Sabiduría ...


Un día un hombre joven se acercó al sabio y le preguntó:
 
- Enséñame a ser sabio. Decir que para que esto se haga?

Pero el sabio no le respondió. Durante varios días, el joven fue difícil para el sabio, repitiendo su pregunta.

Un hombre sabio hizo una seña al joven a seguirle, lo llevó hasta el río y comenzó a una profundidad suficiente. Agarrando sus hombros, se sumergió en el agua y un niño, mientras que mantiene bajo el agua, sin prestar atención a sus desesperados intentos por liberarse.

Por último sabio desestimó el joven, y cuando recuperó el aliento, preguntó:

- Hijo mío, cuando estabas debajo de agua, lo que quería más que cualquier otra cosa
?
- Aire! Sólo el aire! - Dijo el joven sin dudarlo
.
- ¿Y no te gustaría que en el momento de la riqueza, el placer, el poder? O, tal vez, amar a una mujer?

- No, señor mío, yo anhelaba sólo aire y sólo pensaba en el aire
.
- Así que, - dijo el sabio, - para convertirse en sabio, usted tiene tanto anhelan a Dios como simplemente anhelado aire. Usted debe buscar a Dios, rechazando todos los otros objetivos de vida. Si vas a ir a buscarlo con tanto celo, mi hijo, que sin duda va a ser sabio.