"El señor! Le pido, por favor, váyanse!"

Noventa y nueve millones trescientos treinta y siete mil quinientos sesenta y siete



Un hombre mayor, durante mucho tiempo, poseía una hermosa granja en la soleada florida. Se crió allí los caballos, высаживал el maíz y las verduras y se preocupó por sus posesiones. Y en el borde de la finca había un pequeño lago para nadar, junto a la cual se plantaron muchos árboles frutales.

Puesto que el hombre ya estaba bastante viejo, lo que rara vez llegaba a los límites de sus vastas posesiones. Pero como algo cálido día de verano, él decide ir al lago para recoger la fruta. El anciano tomó un gran cubo y fui de allí, pero, al acercarse al agua, oyó la mujer de risas. El hombre dividió la creciente cerca de la orilla de los arbustos y vio a un par de chicas, los bañistas en el lago desnudo. Vieron viejecito y, завизжав, han echado a nadar a la otra orilla.

Cuando se detuvieron, una chica gritó el granjero:

— Señor! Le pido, por favor, váyanse! No nos вылезем desde el lago, hasta que, por consiguiente, no os vayáis!

El anciano sólo suspiró y dijo:

— Chicas, mírame a mí, estoy increíblemente viejo. Ya me es interesante observar sus encantos. Sí y el ulular de un lago sin ropa yo no te voy a...

Aquí él se ha levantado un gran cubo y se dirigió hacia el borde del agua, continuando su discurso:

— Sólo he mirado, para dar de comer a su cocodrilo...

La muchacha de la bala voló desde el lago, ya no hay vergüenza anciano.

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