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7 cosas molestas que haces porque siempre quieres tener razón

Todos estamos familiarizados con el tipo de personas que pueden ser desafiadas. Cada conversación se convierte en un campo de batalla donde el objetivo principal es probarse a cualquier costo. ¿Y si esa persona es usted? Estudios psicológicos muestran que el deseo de tener razón a toda costa puede envenenar seriamente las relaciones y causar estrés crónico en otros. Descubre qué hábitos molestos puedes cultivar inconscientemente por miedo a admitir que estás equivocado, y aprende a manejarlos antes de que te controlen.
¿Por qué estamos tan ansiosos de tener razón?
Antes de sumergirse en las manifestaciones específicas de esta tendencia, es importante entender sus raíces psicológicas. Según investigaciones publicadas en la Revista de Personalidad y Psicología Social, nuestro deseo de ser correcto está vinculado a mecanismos básicos para proteger la autoestima y prevenir la disonancia cognitiva.
Admitir estar equivocado activa las mismas áreas del cerebro como dolor físico. Evolutivamente, nuestros cerebros están diseñados para proteger no sólo la integridad física del cuerpo, sino también construcciones psicológicas, incluyendo la imagen de nosotros mismos como una persona competente.
Comprender que el impulso a tener razón tiene una profunda base neurobiológica nos ayuda a tratar este problema con mayor empatía. Pero eso no significa que debamos dejar que ese impulso controle nuestro comportamiento e interrumpa nuestras relaciones.
7 manifestaciones molestosas del deseo de ser correcto
1a
Interrupción del interlocutor en media palabra
Una de las manifestaciones más obvias y molestas del deseo de ser correcto es el hábito de interrumpir a otros. Cuando escuchamos algo con lo que discrepamos, o de repente encontramos un defecto en el argumento del interlocutor, el cerebro parece encender una sirena alarmante. La impaciencia para corregir el "error" se vuelve tan fuerte que no podemos esperar nuestro turno para hablar.
Alerta: ¿Notas que la gente a menudo te dice, “Déjame terminar” o “no he terminado todavía”? Esto es una señal de que tienes el hábito de interrumpir.
Cómo arreglar: Practica la escucha activa. Haz una regla para ti mismo: después de que el interlocutor haya terminado de hablar, pausa durante 3 segundos antes de comenzar tu respuesta. Esto no sólo ayudará a evitar interrupciones, sino que también dará tiempo para reflexionar sobre lo que se escuchó.
2.
Audiencia selectiva
Cuando estamos obsesionados con la idea de tener razón, a menudo escuchamos selectivamente, prestando atención sólo a las partes de su discurso que pueden ser refutadas. La investigación sobre psicología cognitiva muestra que esta es una manifestación de prejuicios confirmatorios: la tendencia a buscar información que confirme nuestras creencias e ignore lo que las contradice.

Implications: La escucha selectiva no sólo irrita al interlocutor, sino que también reduce seriamente la calidad de la comunicación. Usted puede perder información importante o malinterpretar lo que se ha dicho, dando lugar a aún más malentendidos.
Cómo arreglar: Práctica parafraseando. Antes de expresar desacuerdo, repita el argumento del interlocutor en sus propias palabras: “Si entiendo correctamente, dices eso...” Te hará escuchar y comprender la posición del oponente.
3
Impacer la experiencia de otra persona
Cuando nos esforzamos por tener razón, tendemos a devaluar las experiencias de otras personas, especialmente si contradicen nuestras creencias. “Es sólo su opinión subjetiva”, “Te pareció”, “Estás exagerando emocionalmente”, tales frases a menudo sirven para desacreditar el punto de vista de otra persona sin la necesidad de una consideración seria.
Según un metaanálisis de los patrones de comunicación, la depreciación de la experiencia de otra persona es uno de los elementos más tóxicos de la comunicación, que reduce significativamente la confianza y la apertura en las relaciones.
Cómo arreglar: Haz una regla para ti mismo: la experiencia y los sentimientos de otra persona no están sujetos a disputa. Usted no puede estar de acuerdo con sus conclusiones o interpretaciones, pero el hecho de que una persona ha sentido o experimentado algo debe tomarse por sentado.
4.
Twisting arguments
Una de las tácticas más intelectualmente deshonestas es la distorsión deliberada o involuntaria de los argumentos de un oponente. Esto se manifiesta en la simplificación de argumentos complejos, trayéndolos al absurdo o atribuyendo a las posiciones interlocutoras a las que no se adhirió. Lógicamente, esto se llama el “discurso descarado” – creamos una caricatura de la posición del oponente, que es fácil de refutar.
Los errores lógicos de este tipo suelen ir acompañados de frases como: “Así que quieres decir que...”, seguido de una versión radicalizada o simplificada del argumento del interlocutor.
Cómo arreglar: Lucha contra tu propia interpretación de lo que dijo el interlocutor. Rephrase sus pensamientos lo más simpático posible, tratando de presentar sus argumentos en la forma más fuerte, y no en la más fácil de refutar.
5
Transición a las personalidades
Cuando los argumentos terminan y el deseo de ser correcto permanece, a menudo hay un cambio de discutir ideas para criticar la personalidad del oponente. Esto puede manifestarse tanto en forma de insultos directos como en forma de manipulaciones más sutiles: indicios de incompetencia, falta de experiencia o parcialidad del interlocutor.
¿Por qué está pasando esto? Los psicólogos cognitivos atribuyen esto a la respuesta protectora del cerebro. Cuando nuestras creencias están amenazadas, atacar la fuente de la amenaza parece ser una estrategia eficaz para defenderlas.
Cómo arreglar: Establezca una regla estricta para usted: discuta ideas, no personas. Si te encuentras queriendo señalar la incompetencia de tu oponente u otras cualidades personales, detente y regresa al argumento.
6
Incapacidad de decir "No lo sé"

