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11 Comportamientos que sigues porque no tienes a nadie en quien confiar

La vida es un mentor impredecible. Enseña lecciones que dan forma a nuestra cosmovisión y comportamiento durante años por venir. Una de las lecciones más fundamentales que muchos aprenden muy temprano es la realización que a veces sólo se puede confiar en ti mismo. Cuando el apoyo de los demás es inconstante o ausente, nos adaptamos desarrollando comportamientos específicos que nos ayudan a sobrevivir y a funcionar en el mundo. Estos modelos se convierten en parte integral de la personalidad, influenciando decisiones y relaciones con otros.
En este artículo, vamos a ver 11 comportamientos característicos que indican que usted está acostumbrado a confiar exclusivamente en sí mismo. Usted puede reconocerse en algunos de ellos, y este será el primer paso hacia una autocomprensión más profunda y, si es necesario, la transformación de estos patrones.
1. Hiperdependencia y dificultades con la delegación
Uno de los signos más obvios de confiar en ti mismo es una incapacidad crónica para delegar tareas. Sinceramente cree que es mejor hacer cualquier trabajo usted mismo, de lo contrario el resultado no cumplirá sus estándares o, aún peor, la tarea no será completada en absoluto.
Un estudio realizado por la American Psychological Association muestra que las personas con experiencias traumáticas de expectativas incumplidas de otros son 2,5 veces más propensos a mostrar signos de independencia patológica en esferas profesionales y personales.
Consejos prácticos:
Comienza la delegación pequeña. Elige una tarea de baja importancia y encomendarla a alguien del medio ambiente. Incluso si el resultado no es perfecto, lo vea como entrenamiento de confianza, no como confirmación de sus preocupaciones.
2. La moderación y el bloqueo de la vulnerabilidad
Cuando una persona no tiene a nadie en quien confiar, la vulnerabilidad emocional se percibe como un peligro potencial. Usted controla cuidadosamente las emociones, rara vez se permite llorar delante de otros, y evitar situaciones que requieren apertura emocional.
Este es un tipo de mecanismo de defensa: si nadie ve su dolor o debilidad, nadie será capaz de usarlo en su contra, o, igual que importante, nadie se decepcionará en usted debido a su "debilidad. ”

La paradoja es que la moderación emocional, inicialmente dirigida a la autodefensa, puede con el tiempo convertirse en un obstáculo para la formación de conexiones interpersonales profundas que podrían convertirse en una fuente de apoyo.
Consejos prácticos:
Práctica de vulnerabilidad controlada. Comience con una persona de confianza o especialista, revelando gradualmente sus verdaderos sentimientos. Mantenga un diario emocional si la comunicación directa parece demasiado difícil al principio.
3. Preparación excesiva para escenarios peores
Las personas que no tienen a nadie en quien confiar a menudo desarrollan una capacidad casi intuitiva para anticipar problemas potenciales y prepararse para ellos de antemano. Esto se refleja en el análisis continuo de riesgos, la presencia de un “plan B” e incluso un “plan B”, y la preferencia de ser seguro en lugar de subestimar las dificultades posibles.
Según la investigación en psicología del estrés, este enfoque puede ser adaptable a corto plazo, evitando grandes conmociones. Sin embargo, la exposición prolongada al modo de espera de desastres agota los recursos psicológicos y puede provocar ansiedad crónica.
Consejos prácticos:
Establecer límites razonables para prepararse para escenarios negativos. Pregúntate. “¿Cuán probable es este resultado negativo?” y “¿Seré capaz de hacer frente a la situación si ocurre, incluso sin previa preparación detallada? ”
4. Perfección como forma de protección
El perfeccionismo en personas que confían en sí mismas a menudo tiene profundas raíces. No es sólo una búsqueda de la excelencia para un alto logro. Es una estrategia de supervivencia basada en la creencia, “Si soy perfecto, nada puede ir mal, y no necesitaré la ayuda de nadie. ”
Usted establece altos estándares inalcanzables para usted mismo, revise cuidadosamente su trabajo, experimente gran incomodidad en los más mínimos errores y reacciona muy negativamente a la crítica, incluso si es constructivo.
