Osho: “Una persona madura tiene suficiente integridad para estar sola”



Las enseñanzas de Osho son un mosaico caótico compuesto por elementos del budismo, el yoga, el taoísmo, el sijismo, la filosofía griega, el sufismo, la psicología europea, las tradiciones tibetanas, el cristianismo, el haidismo, el zen, el tantrísmo y otras corrientes espirituales, pasaban por el sistema de sus propias opiniones. Dijo: “No tengo un sistema”. Los sistemas sólo pueden estar muertos. La verdad está más allá de formas concretas, actitudes, formulaciones verbales, prácticas, lógicas y su comprensión se lleva a cabo caóticamente, no sistemáticamente.
Y ese es el valor de su consejo. Ayudan a desarrollar su propia visión del mundo, fuera de cualquier otra enseñanza. Y su propia experiencia y conclusiones obtenidas a través de usted son la moneda más valiosa.

Un extracto de la madurez. La responsabilidad de ser tú mismo”:


“Una persona madura es lo suficientemente completa como para estar sola. Y cuando una persona madura da amor, lo da sin ningún hilo secreto apegado a él - simplemente da.

El problema con el amor es llegar a ser maduro primero. Entonces encontrarás un compañero maduro; entonces la gente inmaduro no te atraerá en absoluto. Eso es lo que pasa.

Si tienes veinticinco años, no te enamoras de un bebé de dos meses. Del mismo modo, si eres una persona madura psicológicamente, espiritualmente, no te enamorarás de un niño. Eso no sucede. No puede ser, ves que no tiene sentido.

Cuando una persona madura da amor, se siente agradecido de que lo hayas aceptado, no viceversa. Él no espera que estés agradecido por ello - no, en absoluto, él ni siquiera necesita tu gratitud. Te agradece por aceptar su amor.

Y cuando dos personas maduras se aman, una de las mayores paradojas de la vida, una de las cosas más bellas, sucede: están juntas, pero al mismo tiempo inmensamente solas.

Están juntos hasta tal punto que son casi un todo, pero su unidad no destruye la individualidad - de hecho, lo aumenta, se vuelven más individuales.

Dos personas maduras enamoradas se ayudan mutuamente a ser más libres. No hay política, ni diplomacia, ni intento de subyugar a otro. ¿Cómo puedes intentar someter a la persona que amas? Piénsalo: la sumisión es una especie de odio, ira, hostilidad. ¿Cómo puedes pensar en someter a la persona que amas?

Te gustaría ver a este hombre completamente libre, independiente; te gustaría darle más individualidad. Es por eso que lo llamo la gran paradoja: están juntos tanto que casi se fusionan en uno, pero en esta unidad permanecen individuos.

Sus personalidades no se mezclan; se fortalecen. La otra enriquece la libertad. ”

Fuente: “Osho: Maturidad. Responsabilidad de ser tú mismo”