Autocrítica: Cómo dejar de envenenarte



La autocrítica excesiva es una de las formas más insidiosas de actitudes autodestructivas. Cuando la voz interior repite sin fin “no lo hiciste lo suficientemente bien”, “no eres lo suficientemente inteligente, lo suficientemente hermosa, exitosa”, ocurre la autoflagelación real, destruyendo la confianza y bloqueando el crecimiento personal. Solíamos pensar que el autocrítica es un signo de modestia y autoestima adecuada. Pero si usted no establece límites saludables, usted puede literalmente empezar a envenenarse desde el interior, dando lugar a sentimientos de impotencia y estrés crónico.

La investigación moderna de la American Psychological Association (APA) confirma que el autocrítica incontrolado puede conducir al desarrollo de estados depresivos, reducir la motivación y conducir a la perturbación de las relaciones interpersonales. Al mismo tiempo, una persona no siempre entiende que la raíz de muchos problemas radica en su actitud hacia sí mismo. Como resultado, cualquier error o incumplimiento de altos estándares se percibe como un desastre personal.

¿Cómo sabes si tu autocrítica está fuera de control? ¿Cómo aprender a notar actitudes internas negativas a tiempo y convertir un diálogo autocrítico en retroalimentación constructiva? En este artículo, vamos a mirar la naturaleza del autocrítica, analizar cuando se vuelve peligroso, y dar recomendaciones sobre cómo dejar de “encarcelar” a ti mismo con reproches internos.


Parte principal
¿Por qué hay demasiado autocrítica?
Las raíces del aumento del autocrítica suelen volver a la infancia, cuando el niño solía evaluar y criticar a los padres, maestros o compañeros. La psique recuerda tales escenarios de comunicación: “siempre debes ser el mejor, sin errores”, “si tropiezas – esto es un signo de debilidad”. En la vida adulta, tales creencias pueden ser transmitidas a ti mismo: “Soy indigno, porque no tengo éxito”, “todo alrededor de mí es más exitoso que yo. ”

  • Comparación con el entorno: Las redes sociales y las normas sociales contribuyen al hecho de que sólo vemos la fachada del “éxito” de otra persona y constantemente nos sentimos inapropiados.
  • Idealización de los logros: Las personas con alto autocrítica tienden a hacer planes inalcanzables y se culpan por la menor desviación del ideal.
  • Miedo al juicio: El miedo a “ver incompetente” genera un monitoreo interno constante, lo que da lugar a la autodependencia al menor control.
Así, el autocrítica excesivo crea un “círculo encantado”: cualquier error se percibe como prueba de su propia inferioridad, que fortalece la baja autoestima y aumenta aún más los requisitos para sí mismos.




¿Cuándo el autocrítica se vuelve peligroso?
En cierta forma, el autocrítica puede incluso ser útil: estimula el desarrollo, ayuda a no estancarse en su zona de confort y aprender de errores. Sin embargo, la línea entre reflexión racional y autocrítica destructiva es muy delgada. Aquí hay algunas señales de advertencia:

  1. Persistente culpabilidad o vergüenza: Tiendes a culparte no sólo por errores reales, sino también por circunstancias sobre las cuales no tienes influencia.
  2. Motivación reducida: En lugar de apuntar a un mejor resultado, caes en apatía o procrastinación por miedo a hacer “no perfecto. ”
  3. Alta ansiedad: El autocrítica va de la mano con la expectativa del fracaso, por lo que el fondo interno de la ansiedad se vuelve permanente.
  4. Problemas de relación: Una persona autocrítica puede “transmitir” esta crítica a los seres queridos o, al contrario, evitar el acercamiento, considerándose indigno de amor.
Si nota al menos algunos de los signos anteriores, debe pensar en cambiar su actitud ante sus propios errores y logros.


7 maneras de detener el autocrítica

1. Uno de los errores clave en el autocrítica es la confusión de una acción fracasada y el propio valor de uno como persona. Por ejemplo, la frase “Soy un mal especialista porque fallé” es reemplazada por “no he completado la tarea como estaba planeado”. Es importante distinguir entre “el consumo en una situación particular” y “Soy inferior en todas las áreas de la vida. ”

  • Cometí un error, pero no soy un error. ”
  • Refiriéndose al diálogo interno: En lugar de "Soy incompetente" -- "Necesito mejorar mi habilidad" o "Fue un proyecto difícil, vale la pena analizar lo que salió mal".

2. Si el autocrítica se convierte en un hábito, el cerebro comienza a “lavar” aspectos positivos. Es útil mantener un diario donde usted registra cualquier logro, de pequeño a grande. Incluso “he conseguido completar la tarea un día antes” o “hubo un kilómetro más de lo habitual” es una buena razón para notar mi progreso.

