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El veneno que vive en tu cerebro durante 3 años
Descripción: El artículo describe cómo algunas actitudes y emociones negativas pueden permanecer en el cerebro durante mucho tiempo e influir en los escenarios de la vida. El autor muestra por qué algunas personas logran los resultados deseados, mientras que otras se quedan atrapadas en quejas de que “no se les dio algo” o “no se les proporcionó”. El lector recibe consejos prácticos sobre la identificación y superación de tales creencias tóxicas que pueden “vivir” en el cerebro durante años.
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Introducción
¿Por qué algunas personas se mueven hacia las metas, a veces creando algo de la nada, y otros siempre son “escasos”, “alguien no les dio” o “menos”? ¿Y cómo es que ciertos pensamientos negativos pueden permanecer en nuestro cerebro durante años, envenenando no sólo nuestras motivaciones sino también nuestras relaciones? Parece que algunas de las actitudes internas viven dentro de nosotros durante años, impidiéndonos literalmente desarrollarnos.
Imagina que tu cerebro es un magnífico jardín donde florecen ideas, planes, sueños. Sin embargo, puede haber malas hierbas en este jardín – creencias negativas y resentimientos que, según algunos estudios, pueden existir en forma pasiva durante mucho tiempo. No estamos hablando del banal “Estoy de mal humor hoy”, sino de programas profundos que pueden permanecer activos (o semiactivos) en el cerebro durante hasta tres años, y a veces más. Todo este tiempo, socavan silenciosamente nuestra confianza, nuestra fe en nosotros mismos, nuestra capacidad de establecer y alcanzar metas.
Para entender cómo se forman estas creencias tóxicas a largo plazo, y lo más importante, cómo detectarlas y “desarmarlas”, vale la pena examinar la cuestión desde la perspectiva de la neurociencia, la psicología y la influencia social. En este artículo, vamos a discutir los detalles de tal “veneno en el cerebro”, cómo afecta la vida y qué pasos ayudarán a deshacerse de este equipaje, que a veces no merecidamente “tendía” durante años.
Parte principal
1. El fenómeno de los programas negativos de larga vida
¿Has notado que a veces incluso después de una reconciliación o un cambio en las circunstancias, todavía hay fragmentos de negatividad en tu cabeza? Por ejemplo, una vez que el jefe dijo una frase ofensiva o un amigo traicionó tus expectativas, y parecería que la vida se mueve, pero dentro de ti periódicamente aparece un sentimiento amargo – “y él (a) estaba equivocado!”. Si tales emociones son retocadas (incluso mentalmente) como mantra, una red estable de conexiones neuronales se forma responsable de la reproducción de este resentimiento.
Según algunas investigaciones en psicología cognitiva, los recuerdos asociados a experiencias emocionales fuertes pueden ser sellados particularmente profundamente. Cada vez que recreamos una situación y reaccionamos emocionalmente a ella, alimentamos estos circuitos neuronales. Como resultado, se convierte en parte de nuestro sistema de creencias: “Siempre me tratan así”, “Estoy infravalorado”, “Nunca ganaré respeto. ”
Razones por las que estos pensamientos “venenos” duran mucho tiempo:
- Falta de trabajo. Cuando no entendemos el conflicto, no busquen una solución, las emociones pueden ser preservadas en el subconsciente.
- La auto-deprección constante. Las personas propensos a autocrítica a menudo alimentan escenarios negativos, lo que mejora su “vivir” en el cerebro.
- Confirmación del entorno. Si hay gente alrededor que apoya quejas y negatividad, "flores y olores". Por ejemplo, amigos que también les gusta culpar a todo, fortalecen aún más su confianza de que el mundo es injusto para ustedes.
Al final, este “veneno” se convierte en un hábito de pensar y ver el mundo a través del prisma del resentimiento y la falta de algo. Una persona se queja de que algo “no se dio, no se proporcionó”, se absolvió efectivamente de la responsabilidad por los cambios.
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2. El mecanismo de la “víctima” y “autor” de sus vidas
¿Por qué algunas personas hacen las cosas por sí mismas, mientras que otras hacen las cosas de manera diferente? Los psicólogos a veces utilizan el modelo de “victim” y “autor” (o “creador”) en el contexto de los escenarios de vida.
