Las tres hermanas y el Destino de la

 

La parábola de origen desconocido

 

Había una vez tres hermanas. Una era perezoso-преленивой. La segunda — malo-презлой. Y la tercera y molesto, y bella, y laborera, cualquie-caro de ver.

Una mañana, se detuvo el carro junto a su puerta. Las hermanas salieron a ver quién ha llegado. El carro estaba desconocida de una anciana.

— ¿Quién eres? — preguntaron.

— Yo Soy El Destino. Ha llegado el momento de salir le casó.

Taladrandome en el carro y se llevó a emitir en matrimonio.





Uno de los ellos están en la primera aldea. Ven, en el campo de chico labra y en las manos de él cualquier cosa sale bien. Si necesita algo de reparar o construir — todo a él corren.

— Aquí esta — tu — dice el Destino de la primera de las hermanas.

Dejados a su hermana y siguió adelante.

Han pasado a la siguiente aldea. Allí el muchacho vive de tal manera que a nadie ayuda no te lo negará. Es bueno con todos. Alegrarse mucho de él, el pueblo no se puede, esta bien hecho.

— Aquí esta — tu — dice el Destino de la segunda de las hermanas.

Dejados a su hermana y siguió adelante.







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Eres la causa de lo que está sucediendo con usted...

 

La amplitud de la tercera aldea. El de la última casa, en el barro, el más antiguo развалюхи, estaba borracho. Detuvo el Destino de carro y dice:

— Este es tu.

— Sí a los que él a mí?! — implorado la tercera hermana. — He aquí la buena, y buena, y laborera. Y me has dicho novio dar! Won hermanas qué encontró que, de otro, para mí, no?

— Es, — respondió el Destino y, suspiro, añadió—: Pero este sin ti pierde! publicado

 



Fuente: pritchi.ru/id_1471

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