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En el metro en hora pico "se mezclaron en un montón de caballos, la gente..."
Ochenta y siete millones sesenta y dos mil novecientos noventa y siete
El verano, el calor, la hora pico en el metro de la verdadera estampida. Comida de trabajo en коротенькой la faldita. Siento como alguien comienza a acariciar mi lugar suave. Si es дотрагиваются no con la mano, y como si fuera con un cepillo suave. Por detrás de la espalda oigo una voz fuerte viejecito:
— Basilio!
De nuevo un ligero toque.
— Cesa! — oyó la misma indignado voz.
Trató de volverse, pero no pasó nada. En la siguiente parada ha salido la mayor parte de los pasajeros y por fin he podido ver que allí балуется. Miro, y detrás de mí se sienta inteligente de tal abuelo, en el regazo sostiene un pequeño портфельчик, y de él se asoma a un enorme gato.
— Basilio, como no te da vergüenza — con reproche comenta el abuelo. — Yo mismo lo tengo en las manos!
via factroom.ru
El verano, el calor, la hora pico en el metro de la verdadera estampida. Comida de trabajo en коротенькой la faldita. Siento como alguien comienza a acariciar mi lugar suave. Si es дотрагиваются no con la mano, y como si fuera con un cepillo suave. Por detrás de la espalda oigo una voz fuerte viejecito:
— Basilio!
De nuevo un ligero toque.
— Cesa! — oyó la misma indignado voz.
Trató de volverse, pero no pasó nada. En la siguiente parada ha salido la mayor parte de los pasajeros y por fin he podido ver que allí балуется. Miro, y detrás de mí se sienta inteligente de tal abuelo, en el regazo sostiene un pequeño портфельчик, y de él se asoma a un enorme gato.
— Basilio, como no te da vergüenza — con reproche comenta el abuelo. — Yo mismo lo tengo en las manos!
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