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5 cosas que reducen su valor en los ojos de otros
Puedes ser un gran tipo, pero aún pierdes valor en los ojos de los demás.

Imagina esta imagen: eres una persona inteligente, amable, carismática. Tienes talentos, logros, incluso dinero. Pero por alguna razón la gente te trata sin mucho respeto, y a veces incluso evita la comunicación. ¿Qué está pasando? No es que seas malo, sino en esos patrones sutiles de comportamiento que traicionan la debilidad y la inseguridad internas.
Estudios psicológicos muestran que nuestra percepción de la otra persona se forma en los primeros 7 segundos de citas, pero corrigió cada minuto de comunicación. Y a menudo estos ajustes no van a nuestro favor debido a pequeñas cosas que ni siquiera notamos.
1. Te jactas, te quejas y te aferras a la gente
El hábito primero y más destructivo es la necesidad compulsiva de validación. Se manifiesta en tres formas básicas, cada una de las cuales actúa como un imán, sólo repulsivo.
Bragging. Es un grito de ayuda envuelto en embalaje brillante. Cuando empiezas a hablar alto sobre tus logros, tratando de inspirar la admiración, la gente se siente al instante falsa. Detrás de la frase “Mira lo genial que soy” es “Necesito que creas que valgo algo. ”
Imagina dos colegas. El primero habla constantemente de sus éxitos, compras costosas y conexiones con personas importantes. La segunda táctica hace su trabajo cualitativamente y habla de logros sólo cuando se le pide. ¿Cuál es más respetado en la comunidad? La respuesta es obvia.
Denuncias Te convierten en un vampiro energético. Silenciar constantemente sobre circunstancias, personas, políticas y el clima te convierte en un conversacionalista tóxico.
Clinging to people es el tercer componente de esta triada destructiva. Siempre escribes primero, revisa el estado de “leer”, espera respuestas como maná del cielo. Este patrón de comportamiento te hace predecible e ininteresante.

Soluciones prácticas:
- Introduzca la regla de 24 horas: No respondas a los mensajes al instante, incluso si realmente quieres.
- Sustitúyase las quejas por acción constructiva o silencio
- Hablar de logros sólo en el contexto de ayudar a otros o aprender
- Desarrollar autosuficiencia interna a través de pasatiempos y proyectos personales
2. Hablas, pero no lo haces.
Nada mata autoridad más rápido que la brecha entre palabras y acciones. Usted puede ser la persona más elocuente del mundo, pero si sus promesas no son seguidas por acciones, se convierte en un sonido vacío.
La gente no recuerda lo que dijiste, pero lo que realmente hiciste. Cada promesa no comprobada socava la confianza no sólo en otros, sino también en ti mismo.
La psicología de la confianza trabaja en el principio de la acumulación. Cada promesa que cumples agrega puntos a tu “cuenta de fiabilidad”, cada promesa rota los resta con interés. Y lo peor es que reconstruir tu reputación es mucho más difícil que arruinarla.
Comience con micro-commitmentos. Si prometes levantarte a las 7 de la mañana, levántate. Si dijiste que enviarías un contacto, vamos. Si tienes una cita, ven a tiempo. Estas pequeñas cosas construyen la base de tu reputación.
Sistema de recuperación de fiabilidad:
- Guarda una lista de todas las promesas en tu teléfono y marca las cumplidas.
- No hagas promesas emocionalmente.
- Si no puedes hacerlo, diles de antemano y ofrece una alternativa.
- Comienzo pequeño: Guarda tus promesas para ti mismo
3. O eres arrogante o egoísta.
Muchos hombres tiran entre dos extremos: ** Pantalla agresiva** y ** modestia excesiva**. Ambas posiciones parecen antinaturales y repelen a la gente.
El despliegue agresivo se manifiesta en discursos fuertes, constante comparación con otros e intentos de demostrar superioridad. El hombre se comporta como un pavo real, disolviendo su cola en cada oportunidad.
La modestia excesiva también duele. La auto-deprecciÃ3n constante, la ingratciÃ3n y los intentos de complacer a todos te hacen invisible e irrespetuoso.
El equilibrio es la clave para el atractivo. Una persona equilibrada puede reconocer sus logros sin jactarse y la rectitud de otra persona sin perder dignidad. No necesita presionar a otros, pero no se permite ser presionado.

