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7 maneras de responder cuando alguien intenta avergonzarte

La vergüenza es una de las emociones más dolorosas que una persona puede experimentar. Cuando alguien trata de avergonzarnos, nuestra primera reacción es a menudo impulsiva: o nos defendemos ferozmente o nos cerramos. Sin embargo, los psicólogos sostienen que existen estrategias más eficaces para responder a esos intentos de manipulación.
Los estudios muestran que la vergüenza activa las mismas áreas del cerebro como dolor físico. No es de extrañar que reaccionemos tan fuertemente a los intentos de avergonzarnos. Según el psicólogo estadounidense Brene Brown, autor de muchos estudios sobre la vergüenza, esta emoción puede socavar seriamente nuestra salud mental y nuestras relaciones con otros.
Comprender el mecanismo de la vergüenza
Antes de deconstruir estrategias específicas, es importante entender lo que sucede en nuestros cerebros cuando estamos siendo avergonzados. La vergüenza difiere de la culpa porque no afecta nuestras acciones, sino toda nuestra personalidad. Si la culpa dice, "Hice algo malo", susurra la vergüenza, "Soy una mala persona. ”
Es importante entender: La vergüenza se usa a menudo como una herramienta de control y manipulación. La gente usa vergüenza cuando quieren obligarnos a cambiar nuestro comportamiento o someternos a su voluntad.

1 Tome un descanso y analice la situación
Cuando alguien intenta avergonzarte, lo primero que haces es parar y respirar profundamente. Dense unos segundos para entender lo que está pasando. Pregúntate: ¿Es lo que me dicen verdad, o es un intento de manipulación?
Los neuropsicólogos señalan que la respuesta emocional a la vergüenza es más rápida que la comprensión racional de la situación. Es por eso que la pausa es tan importante – le permite participar en el pensamiento lógico y evaluar la situación objetivamente.
2 No tomes vergüenza en una cuenta personal
Intentando avergonzarte dice más sobre quién lo hace que sobre ti mismo. A menudo la gente usa la vergüenza como mecanismo de defensa, proyectando sus propias inseguridades y temores sobre otros.
Como dijo el famoso psicoterapeuta Virginia Satir, “El problema no es que haya algo malo contigo”. El problema es que crees que algo está mal contigo. ”
3 Establecer límites claros
Una de las estrategias más eficaces es definir sus límites con claridad y calma. Usted puede decir cosas como, “No estoy listo para continuar la conversación en este tono”, o “Vamos a discutir esto constructivamente, sin evaluaciones de la personalidad. ”
Consejos prácticos: Preparar algunas frases de antemano para establecer límites. Esto te ayudará a no confundirte durante una confrontación.
4 Utilice la técnica de “piedra gris”
Esta técnica psicológica sugiere que te vuelves tan ininteresante como sea posible para el manipulador como una piedra gris. Responde brevemente, sin emoción, no se involucre en discusión. Esto a menudo priva al agresor de la motivación para continuar el ataque.

5 Hacer preguntas aclaratorias
En vez de hacer excusas, intenta hacer las preguntas: "¿Qué quieres decir exactamente?", ¿Puedes dar un ejemplo específico?, “¿Qué propósito persigues diciendo esto?”. Este enfoque a menudo toma al manipulador por sorpresa y lo obliga a reconsiderar sus tácticas.
Recuerda: Las preguntas cambian de enfoque de sus deficiencias percibidas a la lógica y las motivaciones del interlocutor.
6 Práctica Autocompasión
Los estudios muestran que las personas con altos niveles de autocompassión son menos propensos a verse afectadas negativamente por la vergüenza. Desarrollar el hábito de tratarse con la misma bondad que trataría a un buen amigo en una situación difícil.
Después de un incidente desagradable de intentar avergonzar, haz un pequeño inventario de tus sentimientos. Reconozca su derecho a existir, pero no deje que definan su autoestima.
7 Si es necesario, limite la comunicación.
Si una persona trata sistemáticamente de avergonzarte a pesar de tus intentos de establecer límites, puede valer la pena repensar tu relación con ellos. La vergüenza crónica puede provocar depresión, ansiedad y otros problemas psicológicos graves.
El psicólogo John Gottman, en su investigación sobre las relaciones familiares, encontró que el desprecio y los intentos de avergonzar a un compañero son uno de los factores más dañinos para una relación.
Estrategias a largo plazo para proteger contra la vergüenza
Además de las técnicas tácticas, es importante trabajar en el fortalecimiento de su resiliencia psicológica. La reflexión regular, el trabajo con un psicólogo, las prácticas meditativas y el desarrollo de la inteligencia emocional ayudan a crear una “inmunidad” confiable contra los intentos de manipular a través de la vergüenza.
Es importante recordar que la autoestima saludable no significa arrogancia o ignorar la retroalimentación. Se trata de la capacidad de distinguir la crítica constructiva de la vergüenza destructiva.
Defenderse de la vergüenza no es sólo una habilidad de autodefensa, sino también una contribución para crear un entorno de comunicación más saludable a su alrededor. Cuando no sucumbimos a la manipulación de la vergüenza, mostramos otras formas alternativas de interacción basadas en el respeto y la comprensión.
Glosario
La vergüenza es una emoción dolorosa asociada a un sentido de inferioridad y miedo al rechazo por la sociedad.
La manipulación es una influencia psicológica oculta en una persona para forzar ciertas acciones o cambiar opiniones.
Los límites emocionales son límites psicológicos que protegen a una persona del impacto negativo y la falta de respeto.
La autocompasión es la capacidad de tratarse con comprensión y bondad en situaciones difíciles, sin autocrítica y autojuicio.
La técnica de piedra gris es una estrategia de comportamiento en la que una persona se vuelve tan ininteresante como sea posible para el agresor, sin reaccionar emocionalmente a las provocaciones.
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones de uno, e interactuar eficazmente con las emociones de otros.