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Ser dignos: los principios de construir relaciones en la sociedad
Descripción: Este artículo describe los principios básicos que ayudan a mantener la dignidad y construir relaciones sanas en diferentes contextos sociales. El autor muestra cómo actuar sistemáticamente y respetuosamente, mantenerse fiel a sus valores incluso cuando interactúa con una variedad de grupos de personas.

Introducción
Cada día entramos en muchos círculos sociales: familia, trabajo, empresas amigables, comunidades virtuales, nuevos conocidos casuales. Cada uno de ellos tiene reglas no escritas, códigos culturales, matices políticos o ideológicos. ¿Necesito cambiar mi identidad dependiendo del grupo? Algunos creen que el éxito requiere “ajustarse”, otros creen que es importante mantener una identidad y principios estables. ¿Pero cómo puede ser eficaz en la comunicación? La respuesta reside en el concepto de “dignidad”: la capacidad de combinar el respeto propio con el respeto a los demás.
En este artículo hablaremos de lo que significa ser digno en varias situaciones sociales y por qué no sólo suena hermoso, sino que también trae beneficios prácticos en la construcción de relaciones. Consideraremos algunos principios clave que ayudan a una persona a mantener la integridad y la confianza, sin “intercambiar” por beneficios instantáneos y sin perder contacto con la realidad. Este material será de interés para aquellos que aspiran a desarrollarse en un entorno profesional, quieren fortalecer los lazos personales y están buscando herramientas para el comportamiento “mature” en todas las circunstancias.
Parte principal
1. Conciencia de su valor y respeto por los demás
Muchos malentendidos sociales surgen del hecho de que una persona subestima o exagera su importancia en un grupo. Como resultado, se vuelve pasivo y no protege sus intereses, o, por el contrario, comienza a dominar, suprimiendo las opiniones de otros. Ser digno Significa entender tu valor, pero también reconocer el valor de todos con los que interactúas. Es como la estabilidad interna que no necesita confirmación constante desde el exterior. Usted reconoce el derecho de la otra persona a ser individual y tener sus propias opiniones, y a cambio, usted obtiene el reconocimiento de su voz.
Los psicólogos dicen que la dignidad no debe confundirse con el orgullo. Una persona decente no grita, “¡Mira lo especial que soy!” pero bastante tranquilamente dice, “Tengo principios y talentos, respeto a los tuyos, busquemos un terreno común”. Cuando tal posición es sincera, la gente siente que se enfrenta a una persona que no necesita probar nada a cualquier costo. Esto crea un ambiente saludable para el contacto en los círculos familiares, laborales y comunitarios.
2. Consistencia de palabras y acciones
En la vida cotidiana, a menudo encontramos situaciones donde una persona dice una cosa y hace otra. "Estaré a tiempo", y es una hora tarde, "Siempre te apoyaré", y desaparece cuando necesitas ayuda. Tal brecha daña la confianza en una persona. Si quieres ser digno, coherencia Debe convertirse en una norma básica para usted: promesa, cumplimiento, y si no seguro, es mejor no prometer en absoluto.
Tal honestidad es rara en una sociedad donde todo el mundo persigue objetivos cortos y en parte justifica "pequeñas trucos". Pero es gente con reglas firmes “Yo digo que significa que sí” que ordenan confianza y respeto incluso entre aquellos que son menos consistentes. Esta reputación se construye lentamente, pero entonces no se colapsa en el primer cheque. Se puede decir que su “capital de la valía” crece con cada coincidencia de sus palabras y hechos.

3. Capacidad de escuchar sin perder la voz
A veces la gente confunde “comportamiento decente” con sacrificio o silencio. Pero no lo es. La capacidad de escuchar es el elemento más importante de cualquier comunicación: da al interlocutor espacio para hablar, no interrumpa. Sin embargo, el verdadero "listener" sigue siendo consciente de su posición. No se disuelve en opinión de otros, sino que deja el derecho al consentimiento o al desacuerdo.
Para las comunidades – equipos de trabajo, familias, grupos de interés – es importante que una persona pueda aceptar el punto de vista de otra persona, analizarlo, pero no rendirse a sus principios básicos si están convencidos de otro. La frase “Entiendo tu argumento, pero mi posición es diferente” indica una apertura al diálogo, al mismo tiempo que denota los límites: “Estoy dispuesto a escuchar, pero mis valores también están de pie”. Esto crea un sentido del respeto mutuo: nadie está tratando de “romper” al otro, pero está tratando de encontrar compromisos o entender diferencias.
4. Asumir la responsabilidad de sus decisiones
Una persona decente no culpa circunstancias u otros, sino que asume la responsabilidad de sus acciones. Cuando algo salió mal en el equipo, es mucho más fácil decir: “Fue la decisión del jefe, no soy culpable”. Pero el liderazgo y la autoestima son donde usted está dispuesto a decir, "Sí, esa fue mi decisión/mi acción." La gente termina confiando más porque ven que no estás escondido detrás de la espalda de otras personas.
Incluso si la solución resultó ser imperfecta, admitir un error, una disposición para corregir y seguir adelante es un signo de madurez. En otras palabras, una persona confirma su independencia: “Yo controlo mi destino, así que acepto las consecuencias. ” Así,Usted levanta su autoridad y libera a otros de tener que buscar un chivo expiatorio.