Técnicas para lograr el equilibrio:
- Practicar la escucha activa – Pregunte más, dígale menos sobre usted mismo
- Estudie las reacciones de la gente a su comportamiento y corrijalo.
- Desarrollar la inteligencia emocional mediante la meditación y la introspección
- Aprende a decir sin calma, sin agresión ni excusas.
4. Vives por las reglas de alguien más.
Una de las formas más insidiosas de perder el respeto es vivir la vida de otra persona. Puedes tener éxito: hacer dinero, tener relaciones, usar ropa cara. Pero si usted va contra sus valores cada día, su confianza interior comienza a erosionarse.
La autenticidad no es una palabra de zumbido, sino una necesidad básica de la psique. Cuando tus palabras, pensamientos y acciones no coinciden, hay una disonancia cognitiva que erosiona tu personalidad desde dentro.
La gente se siente inconscientemente falsa. Puede que no entiendan lo que está mal, pero evitan intuitivamente comunicarse con quienes “jugan un papel”. La integridad personal es un imán para las relaciones de calidad.
Si valoras la honestidad, sé honesto. Si la libertad es importante para usted, no doblar para la aprobación de otros. Escriba sus valores y compruebe regularmente si usted vive a la altura de ellos.
El camino a la autenticidad:
- Identifica tus 5 mejores valores de vida y escríbelos
- Analice sus acciones semanales de acuerdo con estos valores.
- Rodéate de gente que acepta el presente.
- Retírese gradualmente de situaciones de vida donde usted tiene que jugar un papel.
5. Estás acostumbrado a romper tus límites y no resistirte.
Por último, pero no menos importante, la razón de la pérdida de respeto es la falta de límites personales. Toleras silenciosamente ser hablado, frustrado por la ira, o manipulado por la culpa. Crees que te ves amable y comprensivo.
De hecho, la gente percibe este comportamiento como una debilidad. Las fronteras no son muros, sino filtros que despedazan a los que te faltan el respeto y fortalecen las relaciones con los que realmente te valoran.
La fuerza real se manifiesta en la capacidad de definir con calma pero firmemente sus límites. No con gritos o histéricos, sino con respeto por ti mismo y la otra persona.
Cuando aprendes a decir que no y defiendes tus principios, pasa algo increíble. La gente está empezando a tratarte con gran respeto. Ellos entienden que usted no es un trapo que usted puede limpiar sus pies alrededor, pero una persona con sus creencias.
Técnicas literarias:
- Practica frases como “No me hablan así” en un tono tranquilo.
- No expliques ni justifiques tus límites, solo marcalos.
- Aprender a reconocer la manipulación y no sucumbir a ella
- Es mejor estar solo que en una relación tóxica.
El camino hacia el respeto genuino
El respeto no puede ser demandado o suplicado; sólo puede ser ganado. Este proceso comienza con respeto por ti mismo. Cuando dejas de buscar validación en el mundo exterior y empiezas a construir un núcleo interno fuerte, la gente lo siente.
Recuerde: el cambio toma tiempo y el trabajo constante. Pero cada día, cuando eliges la autenticidad sobre la exhibición, acción sobre palabras, límites sobre agradable, te vuelves más fuerte y más atractivo para los demás.
Glosario
Validación
La necesidad de validar el propio valor y valor de los demás
Disonancia cognitiva
Incomodidad psicológica que ocurre cuando hay una discrepancia entre las creencias, los valores y las acciones de una persona
Autenticidad
Conformidad de comportamiento externo a creencias y valores internos; sinceridad y autenticidad en la autoexpresión
Inteligencia emocional
Capacidad para reconocer, comprender y manejar sus emociones, e interactuar eficazmente con las emociones de los demás
Limitaciones personales
Límites psicológicos que determinan lo que uno considera aceptable para uno mismo por otros
Microobligaciones
Promesas y acuerdos pequeños, cuyo cumplimiento forma una reputación de persona confiable