Cómo pedir perdón el Domingo

Marzo 6, 2022 fue el Domingo del Perdón. Las luces saldrán en el templo, el abad saldrá en un epitrahili oscuro y en una voz tranquila dirá acerca de la Cuaresma venidera y que ahora debemos pedir perdón. En este día, el templo se ve diferente, todo el mundo está en silencio, y inconscientemente tratas de caminar tranquilamente.





El alma tembla, y el corazón se congela de la pregunta silenciosa: "¿Puedo realmente perdonar todo?" ¿Seré perdonado? Es difícil deshacerse de todas las ofensas y con un corazón puro, cayendo sobre la cara, perdonar a todos y pedir perdón.

No es difícil pedir perdón de personas desconocidas. Caer en el suelo de madera del templo, inclinarse y pedir perdón de todos en este mundo. Es fácil decir “¡Lo siento!” a alguien que ves por primera vez. Es agradable escuchar “Dios perdona y perdono”. Sin embargo, la verdadera catarsis se puede entender sólo pidiendo el perdón de aquel a quien es realmente culpable.





En la vida, a menudo hay malentendidos, disputas, conflictos. Tendemos a culpar a otros, a veces olvidamos ceder, no podemos mantenernos callados. Es toda la naturaleza humana, es difícil hacer algo al respecto, deshacerse completamente de ella. Se nos da la oportunidad de perdonar y pedir perdón.

De acuerdo, cuando descompones a un ser querido, rude a un colega o te expresas agudamente cuando ves que estás equivocado, un sentimiento de dolor desagradable se asienta en el alma. Nuestra complacencia está rota, nuestra paz está perdida. ¿Qué hay de eso? ¿Cómo contrarrestar eso?





En su sermón antes de Cuaresma, el sacerdote en nuestra iglesia dijo: Si te ofendes, te burlas, te dueles, no les respondas. Incluso si parecía muy ofensivo e injusto. No disculpe ni discuta. Quédate quieto. Porque en este tiempo santo el enemigo nos tienta así. ”





Encontrar la fuerza para soportar calmadamente las quejas y no ceder a la tentación es muy difícil. Esta habilidad se aprende a lo largo de los años. Así que necesitamos aprender otro arte: perdonar y pedir perdón. Por eso se nos da el día antes de la Cuaresma – Domingo del Perdón. En este día, todo el mundo tiene la oportunidad de dejar ir todas las ofensas, arrepentirse de sus actos y empezar a ayunar limpio.

Para facilitar la apertura y el perdón, sugerimos que recites una oración. Estas palabras fuertes ayudarán a calmar el corazón y a encontrar fuerza en ti mismo.





En la mano de tu suprema misericordia, Dios mío, doy mi alma y cuerpo, mis sentimientos y verbos, mis consejos y pensamientos, mis obras y todo mi cuerpo y mis almas en mi movimiento. Mi entrada y mi éxodo, mi fe y mi morada, el flujo y el fin de mi vida, el día y la hora de mi aliento, mi reposo, el resto de mi alma y cuerpo.

Pero tú, Dios Misericordia, de todo el mundo, bondad imparable, infundada por los pecados del mundo entero, oh Señor, yo, más que todos los hombres pecadores, recibir en mano de Tu protección y librarme de todo mal, limpiar muchas de mis iniquidades, dar corrección a mi maldad y vida castigada, y de los pecados venideros de los demonios feroces, siempre lo admiro, y de ninguna manera

Por el enemigo, visible e invisible, guíeme en el camino de la salvación, tráeme, mi morada y mis deseos de mi tierra. Concédeme el fin de un cristiano, desvergonzado, pacífico, mantén la malicia de los espíritus del aire, en tu terrible juicio sea misericordioso con tu siervo, y honrame a la diestra de tus benditas ovejas, para que contigo te alabare, mi Creador, para siempre. Amén.





Oración al Señor para el perdón - es una oración fuerte. Necesitas leerlo con todo tu corazón, viviendo cada pecado cometido por ti, cada ofensa causada. Después de esta oración, es más fácil pedir el perdón de aquellos a los que te has equivocado.





Es difícil no sólo pedir perdón, sino también perdonar a los delincuentes. Hay palabras que te ayudarán a encontrar la fuerza para dejar ir el resentimiento.

¡Ten piedad de los que me odian y me envidian! Ten piedad de los que me insultan y me hacen daño.

No les hagas nada malo por su siervo indigno, sino por su misericordia y su inmensa bondad, ni en esta vida ni en la era futura sufrirán maldad por mí, el pecador. Santifícalos con Tu misericordia y otoño con Tu gracia, oh Todo Bien, porque Tú eres bendecido ante todos para siempre y para siempre. Amén.





Esperamos que puedas deshacerte de todas las ofensas y limpiar tu corazón de ellas. Déjame. oración Ellos te ayudarán y te guiarán hacia el camino correcto. Y recuerden, Dios perdonará.