En la antigüedad, las niñas inicialmente entrenados para ser esposas. De acuerdo con esta versión y la crianza de los niños en las familias. Cada niña creció con el conocimiento de que en el futuro será una mujer y mujer, no sólo nominalmente, y seguir el destino adecuado. Conocimiento sagrado transmitido de madres y abuelas en la línea de tipo femenino, sino también los hombres han hecho una enorme contribución a la formación de su visión del mundo y la comprensión de su papel femenino especial. Hombres ordenar su respeto y reverencia de la mujer, ayuda a las niñas a encontrar su relevancia y valor. A través de la relación entre la madre y el padre, también aprendió a respetar y aceptar los hombres, y al mismo tiempo y todo el universo masculino.
Cada niña maduración celebró una dedicación especial y ya madurado físicamente, tenía algún conocimiento acerca de su naturaleza femenina y sus responsabilidades femeninas de interacción armoniosa con los hombres, así que estaba listo para comenzar una familia. Esta chica sabía cómo manejar su energía femenina, sabía cómo inspirar a un hombre a multiplicar como el amor, la felicidad y la prosperidad en la familia cómo ser presente Beregin educar a los niños en la bondad y la sabiduría para construir sus vidas y sus descendientes en armonía con todas las cosas.
Y ¿qué tenemos ahora? Hoy en día estas tradiciones completamente abandonados. Las mujeres se han olvidado de su propósito - para multiplicar Amor renunció a su verdadera naturaleza natural,. Ahora la mujer no es capaz de respetar y aceptar a sí mismo o un hombre. Las niñas tienen que absorber los comportamientos de los padres que crecen con una percepción distorsionada ya de hombres y mujeres, que se transmite de la madre a ella con un resentimiento contra los hombres con un sentido de injusticia.
Escuelas e Institutos de proporcionar conocimientos, que luego de un máximo del 5% aplicado en la vida, no hay enseñó a ser feliz. Feminidad nunca criado y alimentado desde cualidades como la suavidad, la dulzura, la bondad, la modestia y la complacencia no los quieren en el mundo de los negocios. Más cultivado independencia y autonomía, y como resultado, las mujeres se vuelven muy difícil confiar en un hombre, para estar más cerca de él, que hace más falta de armonía.
Tal vez es hora de repensar sus valores e interrumpir esta cadena deprimente de los acontecimientos? Después de todo, somos su comportamiento, pensamientos, sentimientos están creando no sólo su vida y de la realidad, sino también la vida de nuestros hijos.