Una parábola sobre un burro que ayudó a un amigo a salir de deudas interminables

En el pasado, cuando no había Internet o televisión, y cuando no había periódicos, la gente compartía diferentes historias instructivas. Aquí estamos hoy. parábola - uno de esos. Verdadera sabiduría del pasado, tiempos muy antiguos.



Algunas conclusiones, probablemente, todo el mundo tiene derecho a hacer por sí mismo. Pero debemos entender que algunos aspectos de nuestra moral y de la vida en general pueden cambiar. Pero la idea básica sigue sin cambiar hasta hoy.

Ahora, esta es una antigua parábola judía en la que, como nos parece, todavía queda una pizca de sabiduría. Una historia ordinaria de la que puedes sacar algunas conclusiones inesperadas.

Un agricultor tuvo una caída de burro en un pozo. Al principio, parecía un gran dolor para el granjero, pero después de pensar en ello, decidió que podía deshacerse de dos problemas a la vez. En primer lugar, el burro era muy viejo y ya no podía hacer frente al trabajo que se le había asignado. Y, en segundo lugar, el pozo se ha secado por mucho tiempo, de modo que el animal cayó en suelo muy seco.



Se decidió, tan horrible como sonaba, llenar el pozo con el animal pobre dentro. El granjero llamó a los vecinos, les dio una pala y la gente tuvo que trabajar. El burro también entendió su destino y comenzó a gritar con toda su voz burro. Tomó tiempo y el sonido dejó de venir del pozo. El agricultor decidió comprobar cómo iban las cosas y mirar dentro de la fosa.



¡Qué sorpresa fue cuando vio a su burro sin daños, muy por encima de donde había estado medio día antes! Resultó que el animal inteligente dejó de gritar y en su lugar comenzó a pisotear con pezuñas cada nueva parte de la tierra cayendo sobre su cabeza. Poco a poco, el nivel de tierra en el pozo comenzó a subir, pero el burro jugó sólo en las manos.



Luego el granjero llamó a más vecinos con palas, y casi al final del día lanzaron el pozo completamente. El burro, no seas tonto, tan pronto como tuvo la oportunidad, saltó del pozo odiado, se agitó y se fue. Incluso los vecinos más jóvenes y difíciles del granjero no podían ponerse al día con él. Ahí estaba, y ahí estaba.

El granjero pensó que el burro era viejo y débil. Tal vez lo fue. Pero incluso un viejo y enfermo burro en una situación crítica puede mostrar ingenio. Y también mostrar buen entrenamiento físico, ya que nadie podría ponerse al día con él. Cuando necesitamos actuar rápidamente, podemos mostrar resultados increíbles.



Y si comparamos la parábola con la vida real, se hace evidente que la vida o el destino a menudo nos arroja nuevos pedazos de tierra. Y si no haces nada al respecto, aceptalo, entonces puedes ahogarte en ellos con tu cabeza, tanto para que nadie lo recuerde. Y si intentas luchar hasta el final, la salvación vendrá. No hay pozos sin fondo.



Deseamos que todos nuestros lectores no se dobleguen a los caprichos de la vida y no se rindan, no importa cuántas pruebas el destino les envía. Todo en este mundo es cíclico, y si es especialmente frío ahora, entonces pronto el deshielo comenzará, y la vida se volverá mejor. La paciencia y la confianza son nuestros mejores amigos. ¡Buena suerte a todos!