800 euros por una bofetada

Un tribunal alemán condenó a un padre de 46 años de edad, a una multa de 800 euros por tener un temperamento le dio dos palmadas a su hija rebelde, y aunque el hombre afirmó haber golpeado a un niño sólo una vez, en un estado de estrés, el tribunal no hizo caso de estos argumentos.
El incidente ocurrió en un mercado de verduras concurrida en Steglitz de Berlín (Steglitz), donde su padre llegó con su hija de cuatro años. Padres se apartó por un momento para hacer una compra, y en este punto el niño había desaparecido. El hombre entró en pánico, se paseaba por el mercado buscaba y llamó a su hija.
Lo encontró cuando regresó al coche. En respuesta a sus acusaciones chica mintió, diciendo que él mismo había le dijo que fuera y esperar a que él en el coche. Mi padre perdió los nervios, y le dio a su hija una bofetada. En el juicio, no negó este hecho. Sin embargo, no hubo testigos, dijo que él golpeó al niño dos veces.
Uno de ellos, el hombre de 32 años de edad, dijo a la chica gritando en el coche, no quería llevar el asiento y trató de salir, para el que su padre le había dado una segunda bofetada en la cara. Cuando el testigo se acercó al hombre e hizo una observación a él, él le aconsejó no ir donde no es necesario.
Según el testigo, esto y el hecho de que otras personas en el mercado estaban fingiendo que no pasa nada, se agita, y se apresuró a informar a la policía. Posteriormente, el caso fue conectado con el departamento de la hija menor y el padre de un período de cuatro años, fue convocado a la corte.
El juez no escuchar excusas de que estaba en un estado de estrés causado por el miedo a perder una hija resistido, y señaló que los padres no tienen derecho en virtud de la ley sobre el uso del castigo corporal en relación con sus hijos menores de edad. Por otra parte, según el juez, en 2000 prohibió incluso sola bofetada.
Como resultado, su padre fue multado por lesiones corporales.





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