- Victim. Una persona que tiende a ver las causas de sus problemas fuera: “No me dieron”, “No me ofrecieron”, “No me apreció”. Las víctimas dependen de la ayuda externa, no de sus propios recursos internos. Es pasiva, porque cree que poco depende de sus propias acciones.
- Autor (creador). Buscan oportunidades y recursos, no excusas. Si algo no se da, pregunta: "¿Qué puedo hacer yo mismo?" ¿Dónde puedo conseguir lo que necesito? En lugar de culpar al mundo exterior, el autor construye un plan de acción utilizando las oportunidades y los conocimientos disponibles.
Curiosamente, la transición entre estas dos posiciones (la víctima y el autor) es principalmente un cambio de creencia que ocurre en nuestras cabezas. Uno podría decir que un programa “poisonoso” es un entorno de víctimas que dice, “No tengo los recursos, no puedo hacer una diferencia”, o “Todo el mundo es culpable”. La actitud del autor: “Sí, a veces no todo es perfecto, pero ¿cómo puedo influenciarlo? ”
La diferencia es que la víctima no ve ninguna razón para cambiar, mientras que el autor percibe fallos como retos y busca soluciones. La presencia en el cerebro de estas creencias a largo plazo afecta directamente si estaremos satisfechos con la vida o permaneceremos en interminables quejas y reclamaciones.
3. ¿De dónde viene el veneno que vive tres años?
Algunas fuentes mencionan un período aproximado de tres años (o más), durante el cual una actitud negativa puede afectar activamente nuestro comportamiento si se alimenta constantemente. ¿Por qué tres?
- Repetición de la experiencia. Cuando una persona regresa a un antiguo resentimiento o creencia negativa regularmente, por ejemplo una vez cada pocos días, este “programa” se fija. Esencialmente, es como entrenar músculos – cuanto más a menudo se repite, más fuerte el músculo.
- Justificación retrospectiva. Nos gusta encontrar confirmación de nuestras creencias. Si usted cree que “siempre está privado”, notará cualquier situación donde algo salió mal a su favor, ignorando ejemplos conflictivos.
- Combinando con otras creencias negativas. Una "semilla venenosa" puede atraer semejantes: desconfianza del mundo, confianza en su insignificancia, enojo a los seres queridos. Todo esto se fusiona en un negativo general, del cual es difícil salir.
Es importante darse cuenta de que tales pensamientos tóxicos no son “una vez y para todos” dados. El cerebro sigue siendo neuroplásico, por lo que podemos “reestablecer” y deshacernos de este “programa” paso a paso. Pero primero necesitamos reconocer su presencia e influencia destructiva.
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4. ¿Cómo identifica este programa tóxico?
A veces ni siquiera nos damos cuenta de que hay una “infección” similar dentro de nosotros porque estamos acostumbrados a culpar circunstancias u otras personas. Sin embargo, hay varios signos que indican la presencia de una vieja actitud negativa:
- Pensamientos periódicos "Yo nunca ...", "siempre es así conmigo ..." Si nota la palabra “nunca” o “siempre” en su discurso o pensamiento, refiriéndose a una experiencia negativa.
- Denuncias frecuentes. Constante “No puedo hacerlo”, “Nadie ayuda”, “He sido decepcionado” – una señal que tiende a ser una víctima.
- Falta de nuevos proyectos e iniciativas. Si no has cambiado tu trabajo durante años o has probado algo nuevo en tu vida, a menudo puede ser debido a programas profundos que bloquean el riesgo y el desarrollo.
- Sentirse resentido o enfadado por los mismos acontecimientos pasados. Usted puede encontrar que meses o años después, todavía se siente molesto cuando usted piensa en una situación particular.
Si al menos un punto responde a ti, piensa: tal vez este mismo “veneno” (resentimiento antiguo, creencia en la injusticia, incredulidad en ti mismo) realmente “vive” en tu cabeza.
