Este sueño vale la pena arriesgar

Otra historia sobre la familia, que vive en su tierra y se ocupa del asunto querido, y no uno.

Dima, anna y Ульяна vive feliz de la familia de los gatos, cabra y грачем en su finca de yaroslavl. Se alegran de la vida y otras inspiran a ser autosuficientes, creativas y originales.

Los chicos fueron capaces de pensar en el asunto, que les trae la alegría, la auto-realización y de ingresos. Dima crea acogedoras terrarios de cristal para las plantas. Anna dirige talleres de indios мандалам, que resulta especialmente mágicos. Y junto con Ульяной han creado una línea de cosméticos y aguas florales, hierbas para que reúnen en la finca, y luego los productos terminados envían a todos los rincones del mundo.

 



Resolviendo estas familias, una vez más, reafirma que las personas crean su vida y se elige como, donde y que les permita vivir!

Anna escribió:

"Cuando yo vivía en la ciudad y aún soñaba con mudarse a vivir a su mansión, en mí no lo era, y la sombra de la duda de que esto será correcta y saludable. Sueño de tantos años me ha estado, entonces, es exactamente esta, exactamente me dará la felicidad.

Quiero creer que a la mudanza, me acerqué con cuidado: estudió las diferentes ciencias naturales, asistía a cursos de diseño del paisaje, en la escuela травологии, leía libros sobre пермакультуре. Se aplicó la imaginación y el esfuerzo para lograr un ingreso pasivo o de ingresos que no requiere de mi presencia permanente en la ciudad. Задруживалась con personas de ideas afines. Esperaba su marido.

Y luego, cuando ya todos los más importantes encuentros свершились, alquiler de apartamentos y estudios en peter estaba cerrada, maletas montado y listo para trasladar en nuestra finca, conmigo, de repente, ocurrió el pánico. Simplemente девчачье alguna condición, el miedo de que de repente no va a funcionar", "y de repente no es lo que quiero"... y de repente la razón a todos aquellos que dicen que no me encargaré de ello, y a la joven no tiene nada que hacer en la rusa fuera de lo común... Y si no me encargaré de ello, lo que me luego meterse? A dónde volver, si voy a terminar todos en esta ciudad?

 



Y entonces miré por la ventana de su querido peter. Y me pregunté:¿yo por el bien familiar y cómodo estilo de vida de aquí a renunciar a su sueño? ¿Acabo de asustarse y... aunque no tratar de hacer algo a lo que iba largos años?

Sí, todos tienen razón: no me campesina de almacén, no tengo los conocimientos necesarios para tomar así — y curarse tranquilamente en la naturaleza. Ahora yo no растоплю de la estufa, no расколю hacha дровишку, no выращу una abundante cosecha sin la práctica. No sé cómo manejar con los animales, con el orden en la casa de todos los problemas, y ganar en la finca de la que puede y no puede suceder de inmediato.

Pero, en primer lugar, me dije, tengo un esposo y una hija. Cuidarnos mutuamente inspira para nosotros de aprender nuevas habilidades — no пропадем. En segundo lugar, la agricultura. Bueno, ¿quién dijo que debo en el primer año aprobar la normativa de огурцам y томатам, навалить una docena de хольцеровских setos y transformar todos finca цветущую parterre? Yo me voy a la libertad, a la naturaleza de la existencia, a la transformación de uno mismo... ¿Quién va a juzgar a mí y a mi finca y por qué?

Y aún me asustaban aburrimiento. Decían: he aquí, llegará el invierno, y tú en tu casa, заметенная nieve, eliminó todos los juegos con la familia, de los vecinos de alrededor, en vez de dos y obchelsya... Tú mismo, con tus ambiciones, сбежишь después del primer año nuevo!" Y sonaba propio de la verdad, pero... consejeros nunca se encontraban en el jardín de la cabaña en el borde del bosque. No han oído hablar de esta encantadora zumbido de copos de nieve que caen en el techo de la casa. No observaban desde la ventana de лисичкой, мышкующей cerca de tu cobertizo. No жарили noche hlebushek en el invierno de la hoguera, укутавшись en las cálidas mantas y conversando sobre lo eterno...

 

 



Me di cuenta en ese instante que puede suceder la misma cosa. Mi traslado desde la ciudad de la tierra puede llevar a mí y a la frustración. Pero demasiado mi corazón pide a ello, para no dar a este sueño de convertirse en mi vida. Son demasiado pequeños mis miedos en el fondo de la creencia de que es aquí, en su tierra, yo os abriré las ventanas de algo nuevo. Que aquí podré mantener y fortalecer el amor por su familia, creando alrededor de la vida, flor, siempre совершенствующееся espacio.

Y aquí estoy en la tierra, en una pequeña casa en medio de dos hectáreas de campo. Este año ha conseguido la cebolla, помидорки y physalis. Ya tenemos dos cabras, que yo después de un día de parte de sí misma, dos gatos, peces y manual de la graja. Nos reunimos con los vecinos varias veces a la semana para hacer ejercicio juntos la obra, realizar el tango para niños o debatir sobre el futuro de nuestro asentamiento. Tengo todo más capaz de mantener la casa, y la estufa me разжигаю con una cerilla. En invierno tenemos запасена las mil y una diversión, y la hija de este año empezó a estudiar en la primera clase.

De nuevo he aprendido a alegrarse por las cosas simples — el agua caliente, el tiempo es bueno, la sinceridad de las personas. La depresión, que periódicamente настигала mí en la ciudad, aquí no подступится.

Yo mucho habría perdido, si вняла cuando lo razonable argumentos buenos deseos y sus temores y se quedó устроившейся горожанкой. No sé cuáles son las dificultades y alegrías por venir, pero estoy muy agradecida aquel día, cuando dijo: "Este sueño vale la pena para tener una oportunidad". publicado

 

P. S. Y recuerde, sólo cambiando su consumo — estamos juntos cambiando el mundo! ©

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Fuente: vk.com/vselo?w=wall-21920914_7135