Las personas obsesionadas con tener razón a menudo tienen un miedo patológico de admitir a la ignorancia. Esto da lugar a que expresen opiniones seguras sobre cuestiones que son poco comprendidas o que inventan pseudo-factos sobre la marcha.
El estudio de efecto Dunning-Kruger muestra que cuanto menos sepa una persona sobre un tema, más confianza pueden hablar de ello. Esto se debe al hecho de que la falta de conocimiento no le permite evaluar adecuadamente su propia competencia.
Cómo arreglar: Practica la humildad intelectual. La frase “no lo sé, pero puedo aprender” no muestra debilidad, sino madurez y honestidad. Reconocer los límites de su conocimiento es el primer paso para expandirlos.
7
Incapacidad de admitir tu error
La quintaesencia de ser correcto es una voluntad categórica de admitir sus propios errores. Esto se manifiesta en excusas, cambiando la responsabilidad, encontrando causas externas del fracaso, o incluso en la negación completa de lo obvio.
Paradójicamente, la incapacidad de admitir un error no aumenta, pero reduce la autoridad de una persona a los ojos de otros. Los estudios muestran que las personas que son capaces de admitir honestamente sus errores son más confiables y respetados.
Cómo arreglar: Empieza pequeña. Práctica admitiendo errores menores para desarrollar gradualmente la comodidad con admitir errores más graves. Recuerde que es imposible tener razón al 100% del tiempo, y esforzarse por ello es un camino directo a la distorsión cognitiva y el autoengaño.
¿Por qué es tan importante trabajar en este hábito?
El deseo de tener siempre razón tiene graves consecuencias para nuestro bienestar psicológico y calidad de relación.
- Exclusión social La gente trata de evitar a aquellos que constantemente cuestionan sus opiniones y devaluan su experiencia.
- La distorsión de la realidad Para mantener la ilusión de ser correctos, nos vemos obligados a ignorar o distorsionar hechos contradictorios.
- Un obstáculo para el crecimiento personal Sin reconocer errores, nos privamos de la oportunidad de aprender de ellos.
- Estreso crónico Defender constantemente su posición requiere recursos emocionales significativos.
Deshacerse de la necesidad de tener siempre razón no es una tarea fácil, pero cada paso en esta dirección mejora significativamente la calidad de nuestras relaciones y el nivel de comodidad psicológica. Recuerde que el verdadero poder no reside en nunca cometer errores, sino en la capacidad de reconocer y aprender de sus errores.
Aprende a valorar el diálogo sobre el monólogo, la comprensión sobre la convicción y la conexión sobre la justicia. A menudo en un argumento usted puede ser correcto en los méritos, pero perder en una relación. La investigación muestra que en sus lechos de muerte, la gente rara vez lamenta perder argumentos, pero a menudo lamenta una relación rota.
Glosario
Disonancia cognitiva
Incomodidad psicológica que ocurre cuando las ideas, creencias o valores conflictivos chocan. A menudo, el cerebro tiende a reducir esta incomodidad rechazando nueva información que contradice las opiniones establecidas.
Sesgo de confirmación (sesgo de confirmación)
La tendencia a buscar, interpretar y recordar información de una manera que confirme creencias o hipótesis preexistentes. Uno de los sesgos cognitivos más comunes.
Discusión de relleno de paja
El error lógico consiste en una distorsión deliberada de la posición del oponente para facilitar la refutación. Se llama así porque es más fácil tratar con un argumento artificialmente creado “estuffed” que con un argumento real.
El efecto Dunning-Kruger
El sesgo metacognitivo, en el que las personas con bajos niveles de competencia en un campo particular tienden a sobreestimar sus habilidades, y los expertos, por el contrario, subestiman. Es nombrado por los investigadores David Dunning y Justin Kruger.
humildad intelectual
La capacidad de comprender los límites de su conocimiento y competencia. Se trata de una disposición para admitir errores, una apertura a nuevas ideas y críticas, y un entendimiento de que el conocimiento es un proceso continuo, no un estado fijo.
Audición activa
Una técnica de comunicación en la que el oyente se concentra plenamente en el altavoz, comprende el mensaje, lo recuerda y responde apropiadamente. Incluye señales de atención no verbales, aclarando preguntas y parafraseando lo que se escuchó.
Audiencia selectiva
El proceso por el cual una persona filtra la información, prestando atención sólo a lo que es consistente con sus creencias o intereses, e ignorando al resto.
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