  1. Quede claro: Cuanto más medible y detallado se describe un logro, más claramente te das cuenta de que eres capaz de mucho.
  2. Frecuencia de registro: Trate de registrar el progreso diario o al menos una vez a la semana para formar un nuevo campo cognitivo de auto-percepción positiva.

3. Las personas con alto autocrítica a menudo no saben aceptar elogios. Cuando los seres queridos o colegas dicen palabras cálidas, un filtro se activa dentro: “Son educados, no me lo merezco”. Trate de parar por un momento y conscientemente permitirse sentir emociones agradables de la aprobación de otros.

  • Di gracias en vez de decir que no. Te enseña a reconocer tu propio valor.
  • Analice el cumplido: ¿Qué rasgo o escritura específica has ganado tu alabanza? Esto fortalecerá el entendimiento de que estás haciendo algo bien.

4. La comparación con los demás es el terreno más nutritivo para el autocrítica tóxico. Vemos las imágenes “perfectas” de otras personas (especialmente en las redes sociales) y empezamos a sentir que no estamos a la altura de un determinado estándar. Pero este enfoque le priva de objetividad. Es mucho más constructivo evaluar su propio progreso en relación con cómo fue hace un año o un mes.

Pregúntate: "¿He aprendido nuevas habilidades?" ¿Soy más rápido en tareas que solían ser difíciles? ¿He mejorado mi aptitud física o relación? Este tipo de enfoque positivo te ayuda a ver que estás evolucionando en lugar de estar quieto.




5. La crítica útil es un análisis claro que apunta a puntos específicos para mejorar sin recurrir a personalidades o aplicar generalizaciones. Destructivo también traduce la conversación en el plano de “estás mal”, “nunca harás lo correcto”. Aplicar este principio al diálogo interno:

  1. Revisa el argumento: Si tienes pruebas claras de que puedes mejorar, eso es constructivo. Si es simplemente auto-titling, es crítica destructiva.
  2. Formular sin “siempre”, “nunca”, o “todo”: Las palabras absolutas a menudo indican que usted está en modo auto-negro. Trate de utilizar “esta vez”, “en esta tarea”, “en las circunstancias actuales”.

6. Use un “crítica interna de apoyo” Intente imaginar que usted tiene “dos voces” dentro: uno es un crítico duro, el otro es un mentor benevolente. Cuando la voz crítica comienza a reprimir, imagina el “mentor” respondiendo en estilo: Sí, hubo un error, pero todavía podemos aprender una lección y seguir adelante. Esta visualización ayuda a equilibrar el diálogo interno.

  • El efecto de la objeción: Deja de identificar con pensamientos negativos y notarlos desde el exterior.
  • Construcción de la autoempatía: Enséñate a hablar suavemente contigo mismo como lo harías con un amigo.

7. Si el autocríticismo es tan fuerte que te sientes “estuck” y no ves una salida, es útil considerar la consulta con un psicólogo o terapeuta. El especialista ayudará a entender las causas subyacentes del comportamiento autodependiente, desarrollar métodos individuales para combatirlo y restaurar la autoestima saludable.

Es importante entender que la ayuda profesional no es un signo de debilidad, sino una manera de mejorar cualitativamente su vida, deshacerse de la carga emocional.


Conclusión
El autocrítica puede ser un instrumento importante para el crecimiento y el desarrollo si es equilibrado y constructivo. Sin embargo, cuando esta herramienta se convierte en un arma de autodestrucción, cualquier error comienza a parecer como un desastre, y el deseo de perfección se convierte en perfeccionismo paralizante. En tal situación, corres el riesgo de perder no sólo la fe en ti mismo, sino también la alegría de la vida, la capacidad de comunicarse plenamente con otros y avanzar.

La tarea principal es reconocer estos patrones destructivos y aprender a sustituirlos por otros constructivos. Hay diferentes técnicas, desde un diario de éxito a crear una imagen de un mentor interno, desde limitar la comparación con otros a aceptar elogios sinceros por ti mismo. Cualquiera de ellos puede traer alivio notable y cultivar gradualmente una actitud cuidadosa con sus propios errores.

Recuerda, no tienes que ser perfecto. Los errores son parte del camino natural, y una visión crítica de uno mismo no debe destruir, sino sólo ayudar a corregir el curso. Liberado de la tiranía del autocrítica, obtendrás acceso a tu verdadero potencial, podrás analizar sobriamente los fracasos y mantener la confianza y la armonía interior. Comience ahora – deje de envenenarse, convertirse en su aliado y avance hacia una vida más feliz y satisfactoria.