Consejos prácticos:
Practica la mediocridad consciente en tareas insignificantes. Intencionalmente hacer algo “justo lo suficientemente bueno” en lugar de perfecto. Observe sus sentimientos antes, durante y después de este experimento. Con el tiempo, usted puede encontrar que el mundo no colapsa de la imperfección.
5. Dificultad para aceptar ayuda y gratitud
Cuando usted ha tenido que lidiar con cosas por su cuenta durante años, un simple “sí” en respuesta a una oferta de ayuda puede causar malestar físico. Usted percibe la ayuda como un signo de su propio fracaso o debilidad.
Estudios neurobiológicos muestran un patrón interesante: personas que rechazan crónicamente el apoyo de otros, hay mayor actividad en áreas del cerebro asociadas con la percepción de la amenaza, cuando reciben ofertas de ayuda.

Consejos prácticos:
Empieza a practicar tomando un poco de ayuda en situaciones cotidianas. Cuando alguien ofrece para ayudar a entregar paquetes o darle un paseo, trate de decir “sí” en lugar de lo habitual “gracias, puedo manejarlo”. Entonces tenga en cuenta cómo afecta su sentido de sí mismo y relación con esa persona.
6. Vigilancia constante en las relaciones
Las personas que confían sólo en sí mismas a menudo están en un estado de mayor vigilancia en las relaciones. Usted está constantemente buscando señales de que la otra persona podría decepcionar, analizando cada palabra y acción que usted dice para el engaño potencial o la traición.
Esta hipervigilancia es una consecuencia natural de las frustraciones repetidas y la falta de apoyo confiable en el pasado. Sin embargo, crea una carga emocional significativa y puede convertirse en una profecía autocumplidora, alienando a las personas que podrían convertirse en socios o amigos confiables.
Consejos prácticos:
Haz un seguimiento de cuando tu vigilancia se activa y pregúntate a ti mismo: “¿Mi reacción se basa en la situación actual o en la experiencia pasada?” Practica técnicas de puesta en tierra para volver al momento presente si te das cuenta de que estás reaccionando a los fantasmas del pasado.
7. Workaholismo y problemas con el descanso
Cuando usted sabe que sólo puede contar con usted mismo, el trabajo se convierte no sólo en una forma de auto-realización, sino también en una garantía de seguridad e independencia. Esto a menudo resulta en que trabajas más de lo que necesitas, te sientes culpable mientras descansas y vinculas tu valor como persona a la productividad.
Las estadísticas muestran que las personas con altos niveles de independencia tienen un riesgo de quemadura profesional 35% debido a la dificultad de establecer un equilibrio saludable entre el trabajo y el descanso.
Consejos prácticos:
Comience por planificar períodos cortos de recuperación. Ponga 15-30 minutos diarios para actividades no productivas. Aumentar gradualmente esta vez notando el impacto positivo del descanso en su eficiencia y bienestar general.
8. Precaución financiera excesiva
Las personas que se utilizan para confiar sólo en sí mismas a menudo muestran mayor precaución en asuntos financieros. Usted puede tener múltiples airbags, planificar su presupuesto cuidadosamente, y sentirse incómodo con el gasto grande, incluso si está totalmente justificado.
Aunque la responsabilidad financiera es sin duda un rasgo positivo, el sobresalir puede conducir al hecho de que usted se priva de muchas de las alegrías y oportunidades que requieren inversión financiera.
Consejos prácticos:
Cree en su presupuesto una categoría de “gastos irracionales planeados” – fondos que usted permite gastar en algo agradable sin posterior auto-negro. Comience con una pequeña cantidad y aumente gradualmente, observando cómo su actitud hacia los cambios financieros.
9. Dificultades para construir relaciones profundas
Cuando estás acostumbrado a confiar sólo en ti mismo, las conexiones emocionales profundas pueden parecer no sólo innecesarias sino potencialmente peligrosas. Usted mantiene una cierta distancia emocional, hace que las amistades sean más fáciles que las relaciones estrechas, y puede distanciarse instantáneamente al primer signo de posible decepción.