5. Cinco pasos para “Deconstruir” Este veneno de pensamiento
Paso 1: Reconocer el problema. A menos que admitamos a nosotros mismos que estamos constantemente sosteniendo una vieja creencia negativa en nuestras mentes, ningún cambio comenzará. La conciencia es la primera clave.
Paso 2: Ponlo en papel. Trate de escribir todas las quejas, resentimientos, temores asociados con la sensación de que “no me dieron algo”, “no recibí algo (a)”. Cuando los pensamientos se vuelven visibles, nos damos cuenta de ellos.
Paso 3: Cambiar a la posición del autor. Haga la pregunta, “¿Qué puedo hacer para arreglar la situación o seguir adelante sin esperar misericordia de otros?” Esto destruye la ilusión de la autoayuda y evita que el “programa de víctimas” se refuerce.
Paso 4: Trabajar en diálogo o con un profesional. A veces es suficiente hablar de tus viejos reclamos con alguien en quien confías: un amigo o psicólogo. Si el caso es complejo, el terapeuta le ayudará a encontrar la raíz de la creencia y trabajar a través de ella.
Paso 5: Apoyo regular para nuevas creencias. Así como un pensamiento tóxico “vive” durante muchos años, una nueva actitud constructiva (por ejemplo, “Puedo cambiar mucho”) también toma tiempo para tomar posesión. Practicar afirmaciones, recordarte a ti mismo momentos en que te enfrentaste.
Conclusión
Por lo tanto, “el veneno que vive en su cerebro durante tres años” no es sólo una metáfora, sino un fenómeno real, reflejando la existencia a largo plazo de creencias negativas y resentimientos que generan sentimientos de desamparo y afirman al mundo. Tales pensamientos pueden socavar cualquier iniciativa, fortaleciendo la posición de la “víctima”, cuando atribuimos todos los fracasos a las circunstancias. Mientras tanto, hay otro paradigma cercano: el paradigma del "autor de su vida", donde una persona está dispuesta a asumir la responsabilidad de sus acciones, cambiar estrategias y aprender cosas nuevas.
Si encuentras los comienzos de programas tóxicos de larga vida, no te desesperes. El cerebro sigue siendo flexible (neuroplásico) durante toda la vida. Podemos reescribir escenarios internos si somos conscientes, involucrarnos en la introspección y, si es necesario, utilizar la ayuda de especialistas. La idea clave no es dejar que una actitud negativa "pobla" tu mente durante años, sino identificarla y eliminarla a tiempo.
Recuerde que incluso si usted no consigue suficiente (atención, apoyo, recursos materiales), usted tiene la capacidad de aprender y avanzar. Es importante dejar de alimentar su resentimiento, en lugar de tomar acción real. Pasar de “¿Por qué no lo conseguí?” a “¿Qué puedo hacer para conseguirlo?” es como tocar un interruptor que cambia la calidad de vida.
Su cerebro puede ser un hermoso jardín donde las ideas y los planes crecen. O podría ser un "conciente de viejas quejas" y decepciones. Depende de ti.
Glosario
- NeuroplicidadLa capacidad de las redes neuronales en el cerebro para cambiar y reconstruir a lo largo de la vida de una persona.
- Instalación de la víctimaUna posición psicológica en la que una persona ve las causas del fracaso en factores externos y no asume la responsabilidad de los cambios.
- Instalación del autor (creador)La posición opuesta de la víctima, en la que el individuo se percibe como iniciador y reconoce su propia capacidad de influir en la situación.
- Psicología cognitivaUna rama de psicología que estudia los procesos de pensamiento, memoria, percepción y formación de creencias.
- Afirmaciones.Short positive statements that a person repeats regularly to reinforce wish beliefs.
- Síndrome de auto-deprecciónUna sensación persistente de que una persona es “indigno”, “incompetente”, acompañada de autocrítica constante.
- Efecto de confirmaciónLa tendencia de una persona a notar información que confirma sus creencias ya existentes e ignora los hechos contradictorios.
- PsicoterapiaAyuda profesional de un especialista (psicoterapeuta, psicólogo), dirigida a identificar y elaborar problemas de pensamiento, emociones y comportamiento.