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7 razones para evitar pretendir en una relación
Las relaciones entre las personas se basan en una compleja base de reciprocidad, apertura y confianza. Pretense, que a veces parece inocente o incluso necesario, socava gradualmente esta fundación, dando lugar a consecuencias inesperadas y a menudo irreparables. ¿Por qué las máscaras que ponemos se vuelven tan dañinas a lo más precioso entre dos personas?

Según la investigación del Instituto de Relaciones Familiares, más del 67% de las parejas que experimentan graves dificultades señalan la falta de sinceridad y autenticidad como un problema clave. Pretendiendo destruir una relación no instantánea, pero gradualmente, al igual que la gota de agua afila una piedra.
¿Por qué estamos fingiendo?
Antes de sumergirse en las razones por las que debemos evitar la pretensión, respondamos honestamente a la pregunta: ¿por qué la gente recurre a ella en las relaciones? Las razones pueden ser diversas:
- El miedo de ser rechazado debido a sus verdaderas cualidades o creencias
- El deseo de satisfacer las expectativas del socio
- Tratar de evitar conflictos
- Incertidumbre sobre ti mismo y tus sentimientos
- El deseo de crear una imagen “perfecta”
1. Breaking the Foundation of Trust
Fingir, incluso en pequeñas cosas, crea grietas sutiles pero cada vez crecientes en la confianza. Cuando un socio descubre una discrepancia entre lo que estás demostrando y quién eres realmente, la pregunta natural es: “¿Qué más tiene que insistir? ”
“La confianza es como un jarrón de porcelana – si se rompe, incluso con la restauración más completa, las grietas permanecerán visibles.” Psicólogo Maria Pavlova
Los estudios muestran que restaurar la confianza después de detectar un engaño toma un promedio de 5-7 veces más de lo que se tomó para formarlo. En algunos casos, la recuperación total no es posible.
2. Extensión emocional
Mantener una imagen falsa requiere enormes recursos psicológicos. Una persona que se ve obligada a controlar constantemente sus palabras, acciones y reacciones para ajustarse a la imagen creada experimenta el agotamiento emocional crónico.
Los psicólogos llaman a este fenómeno “auténtico agotamiento”. Se caracteriza por el agotamiento emocional, la ansiedad y a menudo conduce a problemas psicosomáticos – de trastornos del sueño a la inmunidad debilitada.
Imagina jugar un papel en una obra que nunca termina. Tal vida se convierte en una tensión constante y pérdida de energía que podría canalizarse en el desarrollo de relaciones genuinas.
3. La imposibilidad de la verdadera intimidad

La verdadera intimidad surge cuando la gente se abre con todas sus imperfecciones, miedos y vulnerabilidades. Pretender crea una barrera invisible a través de la cual es imposible alcanzar esa profundidad.
Brene Brown, investigadora de vulnerabilidad y apertura emocional, ha concluido desde años de investigación que “la vulnerabilidad no es debilidad, sino la medida más precisa de valor”. Cuando fingemos, nos privamos de la oportunidad de ser verdaderamente valientes.
4. Pérdida de identidad
Gradualmente, una persona que está acostumbrada a fingir en una relación puede comenzar a perder contacto con su propia identidad. Hay una línea borrosa entre quién es y la forma en que crea para su pareja.
Consejos prácticos: Realice una “auténtica auditoría” de su relación. Escribe los aspectos en los que sientes que no puedes ser tú mismo. Pregúntate lo que te impide ser sincero en estas áreas.
Pretensa prolongada puede llevar a profundas crisis existenciales, cuando una persona pierde la comprensión de sus propios deseos, valores y necesidades. Esta condición, que los psicólogos llaman “identidad azul”, a menudo requiere trabajo terapéutico a largo plazo.
5. Bloquear el crecimiento personal
Las relaciones sanas se convierten en un catalizador para el desarrollo personal. Sin embargo, la pretensión bloquea este proceso. Cuando no podemos reconocer honestamente nuestras debilidades y errores, estamos privados de la oportunidad de trabajar en ellos.
Además, nuestros socios pueden convertirse en un espejo para ayudarles a ver sus propios puntos ciegos y puntos de crecimiento. Pero si una relación se construye sobre bases falsas, esa reflexión será distorsionada e inútil.
6. Creación de expectativas poco realistas
Al pretender ser un socio, creamos ciertas expectativas que se vuelven cada vez más difíciles de vivir. Si constantemente demuestras que te encanta caminar en las montañas, aunque en realidad prefieres noches tranquilas en casa, tarde o temprano esto llevará a la decepción.
Las expectativas irrealistas crean un círculo vicioso: generan aún más pretensiones, lo que a su vez refuerza esas expectativas. Romper este círculo se hace más difícil con cada giro.
7. Bajo la autoestima
Fingir envía una señal a nuestro subconsciente: “No soy lo suficientemente bueno como yo”. Con el tiempo, esta creencia tiene raíces, dando lugar a problemas profundos con la autoestima y la autoaceptación.

