2438
Comparación de los devas budistas y los dioses de otras religiones
A pesar de que es una traducción del término "deva" como un dios (a veces un ángel), el concepto budista de los devas es muy diferente de los conceptos de los ángeles y Dios en las religiones abrahámicas.
Devas budistas no son inmortales. Ellos viven mucho tiempo, pero por un tiempo limitado, aunque miles o incluso miles de millones de años. Cuando mueren, nacen en otro mundo, a veces entre otras devas, a veces la gente en el mundo, ya veces incluso en el infierno.
Devas budistas no creen o equipar el mundo. Llegan a existir como resultado de acciones kármicas - obras de vidas pasadas, y su aparición se debe a las leyes de la naturaleza pronto. No afectan a la destrucción periódica y restauración del universo y los mundos.
Devas budistas no son encarnaciones de las deidades o manifestaciones de que todo lo abarca de Dios Uno arquetípicas. ¿Y no son símbolos. Son individuos, como seres humanos, con su mundo interior y con su vida.
Devas budistas no son omniscientes. Se diferencian de la plenamente Despierto (Buda), en particular, no sé acerca de los mundos de seres superiores que ellos mismos.
Devas budistas no son omnipotentes. Su poder es limitado y aplicar en su propio mundo, rara vez interviene en los asuntos humanos. Si todavía aparecen en el mundo de los hombres, el consejo dar más tranquilo que intervenir físicamente en los asuntos humanos.
Devas budistas no son un modelo de moralidad. Incluso los dioses esfera formas, carentes de las pasiones humanas, no están exentos de la ignorancia, el orgullo y la arrogancia. Los dioses de los reinos inferiores de las esferas de los sentidos están experimentando los mismos sentimientos y deseos que la gente, incluso en los más bajos lujuria, los celos y la ira. Ellos renacen en este mundo debido a las buenas costumbres y pensamientos imperfectos.
Devas budistas no son objetos de culto. Aunque devas individuales pueden tener la moral alta y la autoridad, no pueden permitirse el lujo de dar asilo o la salvación del samsara o para gestionar el proceso de renacimiento. En el budismo, la más alta veneración merecen las Tres Joyas - Buda, dharman Sangha.