Lo que necesitas saber sobre las reglas taoístas de la inacción

"Un samurai no tiene propósito, sólo un camino", dice el código Bushido. La expresión, que, gracias a las redes sociales, provoca una sonrisa en la cara del oyente, a veces debe tomarse en serio. Las ambiciones humanas son a veces tan grandes que no podemos hacer frente a ellas.

Alguien tiene sueños, y alguien ha definido claramente los objetivos de la vida. Pero cuando una persona no logra lo que quiere, es superado por la apatía, la ansiedad, la decepción y la impotencia. En tal situación, es mejor reconsiderar sus prioridades y frenar la carrera, como dicen. Hoy hablaremos del concepto de Tao de la filosofía china, que te ayudará a entender, aceptar y amarte.



En el taoísmo, hay tres reglas de la vida que pueden ser útiles para cada uno de nosotros. El concepto es que no tienes que controlar nada para tomar el control de tu vida. La inacción es la base de la filosofía taoísta. Para que la inacción pueda acelerar la acción, es necesario confiar, apreciar y simplemente vivir. Suena paradójico y no tan simple, argumentarías. No te apresures a las conclusiones, o incluso mejor, no te apresures.



Formación de la cosmovisión humana Comienza con la creación, y por lo tanto la inacción. No importa lo que creas, no importa lo que hagas, en algún momento solo necesitas mirar tu vida desde un ángulo diferente. Aquí están tres reglas simples de la vida de los serenos taoistas.



Cada evento en la vida de una persona tiene razones, y algunos de ellos simplemente no se pueden prevenir, usted necesita aceptar la situación, es decir, la confianza. Las dificultades en nuestro camino siempre se encontrarán, no pueden evitarse. Las situaciones críticas nos hacen más inteligentes, más fuertes, más resistentes. El dolor que has sufrido no debería romper tu espíritu. Enseña humildad y comprensión de que ciertos eventos sólo suceden y deben ser tolerados.



Una persona siempre trata de superar los obstáculos en el camino hacia la meta, pero a veces es necesario no romper la pared, sino evitarla, lo que significa aceptar y confiar. En el momento de realizar esta cosa simple pero importante, la despondencia, el miedo, la inseguridad, la desesperación se retirará gradualmente. La vida es hermosa, sonríe y deja que los eventos tomen su curso.



Los momentos apreciados son inestimables, necesitas estar agradecido por el destino incluso por pequeños, pero muy importantes regalos. Lo principal es aprender a notarlos. todo puede convertirse en un om de alegría, y esto debe ser apreciado: buen tiempo, un techo sobre tu cabeza, un minibús que llegó a tiempo, abrazos de gente cercana a ti. Entonces la vida no será un curso de obstáculos interminable, sino un regalo realmente caro.



Cuida a tus familiares, dales tu calidez todos los días, diles cuánto los valoras y los amas. Es muy importante hacer esto porque nunca podemos predecir lo que sucederá después. El perdón es una parte importante de una existencia armoniosa en este mundo. Asegúrese de despedirse, incluso si es muy difícil, incluso si es imposible olvidar la amargura. Si no aprendemos a perdonar y a cavar en el pasado, buscando apoyo para nuestras quejas, no podremos disfrutar del momento en este mismo segundo de una vida tan fugaz.



Piensa, piensa en los planes, imagina lo que podría ser tu futuro. Ten cuidado: la imaginación no tiene límites, pero esto no significa que la vida pase exactamente como lo imaginaste. Un momento es toda la vida que echamos de menos, corriendo a nadie sabe dónde.



Hay momentos en que necesitas darte un descanso, entender lo que estás tratando, cómo lograrás tu objetivo, y al mismo tiempo no perderte todas las cosas hermosas que te suceden en este mismo momento. Tu corazón late cuatro mil veces por hora, y cada vez que te recuerda que estás vivo. Estás vivo y libre para hacer lo que quieras con tu vida.



Vida espiritual y visión del mundo del hombre Están inextricablemente vinculados. Cuanto antes pensemos en lo que está sucediendo, más pronto podremos entender si elegimos el camino correcto en el principio. Si no, es hora de elegir otro camino.