Cómo establecer límites saludables



Cada persona debe ser capaz de construir correctamente los límites personales para mantener el confort interno, el equilibrio entre ellos y el mundo que los rodea. Los límites saludables no son sólo una cuestión de autoestima, sino también una herramienta para las relaciones armoniosas en la familia, en el trabajo y en el círculo de amigos. Cuando los límites no están claramente definidos, experimentamos incomodidad emocional: nos embrollamos en conflictos, nos quejamos de la molestia de otros, o sentimos que nuestros intereses no están siendo considerados.

A menudo, la ausencia de límites se debe a los estereotipos sociales: “ser cómodo”, “ayudar a otros todo el tiempo”, “no decir no”. Como resultado, el caos, el resentimiento y los malentendidos se establecen en la vida. ¿Pero cómo determinas dónde está esa línea entre “Estoy dispuesto a compartir” y “Siento intrusión en mi espacio personal”? El periodismo mundial se centra cada vez más en el bienestar psicológico. La investigación de la American Psychological Association confirma que la capacidad de establecer límites saludables afecta directamente a la calidad de vida y la resiliencia emocional.

En este artículo, vamos a ver qué límites personales son, por qué son tan importantes para ser conscientes de, y cómo aprender a “incorporar” habilidades en la vida cotidiana que ayudan a mantenerse en equilibrio. El texto está dirigido a una amplia audiencia, pero al mismo tiempo nos esforzamos por una profundidad de presentación cerca del nivel de expertos.


Parte principal
¿Cuáles son los límites personales?
Los límites personales se entienden como una línea imaginaria que separa al yo interior (los propios deseos, sentimientos, valores, recursos) de la influencia de otras personas y de la sociedad en su conjunto. Ayudan a determinar en qué situaciones están listos para comprometerse, y donde necesitan decir firmemente “no”.

Las fronteras sostenibles y saludables contribuyen a:

  • Mantener la salud psicológica. Si una persona sabe defender sus intereses y no permite violar el espacio personal, es menos probable que sufra estrés y mayor ansiedad.
  • Relaciones respetuosas. Cuando todos los participantes en la comunicación entienden que hay un “privado” que no puede ser ignorado, es menos probable que ocurran conflictos.
  • Un sentido de seguridad. Saber que eres capaz de controlar el acceso de las personas a tu tiempo, emociones y cuerpo te hace sentir confiado en tus acciones.
Al mismo tiempo, la ausencia de límites conduce al efecto opuesto: usted está atraído a los problemas de otras personas, no tiene la oportunidad de estar solo con usted mismo o realizar tareas importantes, están constantemente distraídos por las peticiones e iniciativas de otras personas.




Cómo entender que se violan las fronteras
Algunas personas están tan acostumbradas a “vivir sin fronteras” que no se dan cuenta del momento en que se viola su espacio personal. Es importante escuchar las señales y emociones de tu cuerpo. Los signos de violación pueden ser los siguientes:

  1. Sentimiento de malestar o resentimiento. Al comunicarse con una persona en particular, se siente tenso, pero no se puede decir exactamente por qué.
  2. irritabilidad frecuente. De repente te das cuenta de que te estás enojando con preguntas y peticiones que antes parecían inofensivas.
  3. Sentirse culpable por no querer ayudar. Usted acepta la solicitud, aunque se resista internamente, y luego se siente molesto por sí mismo.
  4. Incapacidad para dedicar tiempo a sus propias necesidades. Las demandas de otras personas ocupan todo su tiempo, como resultado, sus asuntos y el deseo de relajarse y desarrollar sufrir.
Si alguno de los anteriores es familiar para usted, es probable que sus límites necesitan ser fijos o fortalecidos.


Principales tipos de límites personales
Los límites pueden aparecer en diferentes áreas:

  • Limitaciones físicas. Estamos hablando de espacio personal (distancia, tacto), así como del derecho a disponer de su cuerpo. Por ejemplo, usted no tiene que abrazar a todos en una fila o soportar si alguien se acerca a usted cerca.
  • Límites emocionales. Esta es la capacidad de evitar que sus sentimientos se utilicen con fines manipuladores, y la capacidad de no asumir los problemas emocionales de otras personas.
  • Límites de información. El grado en que usted está dispuesto a compartir información personal, secretos, finanzas. Tienes derecho a decidir qué decirle a la gente y qué guardar secreto.
  • Límites de tiempo. El valor de tu tiempo: cuando puedes estar disponible para llamadas, mensajes, reuniones, y cuando estés ocupado y necesitas pausar o completar tus propias tareas.
  • Fronteras sociales. Están asociados con el círculo social, la elección de contactos, creencias culturales y religiosas, opiniones políticas. Usted tiene derecho a no estar presente en empresas que causan negatividad, no a discutir temas incómodos.

