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9 cosas que te olvidas por problemas mentales
El ritmo moderno de vida, la carga constante con información, el estrés en el trabajo y en la esfera personal - todo esto puede afectar imperceptiblemente la salud mental. Cuando la armonía interna es perturbada, no sólo nos enfrentamos a sentimientos de ansiedad o declive del estado de ánimo, sino también con fracasos inesperados en la memoria y la concentración.
La gente a menudo comienza a “olvidar” todo de cosas pequeñas como donde ponen sus gafas o llaves, a objetivos globales que solían parecer obvios. Esto no siempre se debe a cambios relacionados con la edad o a procesos patológicos serios. Según la Organización Mundial de la Salud, una proporción significativa de la población presenta periódicamente síntomas de declive cognitivo causados por el estrés o el agotamiento.
En este artículo, veremos nueve aspectos comunes de la vida que una persona puede olvidar cuando la salud mental falla. Se centrará no sólo en los detalles cotidianos prácticos, sino también en los valores y desafíos profundos que definen nuestro sentido del ser. Si usted nota que usted no está a la altura de sus pensamientos y constantemente falta algo, puede ser el momento de prestar atención a su equilibrio interno y tomar medidas para mejorar su estado mental.
Parte principal
1. Objetivos y planes importantes
Cuando estamos de buen humor y confiamos en nosotros mismos, una imagen clara del futuro parece natural. Sabemos a dónde vamos y qué resultados queremos lograr, ya sea promoción, acumulación de un cojín financiero o crecimiento personal. Sin embargo, cuando la salud mental se deteriora, es fácil perder contacto con estos objetivos.
En un estado de ansiedad o depresión, es difícil para una persona mantener un enfoque claro en los planes a largo plazo - pueden disolver en experiencias y preocupaciones diarias. Algunas personas están empezando a cuestionar si necesitan este objetivo en absoluto, si vale la pena el esfuerzo. Como resultado, los sueños y las ambiciones se ponen en el quemador trasero, lo que conduce a la apatía y la falta de motivación.
- Cómo ayudarse: Escribe tus objetivos a largo plazo una vez por semana y explica por qué son importantes para ti.
- Visualización práctica: Imagina el resultado y siente las emociones de lograrlo. Ayuda a mantener el estado de ánimo.
2. Cada día pequeñas cosas ( anteojos, llaves, teléfono)
Casi todos nosotros al menos una vez perdimos objetos en su apartamento. Cuando se trata de un olvido regular, esto puede indicar un mayor nivel de estrés o fatiga general. Si el estrés llega a cierto punto, nuestro cerebro cambia al modo “emergencia”, pasando por pequeños detalles que normalmente se rastrean automáticamente.
- Optimize the space: Crear “lugares permanentes” para llaves, gafas, documentos – el orden físico reduce la carga cognitiva.
- Use recordatorios: Colgar notas o establecer notificaciones en su smartphone para recordar elementos y tareas importantes a tiempo.
3. Salud propia y necesidades básicas
Muchas personas, absorbidas en tareas rutinarias, olvidan los controles regulares de salud, el descanso adecuado y la nutrición. Durante períodos de deterioro mental, somos especialmente propensos a posponer visitas médicas "para más tarde" e ignorar las señales del cuerpo - de dolor leve a fatiga constante.
Esto puede crear un ciclo vicioso: la falta de sueño y la alimentación irregular exacerban el bienestar emocional, que a su vez afecta la concentración y la memoria. Para no llegar a un punto crítico, es importante monitorear las señales del cuerpo – están directamente relacionadas con el bienestar mental.
- Pausas regulares: Tome descansos cortos para calentar y beber agua.
- Horario de sueño: Intenta ir a la cama y levantarse al mismo tiempo para que el cuerpo se recupere.
4. Contactos y comunicaciones importantes
En medio de un día de trabajo o con un mayor estrés en la psique, puede ser difícil responder una llamada o un mensaje, y luego olvidamos completamente que alguien trató de contactarnos. Como resultado, se puede perder una reunión importante, el cumpleaños de un ser querido o la oportunidad de resolver el problema en el brote.
La abundancia de redes sociales y mensajeros instantáneos da la ilusión de simplicidad de la comunicación, pero con sobrecarga mental, es más difícil para el cerebro "desempacar" las señales entrantes – hay un efecto de "flujo oscuro" cuando volteamos mecánicamente a través de la fuente de noticias, pero no capturan la esencia de los mensajes.
- Filtro de notificación: Establecer prioridades para que no se pierdan llamadas importantes y correos electrónicos.
- Tiempo asignado para la comunicación: Hacer un hábito de ver todas las llamadas entrantes por la noche y responder llamadas sin respuesta.
5. Recuerdos positivos y acontecimientos alegres
Cuando una persona experimenta una mayor ansiedad o está inmersa en un estado deprimido, el cerebro tiende a fijarse en el negativo. Este es un fenómeno conocido en el que los recuerdos de acontecimientos agradables se desvanecen en las sombras. El resultado es una falsa impresión de que la vida es mala y no hay lugar para la alegría.
Muchas técnicas psicológicas recomiendan regresar a recuerdos positivos, como mirar fotos antiguas o describir momentos agradables en un diario. Este enfoque ayuda a equilibrar el fondo emocional general y recordarse a sí mismo que la vida no sólo se trata de dificultades.
