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4 Habits Fatal de los Pobres
Descripción: En este artículo veremos cuatro hábitos fatales que pueden contribuir a la pobreza y discutir formas de deshacernos de ellos.
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¿Qué distingue a una persona pobre de quien gradualmente construye la estabilidad financiera y a largo plazo es capaz de lograr la abundancia? No hay respuesta inequívoca a esta pregunta, porque los factores pueden ser diferentes: desde el nivel de educación hasta el entorno familiar, desde las circunstancias de la vida hasta las actitudes psicológicas. Sin embargo, psicólogos y planificadores financieros identifican una serie de hábitos clave que obstaculizan fatalmente la mejora de la situación financiera. Es importante entender que no estamos hablando de errores aleatorios que cada uno de nosotros comete, sino de patrones conductuales sistemáticos que emanan de un tipo particular de pensamiento. En este artículo, vamos a ver cuatro de los hábitos más destructivos que son comunes en personas que están financieramente a corto plazo a largo plazo. Conocer sus hábitos es el primer paso hacia un cambio positivo.
La Psicología de la Pobreza y sus consecuencias
Para empezar, vale la pena aclarar que la psicología de la pobreza no es una frase, sino un fenómeno sociopsicológico en el que una persona está inclinada a justificar su situación financiera y no ve oportunidades para cambiar la situación. Por supuesto, la situación económica, las circunstancias externas e incluso la región de residencia pueden desempeñar un papel enorme en la formación de barreras financieras. Pero como muestra la investigación (por ejemplo, muchos expertos citan economía conductual), el pensamiento profundo y los hábitos de toma de decisiones son igualmente influyentes. Los hábitos de pobreza se forman a lo largo de los años y a menudo se colocan en la infancia, transformándose en patrones estables de comportamiento. Y sin cambiar estos patrones, los recursos externos (incluso aumentos repentinos de sueldo o ganancias) se pierden rápidamente porque la persona los utiliza de forma improductiva o regresa a patrones antiguos y arraigados de gestión del dinero.
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Parte principal
1. El hábito de justificar la inacción
El primer patrón de “sabotaje” es la tendencia a justificar la inacción de uno por circunstancias externas. En lugar de tratar de encontrar un trabajo con la perspectiva del crecimiento, la persona se convence de que todos los lugares están ocupados, el mercado está sobresaturado, o que “el éxito es la suerte de los pocos”. Este tipo de pensamiento forma la actitud del consumidor hacia el mundo: “No puedo cambiar nada porque todo ya está decidido”. Así, cualquier actividad encaminada a mejorar la vida parece inútil.
Desde un punto de vista psicológico, el fenómeno de la “desamparo pendiente” funciona aquí, cuando, debido a fracasos pasados, una persona deja de intentarlo. Pero sin acción, no hay movimiento para mejor. Especialistas en crecimiento personal y psicoterapeutas coinciden en que intentar constantemente diferentes estrategias (búsqueda de nuevas habilidades, contacte con mentores, expandiendo el círculo de conocidos) con el tiempo da resultados. Es importante deshacerse de la ilusión de que cualquier intento es inútil. El hábito de justificar la inacción es una trampa peligrosa que sostiene firmemente a una persona.
2. El hábito de vivir un día
Otro hábito crítico es la incapacidad o falta de voluntad de planificar para el futuro. Por supuesto, en la vida hay fuerza mayor cuando usted tiene que actuar en la situación. Sin embargo, la falta sistemática de un enfoque estratégico para la financiación es un camino directo hacia la deuda permanente y el enchufe eterno de los agujeros. Las personas inmersas en el caos financiero rara vez guardan registros de ingresos y gastos, no asignan fondos al fondo de reserva, y sobre inversiones e incluso escuchadas sólo en teoría.
Es más probable que las personas pobres prefieran beneficios inmediatos para la planificación a largo plazo, incluso si las recompensas futuras pueden ser significativamente mayores. En economía conductual, esto se debe al efecto de descuento hiperbólico: la persona sobreestima la recompensa a corto plazo y subestima los beneficios a largo plazo. Al mismo tiempo, la creación de una pequeña reserva de fondos para el futuro es un paso hacia la ruptura del patrón de pobreza. La práctica muestra que el comienzo de la pequeña y la formación de un hábito de acumulación, muchas personas reconsideran su actitud hacia el dinero y ganan motivación para un desarrollo ulterior.
