la lista, pasa por ella y cuenta el número de elementos positivos que realmente contribuyen a tu bienestar. Sí, y además, “el deseo de hacer sufrir a otra persona y experimentar dolor” no se considera “contribuir a su bienestar. ”
Este ejercicio nos ayuda a dar mayor conciencia, racionalidad y claridad a la situación.
15. Esfuérzate para completarlo. Resolver el problema.
No demore la situación sólo para “ganar” o “probar su caso”. Esto no es razonable para ninguna de las partes involucradas.
Sólo porque sucumbimos a eventos externos y elegimos conscientemente no prestar atención a ellos no significa que nos sentemos cómodamente y que otros nos pisoteen.
Tome medidas para ayudarle a dar el siguiente paso y acercar el problema. Sea proactivo y razonable. Cuanto antes resuelvas el problema, más rápido podrás liberarte mentalmente.
Fuente: justpost.com.ua
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