Hombre, qué no le enseñas.

Historia de la Navidad contada por mi colega en la sala de fumadores. Yo tenía un amigo y colega - un negro ruso sencillo (llamémoslo Juan). Rusia, que era tanto como sea posible - nació aquí, en el ejército, y hasta tenía una condena condicional de 2 años por su trabajo como capataz en una obra :).
 Una vez que hemos decidido celebrar el Año Nuevo en el bosque. 30 de diciembre llegó a elegir un lugar lleno de toboganes de hielo, tiendas de campaña, y así sucesivamente. N.
 La noche del 30 al 31 de diciembre. Frost unos -24 grados. Todos están dormidos, reuniendo fuerzas antes de la noche de Año Nuevo.
 En algún lugar cerca de la medianoche, John despertó de un impulso natural de la naturaleza. El impulso era pequeña pero importante. Jurando, John salió del saco de dormir y (decidir que los esfuerzos en el proceso de desvestirse vestirse en este caso no justifica) aparecieron en algunos lotes de la tienda.
 Encontró un lugar cómodo en la nieve (resultó senderos a laminar), saqué de los calores que se necesitaban y se inició el proceso.
 Espero que se entiende por qué todos se nos despertó por los gritos salvajes del esquiador, que vio la noche helada desnuda! Negro!
 defecar en el bosque cubierto de nieve!
... Y el hombre negro corrió tras él y le gritó en ruso con fluidez:
 - ¡Hombre! ¡Muy bien! Usted no se ha imaginado!