Cómo establecer límites saludables
Si desea proteger su espacio personal, aquí hay algunos pasos importantes:

  1. Analiza tus emociones. Haga una lista de situaciones en las que más a menudo se siente incómodo. ¿Qué gente o temas te están causando una reacción negativa? Saber dónde está el “punto débil”, puedes articular con más precisión lo que te duele.
  2. Aprende a decir que no. Esta es una habilidad básica que requiere coraje y honestidad. A veces es más fácil estar de acuerdo para no ofender al interlocutor, pero a largo plazo esto conduce a la acumulación de reclamaciones y estrés. Un corto y tranquilo “no, por desgracia, no puede” es valioso para mantener el equilibrio psicológico.
  3. Deje sus expectativas y reglas claras. Si no quieres que la gente aparezca en tu casa sin aviso, deja claro y sin agresión: Por favor llame antes de que venga. Esta regla clara facilita la comunicación.
  4. Protege tu tiempo. Establece horas cuando no contesta llamadas o responde a mensajes de trabajo. Un modo “no molestar” en tu smartphone o un calendario claro de reuniones ayuda a otros a entender que valoras tu tiempo.
  5. Desarrolla autoestima. Los límites saludables están estrechamente relacionados con la autoestima: si te subestimas, te resulta difícil proteger tus intereses. Vale la pena trabajar en actitudes internas, quizás consultar a un psicólogo o utilizar técnicas de autoapoyo (por ejemplo, un diario de éxito).



¿Cuáles son los peligros de las fronteras “demasiado duras”
A veces, en un esfuerzo por evitar invasiones desagradables, la gente erigió verdaderos “morrows”, aislados de la sociedad y seres queridos. Los límites demasiado rígidos pueden llevar a la soledad, a una sensación de aislamiento, incapacidad para obtener apoyo en tiempos difíciles. Es importante encontrar un terreno medio:

  • No confunda soledad y alienación. Los límites adecuados no te privan de la oportunidad de ser amigos, amor, confianza en los demás, pero te permiten hacerlo sin dañarte.
  • Evaluar el contexto. Colaboración con colegas, flexibilidad en las relaciones y compromiso constructivo puede ser apropiado si no violas tus valores.

Cómo responder si sus límites no son respetados
Incluso si tienes reglas claras, puedes encontrar que alguien las está ignorando. Por ejemplo, una persona está constantemente tratando de “bend” a sus planes, no acepta su “no” o manipula sentimientos de culpa. En tales casos:

  1. Repita los límites con calma pero con confianza. No hagas excusas, solo recuerda, “He dicho que no me gusta ser invadido. ”
  2. Evaluar la importancia del contacto. Si una persona no está lista categóricamente para tener en cuenta su marco, piense si vale la pena mantener una comunicación estrecha con él o, quizás, es mejor reducir la comunicación.
  3. No vayas a la confrontación: La agresión o el conflicto de alto perfil rara vez ayuda. Es mucho más efectivo permanecer tranquilo, pero al mismo tiempo ser firme en su decisión.

Conclusión
La construcción correcta de límites personales significa estar en armonía con usted y con otros. Una persona que sabe separar sus propias emociones, intereses y valores de otros, no se convierte en un "autoísta", por el contrario: es más responsable de sus recursos, se vuelve más predecible para los parientes y colegas, y por lo tanto se desarrolla una atmósfera de interacción "ambiental".

Comprender dónde termina su “espacio personal” y comienza el territorio de otra persona es una parte esencial de crecer. La ausencia de límites conduce a la acumulación de reclamaciones mutuas y a mayores niveles de estrés, y límites excesivamente rígidos se aíslan de una comunicación constructiva. La búsqueda del equilibrio no es cuestión de un día, pero vale la pena continuar constantemente. Establecer reglas claras cuando sea necesario, aprender a decir que no sin culpa, y respetar los límites de otros para desarrollar mutuamente una cultura de confianza y comprensión.

Después de todo, según expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la capacidad de designar adecuadamente su espacio y marco es uno de los factores más importantes del bienestar mental. Empieza hoy y sentirás lo mucho que es más fácil: relaciones, trabajo, vida personal se construirá sobre la base de la honestidad y el respeto por ti mismo y por los demás.