En el restaurante, un hombre vio una belleza que se fue hace 20 años, pero fue más golpeado por el personaje sentado con ella en la misma mesa.

La posibilidad de un encuentro casual con un primer amor que no has visto en más de 20 años es extremadamente baja. Pero todavía existe. Vadim estaba sentado en un café escribiendo un mensaje en su teléfono cuando una figura femenina en una mesa cerca de la ventana atrajo su ojo. Al principio, no podía entender lo que esta mujer le había enganchado, hasta que los recuerdos de su juventud tormentosa se sentían. Sí, esa era ella, Alexandra.



La juventud y el pesar Vadim ya tenían dificultad para recordar los tiempos cuando todas las metas parecían alcanzables, y la juventud era eterna. Pero recordó perfectamente a Alexandra, una chica a la que nunca dejó de admirar en toda la escuela secundaria. Trató varias veces para pedirle que se encontrara, pero el miedo y la indecisión pusieron un palo en la rueda. Sólo cerca de la graduación, decidió confesar su amor y, para su sorpresa, escuchó: “Yo también te amo, y por mucho tiempo. ”



Pero entonces Vadim aún no sabía sobre su rasgo de carácter como impermanencia. Y después de seis meses de relación, decidió que Alexandra es aburrida. No había necesidad de ocultar sentimientos, y todo el juego de amor perdió su significado. Después de romper con ella, comenzó a cambiar una chica por otra hasta que se propuso a la hija de su jefe.

Al principio, el matrimonio parecía bueno. Vadim realmente trató de ser un buen marido, pero algún deseo incomprensible lo llevó lejos de casa. La esposa de Vadim trató de mantener la luz en su relación, pero finalmente se dio cuenta de que Vadim simplemente no se hizo para el matrimonio. Gracias a él, tenía un hijo maravilloso.



Después de 15 años de matrimonio agotador, disputas y escándalos, la pareja decidió separarse. El proceso era pacífico y sin molestias innecesarias. Sin embargo, Vadim se divorció ambiguamente. Por un lado, una vez era libre, y por otro, comenzó a experimentar la soledad. Y ni siquiera era la compañía de mujeres (con la que nunca tuvo un problema), sino la ausencia de un amigo con quien hablar.

La única persona con la que estaba muy cómodo era Alexandra. Y ahora la vio en la siguiente mesa.

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Sin perder tiempo, Vadim se acercó a Alexandra.

- ¡Oye, Sasha! ¿Me recuerdas?

- Dios mío, la mujer dijo que estaba medio mal, pero luego sonrió. - ¡Por supuesto, Vadim! ¿Cómo puedo olvidarte?

Vadim se sentó sin invitación frente a Alexandra y comenzó a hablar de su vida. Por alguna razón, estaba seguro de que estaba aquí por una razón. Ese destino en sí mismo la envió a reunirse con él, para que se convirtió en su verdadera compañera de vida.



Peels - ¿Cómo vives? ¿Estás casado?

- No, no estoy casado. No traté a los hombres muy bien después de ti.

- Sasha, eres tan hermosa. ¿Esperando a alguien?

- En realidad, sí. Aquí viene mi compañero. Soy Igor.

Un chico joven y atractivo se acercó a la mesa. Vadim e Igor sacudieron las manos, y el primero dio paso al segundo en la mesa.

Lo siento, no pensé que pudieras estar solo, dijo Vadim.

- Después de ti, nunca estuve solo, para ser honesto, Alexandra sonrió. Igor me hizo una compañía maravillosa. Y si no, es tu hijo.

Vadim no tenía nada que decir. Según Igor y Alexandra, estaba claro que no era bienvenido. Así que se escapó.

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Peels Life Wisdom: ¿Qué nos enseña esta historia? Siempre existe la posibilidad de una reunión casual con una persona muy importante. ¿Pero a qué podría llegar esta reunión? ¿A un nuevo giro en la vida o a la realización de nuevas verdades? En el caso de Vadim, una reunión con Alexandra mostró que debido a su comportamiento, no tenía lugar en ninguna familia.