5. Actitud madura ante la crítica y el conflicto
Crítica Es una parte inevitable de cualquier vida social. Cómo reaccionamos a ella muestra nuestra resiliencia interior. El comportamiento decente no implica una negación obstinada o una respuesta agresiva, sino un análisis de: "¿Puede el crítico tener razón sobre algo?" Al mismo tiempo, usted debe ser capaz de distinguir comentarios constructivos de ataques destructivos.
A veces en una situación de conflicto hay una tentación de descender a insultos, sarcasmo, “dicios sucios”. Pero esto destruye la imagen de una persona “espíritu fuerte”. Incluso en la confrontación, se puede comportar con moderación, mantenerse al nivel de argumentos, evitando ataques personales. Sí, es difícil, porque las emociones son tan altas, pero si aprendes a traducir la intensidad en un formato cortés, salvarás la cara y crecerás a los ojos de los demás.
6. Flexibilidad sin pérdida de principios
Es importante recordar que “una persona decente” no es igual “obstinado e inflexible”. A menudo es necesario encontrar compromisos, cambiar detalles, si no contradice las actitudes principales. La flexibilidad significa que usted está dispuesto a personalizar los detalles en aras del resultado general o la comodidad de otro, pero no traicionar sus valores fundamentales.
Por ejemplo, un trabajo ofreció un proyecto que no cumple algunas convicciones morales. Usted discute los términos, busque cómo se puede adaptar el proyecto. Si es imposible conducirlo a tu manera, te niegas, pero sin tirones. Ese es el equilibrio: eres flexible, escuchas frases, pero cuando se trata de "prohibiciones en principio", dicen sin cuidado sino firmemente.
7. Contribuir al “bien común” de la comunidad
Cada grupo, ya sea un equipo de trabajo o una organización comunitaria, valora a los participantes que no sólo piensan en sí mismos. El comportamiento decente significa que ves valor. colectivo contribución. No es sacrificio, sino una comprensión de un propósito común. Al ayudar a la otra persona a “golpear” o ofrecer una idea que sea útil para todos, fortaleces tu propia posición. Colleagues, amigos, vecinos eventualmente se recitan, y se forman fuertes lazos.
Estudios sociales muestran que las comunidades donde las personas actúan sobre el principio de “ganar” crecen más resilientes. Una persona que siempre persigue sólo ganancia personal puede ganar por un corto tiempo, pero a largo plazo es poco probable que mantenga una reputación positiva. Ser digno en una comunidad significa aferrarse a estrategias que tienen en cuenta intereses individuales y compartidos.
8. Quedarse igualmente digno en todos los círculos
Podemos interactuar en la familia, en el entorno profesional y en redes sociales heterogéneas. Si eres la misma persona en todas partes, sin usar máscaras para cada audiencia, la gente ve tu integridad con el tiempo. Por supuesto, el formato de comunicación (complejidad de términos, temas) puede variar. Pero... principios Eres educado, responsable, guarda tu palabra, no te permitas ser manipulado.
Cuando una persona conduce una vida doble (en el trabajo – “disciplinado”, en casa – “discouraged”, en un círculo amistoso – “muy cínico”), esto conduce a la confusión y al conflicto interno. “Pseudolicidad”, cambiando de contexto a contexto, destruye el sentido del ser y la confianza de los seres queridos. En cambio, toda una persona crea una “zona segura” a su alrededor: la gente sabe qué esperar, por lo que quieren lidiar con usted.
Conclusión
“Ser digno” no es una frase pomposa, sino una herramienta práctica para construir relaciones sanas con nosotros mismos y con las comunidades en las que participamos. La dignidad incluye la honestidad de las palabras, la disposición al diálogo, el respeto a las fronteras, pero también la defensa de los principios propios. Hoy, cuando tenemos que maniobrar entre diferentes círculos culturales y sociales (incluidos los digitales), es aún más importante seguir siendo una persona entera, no sacrificar nuestros valores en busca de ganancias a corto plazo.
La aplicación de estos principios evitará muchos conflictos y aumentará el respeto por usted como persona confiable. Con este enfoque, usted puede comportarse igualmente decentemente con amigos sobre una taza de té, y con superiores en una reunión, y con extraños en la red. Una persona que domina este arte, es más fácil sobrevivir a las crisis, afecta suavemente al medio ambiente, inspirando la decencia mutua. Tema básico: La dignidad crea una base de confianza – un recurso indispensable en la sociedad actual, que tan desesperadamente necesita gente confiable.
Glosario
- DignidadConciencia del propio valor, combinado con el respeto a los demás y sus límites personales.
- AutoestimaEvaluación subjetiva de la propia personalidad, cualidades y significado de una persona.
- ReputaciónUn conjunto de opiniones y evaluaciones de otros respecto a cualidades personales, comportamiento, logros de una persona.
- ConflictoUn conflicto o conflicto de intereses entre individuos o grupos que pueden convertirse en oposición abierta.
- Empatía.La capacidad de una persona para comprender y sentir emocionalmente las experiencias de otra, para “ponerse en su lugar. ”
- FlexibilidadLa capacidad de adaptarse a circunstancias cambiantes sin renunciar a los valores básicos.
- AudienciaPercepción activa y atenta del discurso de otra persona para comprender la esencia, y no sólo esperar una pausa.
- Autenticidad (autenticidad)Conformidad del comportamiento humano a sus sentimientos y creencias reales, la ausencia de roles artificiales.
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