Un día caminaba por la calle un viejo hombre sabio, examinaba la naturaleza y admirando la весенними de colores brillantes. Aquí él vio a un hombre que llevaba sobre los hombros необъятно una carga enorme. Es notable cómo a él de tal gravedad подкашиваются piernas.
— ¿Por qué te обрекаешь en este penoso trabajo y el sufrimiento? – le preguntó el anciano.
— Sufro mucho para mis nietos y los niños estaban felices, — respondió el pobre diablo. — Mi bisabuelo обрекал en su trabajo por el abuelo, el abuelo — para el padre, el padre — por mí, y voy a sufrir por el bien de la felicidad de mis hijos.
—
Y alguien en su familia ha sido feliz? — preguntó el sabio interlocutor.
—
Todavía no, pero los hijos y nietos seguramente serán felices! — en sueños exclamó el hombre.
— Por desgracia, analfabeto no puede enseñar a leer, y el topo nunca воспитает águila! — suspiró el viejo sabio.
—
Primero hay que aprender a ser feliz, sólo entonces serás capaz de enseñar a los niños a la felicidad. Esta será tu más valioso regalo.publicado
El autor es desconocido
20 reglas de oro que, tarde o temprano, usted reconoce sabiosLa vida es el mejor maestro
P. S. Y recuerde, sólo cambiando su conciencia — estamos juntos cambiando el mundo! ©
Fuente: sobiratelzvezd.ru/stradat-radi-schastya-detej/