Al hacerlo, usted puede realmente desear intimidad, pero encontrar que sus mecanismos de defensa se activan automáticamente a medida que la relación comienza a profundizar.
Consejos prácticos:
Practica gradualmente profundizando la relación. Identifique a alguien en su entorno con quien se sienta relativamente cómodo, y comparta conscientemente pensamientos y sentimientos más y más personales con ellos, rastreando sus reacciones al proceso.
10. Habit de controlar todo
El control se convierte en una estrategia natural para alguien que cree que si usted no controla la situación usted mismo, todo saldrá mal. Esto se manifiesta en el deseo de planificar cada minuto, rechazo de sorpresas y grave malestar en situaciones de incertidumbre.
Estudios de procesos cognitivos muestran que el control excesivo paradójicamente no reduce, sino que aumenta el nivel de ansiedad, creando un círculo vicioso: cuanto más control tenga, mayor es la ansiedad del pensamiento de perder el control.
Consejos prácticos:
Practica regularmente situaciones de imprevisibilidad controladas. Por ejemplo, vaya a un restaurante y pida al camarero que traiga un plato de su elección, o que un amigo planee su fin de semana sin su intervención.
11. Aumento del autocrítica
Cuando usted toma la plena responsabilidad de su vida, cualquier fracaso o error se percibe con mayor crítica. Puedes ser una persona objetivamente exitosa, pero concéntrate en tus deficiencias y fracasos.
Su crítico interno trabaja en modo hiperactividad, convirtiendo cada pequeño error en evidencia de su incompetencia o falta de esfuerzo.
Consejos prácticos:
Practica la autocompassión. Cuando note que el crítico interno está activando, pregúntese a sí mismo, "¿Qué le diría a un amigo cercano en tal situación?" y enviar estas palabras de apoyo a sí mismo. Mantenga una revista de éxito, registrando incluso pequeños logros para crear una imagen más equilibrada de la autopercepción.
El camino hacia la independencia sana
Comprender estos comportamientos es el primer y más importante paso para transformarlos. Es importante entender que el objetivo no es abandonar completamente la independencia – esta calidad merece respeto y desarrollo. Más bien, es un cambio de la autosuficiencia forzada y protectora a la autosuficiencia consciente que no impide confiar en otros y aceptar ayuda cuando es razonable y necesario.
En el corazón de muchos de estos comportamientos es una creencia fundamental: «Sólo puedo confiar en mí mismo». Esta creencia se puede formar sobre la base de la experiencia real y en ciertos períodos de vida para ser absolutamente justificado. Sin embargo, con un cambio en las circunstancias de la vida, puede ser necesario reconsiderarlo y reemplazarlo con una más flexible: “Puedo confiar en mí mismo, pero también puedo confiar selectivamente en otros cuando hay razón para hacerlo. ”
- Comience con pequeños pasos, expandiendo gradualmente su zona de confort.
- Reconocer que ciertos niveles de incertidumbre y falta de control son una parte natural de la vida.
- Recuerde que la vulnerabilidad no es un signo de debilidad, sino una manifestación de coraje y un camino hacia conexiones más profundas con otros.
- Busque apoyo profesional si trabajar independientemente con patrones profundamente arraigados parece demasiado difícil.
Glosario de términos
La hiperindependencia es una forma excesiva y patológica de independencia en la que una persona rechaza ayuda incluso en situaciones en las que sería apropiada y útil.
La vulnerabilidad controlada es la práctica consciente de la revelación emocional en un entorno seguro para desarrollar la capacidad de expresar sus sentimientos y necesidades.
La mediocridad consciente es la ejecución deliberada de una tarea a nivel de “buena” en lugar de “perfecto” como práctica terapéutica para combatir el perfeccionismo.
Las técnicas de puesta en marcha son prácticas orientadas a recuperar la atención en el momento presente y reducir la ansiedad (por ejemplo, el método 5-4-3-2-1, en el que una persona señala constantemente 5 cosas que ve, 4 cosas que siente físicamente, etc.).