Sabia que la parábola de la vieja визире

Vino como un joven visir al sultán y dice: "Oh, mi gran señor, mira el fiel siervo tuyo. Yo soy joven, fuerte, rápido, soy fiel a ti. Pero yo sólo soy el quinto visir. Tengo apartamento estudio, el sueldo pequeño y ningún соцпакета. Y mira tu primer visir. Está viejo, débil, moroso. Y él es el primer visir! Tiene un apartamento en rublevka, bentley, el harén y todo lo que él quiere.





"Y ¿qué quieres?" — preguntó el sultán.

"Camba nos asientos. Esto será cierto" — dice el quinto visir.

"Ah, el mensaje es claro, — dijo el sultán. Espera un momento, — dijo el sultán–, me veo en el horizonte algo saca el polvo. Hubieras ido, разузнал que allí".

El quinto visir di cuenta de que es una prueba, ha echado en el asiento y con el alarido унесся por el horizonte. Después de un tiempo, él ha llegado a saltos hacia atrás y explicó: "Va de la caravana, mi señor."

"La caravana, hmm, ahora... ¿de Dónde?" — sentido curiosidad sultán.

Mi señor en el momento sabré. Y de nuevo el joven visir se ha puesto en camino. "Desde el cairo", mi señor.

"¿A dónde puede ir la caravana de el cairo?" — dijo el sultán. Y él de nuevo bala умчался allá del horizonte "A bujara, mi señor."

"Que la suerte?"...Visir ya en взмыленном caballo, se va. Devuelve: "la Suerte de la seda, mi señor."

Y en este momento a la felicidad de la joven visir, al sultán en el casco antiguo de mula se detuvo en el viejo подслеповатый el primer visir.

"El anciano, — dijo el sultán—, me veo en la estepa algo saca el polvo. Hubieras ido, разузнал que allí". El quinto visir sonrió, pensando que la debilidad de un anciano, ahora inminente.

De mala gana y con indolencia el primer visir se ha puesto en camino. Ya смеркалось, cuando regresó, y habiendo cobrado aliento, se dirigió a su sultán. "Va de la caravana, dijo, desde el cairo a bujara, la suerte de la seda, de cuarenta y ocho balas. Va a vender en bujara de treinta y cinco de oro de la paca. Караванщик said está dispuesto a vender a todo el partido de la vigésima. ... pero eso no es todo, mi señor, estoy de acuerdo en bujara, que nos trasladarán a la totalidad del lote de veinte y cinco".

 





Lo único que le preguntó el viejo visir: "Da bien, mi señor?"

El sabio sultán miró a la quinta del visir y le preguntó: "¿entendido?".

 



Mágica, conectadas por un hilo invisible de aquellos a quienes estaba destinado a encontrarsealgún Día yo llegue a este mundo. Enseñar a ti... "Entendido" — respondió el joven visir, que ha recibido uno de los más útiles lecciones de su vida.

Si él se dio cuenta de esta lección, se convertirá en el primer visir, y si no, se le de toda la vida y caminar

quinto. publicado

 

 



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