El espacio de Internet es accesible para todos y, al parecer, sirve para unir representantes de diferentes generaciones. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los niños no están entusiasmados con el deseo de los padres de “amigo” en las redes sociales. British Internet company Tres realizaron un estudio de las características de la comunicación en las redes sociales de adolescentes y sus padres.
Más del 70% de los encuestados nunca quisieran ser amigos de sus padres en las redes sociales. Y de aquellos adolescentes que han tenido la indiscreción de aceptar amistades virtuales con sus ancestros, el 30% les gustaría quitarlos de sus amigos. ¿Por qué? Por un lado, esto crea un sentido de control, una “cap” y hace que los niños se comportan de forma antinatural. Por otro lado, la actividad de los padres expuestos al entorno social de un adolescente a menudo le hace sentir incómodo. Después de todo, los padres no siempre entienden las leyes de las subculturas juveniles y las normas de comunicación establecidas entre los adolescentes. Hacen cosas que las ponen en una posición incómoda.
Le ofrecemos una calificación de comportamiento inapropiado de sus padres en las redes sociales desde el punto de vista de los adolescentes. 1. 24% de los niños se oponen categóricamente a compartir fotos con ellos.2 21% se molestan publicando fotos “inapropiadas” de sus padres.3 10% de los adolescentes se sienten incómodos con:
- uso inapropiado de jóvenes esclavizados por los padres,
- Extraños comentarios dejados por los padres en su pared.
4. Los comentarios parentales sobre estatus y publicaciones molestan al 9% de los adolescentes.5 El 4% de los adolescentes recibieron calificaciones negativas:
- Comentarios en sus fotos,
- Comentarios en fotos de amigos,
- Correspondencia con sus amigos.
6. “Likes” a puestos desagradables 3% de los adolescentes.
El deseo de los adolescentes de separarse de sus padres y preservar su espacio personal es comprensible y bastante natural. Por lo tanto, antes de golpear a los amigos en Facebook, cuidadosamente y sin presión pregunte a su hijo o hija lo apropiado que parece a su hijo adolescente. Y si tienes alta confianza, intenta no repetir los errores que hacen que los niños británicos se ruboricen.
Fuente: estet-portal.com