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Bioplástico en chitín crevetok+video
Cada año se producen más de 300 millones de toneladas de plástico, pero sólo se recicla alrededor del 3% de los residuos plásticos. La basura plástica, el embalaje y las botellas son simplemente arrojados y contaminarán el medio ambiente durante siglos por venir. Sólo en el Pacífico Norte, los peces absorben 24.000 toneladas de plástico cada año.
Los bioplásticos, una alternativa verde a los plásticos derivados del petróleo, contienen alguna forma de materiales basados en plantas, pero incluso los plásticos verdes a menudo no se descomponen completamente en los vertederos. Investigadores del Instituto Wyss de Harvard para Ingeniería Biológicamente Inspirada podrían haber resuelto este problema proponiendo una nueva tecnología para hacer bioplásticos de cáscaras de camarones que descomponen completamente en la naturaleza.
Chitosan - una forma de chitín - es el componente principal de los cáscaras de crustáceos, insectos, alas de mariposa y uno de los materiales orgánicos más comunes de nuestro planeta. La mayoría de la chitina disponible en el mundo se encuentra en cáscaras de camarón, que a veces se utilizan en fertilizantes, cosméticos o suplementos dietéticos.
“Los pequeños crustáceos en zooplancton solo producen mil millones de toneladas de chitina al año”, dijo Javier Fernández, investigador. En otras palabras, en los últimos 12 meses, han producido la misma cantidad de chitín que hemos liberado plástico desde 2009.
Dirigido por Fernandez y el fundador y director de Wyss Dr. Don Ingber, los investigadores han desarrollado una manera de procesar el material y producir grandes objetos tridimensionales que se descomponen rápidamente y sin un rastro en la naturaleza, especialmente en suelo húmedo y en presencia de los microorganismos adecuados. Los científicos creen que con el tiempo, su invención se utilizará para fabricar bolsas de plástico, embalaje e incluso pañales biodegradables.
En comparación con los plásticos petrolíferos, el material basado en chitosan no tiene resistencia al agua natural y requiere un recubrimiento de cera para crear una barrera de agua.
Creado por primera vez hace dos años, un material llamado “shrilk” está experimentando un renacimiento. Si las proteínas de seda fueron utilizadas originalmente para su fabricación, además de la chitina de cáscaras de camarones, ahora los científicos han encontrado una manera de deshacerse de ella, lo que hace la producción de bioplásticos mucho más fácil y barato. Según Fernández, sólo se requiere agua y una solución de ácido acético débil, inferior al 1%, para producir plástico quitosano.
En la producción de productos del nuevo material se pueden utilizar tecnologías de fundición e inyección existentes.
Facepla.net basado en material CBS
Fuente: facepla.net
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