Paradójicamente, es un hecho que a menudo fingimos fuera de la auto-doubt, pero fingiendo sólo exacerba esa inseguridad. Los estudios muestran que las personas que a menudo recurren a enmascarar su identidad en las relaciones son 3.5 veces más propensos a sufrir desórdenes de ansiedad y depresión.
¿Cómo nos movemos de la pretensión a la autenticidad?
Realizando los efectos devastadores de la pretensión, muchos preguntan: ¿Cómo empezamos a cambiar? Aquí están algunos pasos prácticos:
- Empieza pequeña. Elija un área donde usted siente que no puede ser usted mismo y tratar de ser auténtico.
- Practicar "la honestidad suave" Ser auténtico no significa ser tacto. Busque formas de expresar sus verdaderos sentimientos y opiniones con preocupación por su pareja.
- Crear un espacio seguro para la vulnerabilidad Discuta la importancia de la honestidad con tu pareja y pídeles que estén abiertos a tu verdadero yo.
- Vea a un especialista. Si fingir se ha convertido en un hábito arraigado, un psicólogo o terapeuta ayudará a desarrollar una estrategia individual para la transición a la autenticidad.
Conclusión
Pretender en una relación es como un parche en una herida grave – puede ocultar temporalmente el problema, pero no lo resuelve y a menudo conduce a complicaciones. La verdadera intimidad es posible sólo a través de la honestidad, la vulnerabilidad y la autoaceptación.
El camino a la autenticidad puede ser desafiante, especialmente si pretender se ha convertido en un hábito, pero los resultados – profundas conexiones llenas con otros y con uno mismo – valen el esfuerzo. Usted merece una relación donde usted puede ser usted mismo sin pretexto y miedo al rechazo.
Glosario
La autenticidad es la capacidad de una persona para ser fiel a sí misma, para actuar de acuerdo con sus valores, creencias y sentimientos, y no bajo la influencia de expectativas o requisitos externos.
El agotamiento emocional es un estado de agotamiento emocional y físico resultante de estrés crónico o insatisfacción, a menudo asociado con la necesidad constante de satisfacer las expectativas de los demás.
La vulnerabilidad (en un contexto psicológico) es la voluntad de expresar abiertamente sus verdaderas emociones, pensamientos y necesidades a pesar del riesgo de malentendido o rechazo.
La identidad desenfrenada es un estado psicológico en el que una persona experimenta incertidumbre o confusión sobre su identidad, valores y metas, a menudo resultante de la supresión prolongada de sus propias necesidades.
La autenticidad comunicativa es un estilo de comunicación caracterizado por sinceridad, consistencia y correspondencia entre lo que una persona siente, piensa y expresa.
La autoaceptación es una actitud positiva y realista hacia sus ventajas y desventajas, aceptarse como usted es, sin el deseo de negar o fingir.
Fuentes: Journal of Personality and Social Psychology, Institute of Family Relations, Brene Brown Research on Vulnerability and Authenticity, Psychological Science.