- Mantener cosas lindas: Cartas, postales, fotos – revisarlas periódicamente para activar emociones positivas.
- Mantener un diario de gratitud: Grabar al menos tres eventos agradables al día.
6. La importancia del descanso y el ocio
Las personas con alto volumen de trabajo a menudo olvidan que no sólo necesitan trabajar y resolver problemas, sino también descansar plenamente. Cuando la salud mental falte, comenzamos a percibir el descanso como un “precio opcional”. Como resultado, el cuerpo no recibe respiro para restaurar recursos.
La tensión constante sin interrupciones conduce a una disminución de las funciones cognitivas: la memoria se deteriora, la capacidad de cambiar rápidamente entre tareas y tomar decisiones adecuadas. Paradójicamente, unas vacaciones cortas o un fin de semana lleno de actividades favoritas pueden aumentar significativamente la productividad a largo plazo.
- Planifique su tiempo de ocio por delante: añadir al calendario no sólo reuniones de trabajo, sino también entretenimiento, paseos, pasatiempos.
- Practica la desintoxicación digital: Apaga alertas por lo menos medio día para reducir la sobrecarga de información.
7. Límites personales y la capacidad de decir que no
Bajo la influencia de las dificultades psicológicas, las personas a menudo olvidan su propio valor y comienzan a aceptar solicitudes excesivas o deberes adicionales. La falta de defensa de los límites puede llevar al trabajo excesivo y a agravar aún más los problemas mentales.
La capacidad de decir que no es la clave para mantener el confort mental. Si no tienes suficientes recursos para resolver los problemas de otras personas, debes aprender a formular una negativa sin sentirte culpable. Una parte saludable del egoísmo, que implica el cuidado propio, es extremadamente importante para la estabilidad a largo plazo de la psique.
- Mini-rehearsal: Piense en frases para una negativa suave pero firme, para no confundirse en el momento.
- Enfoque del interruptor: Recuérdase que sus necesidades y tiempo no son menos valiosos que los de otros.
8. Estado emocional actual
Suena paradójico, pero a veces la gente olvida que está experimentando estrés o tristeza, y trata de vivir como si todo fuera “normal”. Esto puede ser un mecanismo de defensa: La conciencia empuja los sentimientos negativos al fondo para llevar a cabo tareas urgentes. Sin embargo, tal desprecio por las emociones crea conflicto interno y conduce a la acumulación de tensión.
La atención – la capacidad de notar y nombrar sus sentimientos – le ayuda a “leer” las señales que su cuerpo envía en el tiempo. Esto es especialmente importante en los trastornos de depresión y ansiedad, cuando tendemos a ignorar nuestra propia condición y minimizar su importancia.
- Pausa corta: Pregúntate: “¿Cómo me siento ahora?” al menos algunas veces al día.
- Prácticas escritas: Escribe qué emociones dominan. Aprenderás a reconocer las señales internas.
9. Oportunidad de solicitar asistencia
Uno de los mayores fracasos es olvidar que no tenemos que resolver todos los problemas solos. Cuando el estado mental empeora, las personas son a menudo tímidas o temerosas de admitir que necesitan el apoyo de los seres queridos o el consejo de un especialista. Como resultado, la situación puede empeorar y la recuperación puede tomar más tiempo y esfuerzo.
Ver a un psicólogo o terapeuta, así como tener una conversación abierta con amigos o familiares, es una práctica normal que ayuda a aliviar el estado mental. La investigación moderna de la Asociación Psicológica Americana confirma que la intervención temprana aumenta significativamente la eficacia de la terapia y reduce el riesgo de consecuencias negativas de salud prolongadas.
- Plan de acción: Si siente ansiedad persistente o síntomas depresivos, programe una visita a un especialista.
- Medio ambiente de apoyo: No tengas miedo de decirle a tus amigos o familiares sobre tus sentimientos. Esto no es una manifestación de debilidad, sino un intento de proteger la estabilidad interna.
Conclusión
La salud mental es parte integral de nuestras vidas, afectando cómo pensamos, sentimos y actúan. Cuando la psique está fuera de equilibrio, comenzamos a olvidarnos de cosas fundamentales: las metas personales se eclipsan por rutina, y los trifles como encontrar llaves o gafas se convierten en una fuente separada de estrés. Sin embargo, el cerebro humano sigue siendo plástico y sensible a los cambios en el estilo de vida, los hábitos y los métodos de auto-apoyo.
Si te das cuenta de que te has vuelto demasiado distraído, falta detalles importantes, no te sientas motivado o olvida tus propios límites, puede ser una señal de que es hora de prestar más atención a tu estabilidad interior. No tengas miedo de contactar a especialistas - de psicólogos y psiquiatras a entrenadores y consultores en gestión del estrés. La capacidad de compartir experiencias, encontrar nuevas formas de organizar la vida y trabajar en ti mismo es la mejor manera de recuperar la vida o incluso mejorar su calidad.
Recuerde que cuidarse en cualquier momento es invertir en el futuro. Al organizar la vida cotidiana, construir hábitos saludables y aprender a escuchar tus sentimientos, reponerás tu energía y podrás mantener tu enfoque no sólo en las grandes metas, sino también en las pequeñas cosas diarias que hacen de la vida plena y alegre.
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