3. El hábito de quejarse constantemente
¿Qué tiene de malo compartir dificultades? Pero si las declaraciones negativas son un fondo constante de la vida, se convierte en un hábito destructivo. Como resultado, una persona no sólo "splash out emociones", sino que forma en sí mismo y en otros una fuerte convicción: Todo es malo y será aún peor. Esta actitud bloquea las oportunidades. Las personas que buscan crecimiento son estadísticamente menos propensos a quejarse y pasar más tiempo analizando problemas y encontrando soluciones.
No se debe subestimar el aspecto social: las quejas constantes alienan posibles aliados, socios y empleadores. La negatividad constante es una especie de “arma” para otros, ya que sienten que interactuar con tal persona será difícil e inútil. Vale la pena señalar que las quejas a menudo reemplazan acciones constructivas: no tiene sentido tomar algo nuevo, porque “nada cambiará”. Superar el hábito de quejarse comienza con la atención: realizar un seguimiento de cuándo y con qué frecuencia expresas descontento, e intentar reemplazar comentarios negativos con planes específicos de acción o declaraciones neutrales.
4. El hábito de evitar la alfabetización financiera
Por último, pero no menos importante, es el hábito de no aprender cómo manejar el dinero. Es asombroso cuánta gente puede poseer gadgets modernos, programas informáticos complejos maestros, pero ignorar los principios elementales de la alfabetización financiera. Esto no es sólo una incapacidad para hacer un presupuesto, sino también un completo malentendido de instrumentos básicos tales como depósitos bancarios, seguros, planes de pensiones, oportunidades de inversión.
A menudo detrás de esto es un miedo subconsciente de la complejidad de los esquemas financieros o la creencia de que el dinero es sucio y no para mí. Esta posición garantiza una larga estancia en la zona de pobreza: sin realizar los mecanismos de acumulación, distribución y aumento de fondos, es difícil contar con un gran avance. Según los expertos, incluso un nivel básico de alfabetización financiera da una gran ventaja: una persona aprende a gestionar sus ingresos, evitar trampas de crédito y formar estrategias de ganancia sostenibles. Al mismo tiempo, hay muchas fuentes disponibles de información: libros, cursos de vídeo, clases maestras, webinars gratuitos que le ayudan a dominar fácilmente el conocimiento fundamental.
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Conclusión
La pobreza no siempre es causada por factores externos solos. Sí, el sistema, el entorno social y las oportunidades del mundo que nos rodea pueden plantear serios obstáculos. Sin embargo, las instalaciones internas también desempeñan un papel importante. El hábito de justificar la inacción priva a una persona de una oportunidad de progreso, el hábito de vivir un día bloquea la posibilidad de ahorrar e invertir, las quejas constantes forman un halo negativo alrededor, y la evitación de la alfabetización financiera no le permite gestionar dinero eficazmente. Estos cuatro hábitos pueden llamarse fatales, porque no sólo aumentan la pobreza, sino que forman un “círculo cerrado”. La buena noticia es que cada uno puede ser ajustado. El primer paso es ser consciente del problema, el segundo es buscar conocimiento y estrategias específicas para el cambio de comportamiento. Las personas que han decidido reformar su pensamiento y superar los hábitos discutidos, con el tiempo, notan un aumento gradual de los ingresos y la calidad de vida en general. El cambio no ocurre al instante, pero cada pequeño resultado fortalece la confianza en sí mismo y estimula el progreso.
Glosario
Psicología de la pobreza Un conjunto de creencias y hábitos que forman una actitud ineficiente hacia el dinero, a menudo conducen a déficits financieros a largo plazo.
Economía conductual Una rama de la economía que estudia la influencia de factores psicológicos y cognitivos en las decisiones financieras de las personas.
Actitudes de consumo Pensando en que una persona espera bienes listos del mundo circundante, sin poner suficiente esfuerzo en un desarrollo independiente.
Desamparo aprendido Un estado psicológico cuando una persona después de una serie de fracasos deja de intentar cambiar la situación, creyendo que sus acciones no tienen sentido.
El caos financiero Una situación en la que no hay contabilidad de ingresos y gastos, el dinero se gasta impulsivamente, sin planificación.
El hábito de la acumulación Práctica regular de ahorrar parte de los ingresos para formar un “colchón de seguridad” financiero o inversión.
Descuentos hiperbólicos La tendencia a preferir beneficios rápidos y pequeños a recompensas más grandes pero más distantes.
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