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La mejor excusa del trabajo))
Hace muchos años yo era un joven estudiante de tan malvado, acaba de empezar una vida independiente fuera del nido paterno. Mi nueva libertad, como se esperaba, tenía dos direcciones opuestas - por un lado, yo era libre de hacer lo que quiero, pero por el otro - que tenía que ganarse la vida. Así que, por un lado, regalé bebida sin fin con los amigos, por el contrario - trabajaba como gerente en alguna revista. No es difícil adivinar que la primera parte de mi vida era de noche, y el segundo fue el día.
Mi jefe es una persona muy sincera, complacido mi deseo de vivir la vida al máximo. En otras palabras, él me perdonó numerosos retrasos, ojos de cristal y saborear el departamento de vino, que me trajo a la atmósfera húmeda de la oficina. Él perdonó y olvidó todas estas pequeñas cosas en la vida, pero uno de mis truco que recordaba un tiempo muy largo.
Una vez me pasó a beber más de lo habitual, y sólo podía levantarse a las cuatro de la tarde, cuando la jornada de trabajo en la popular oficina está llegando a su fin. Con horror, dándose cuenta de que lograron dormir para un trabajo que me dio de comer, Caminé hacia el teléfono - para justificar sus superiores. Para evitar consultas innecesarias, no me decidí a llamar al jefe, y enviar un mensaje a un buscapersonas. He estado pensando, cómo explicar la situación - que era por razones objetivas no son capaces de llegar a trabajar por la mañana, esa llamada, también, no podía, y que incluso ahora no puedo venir, y que yo no soy culpable, yo no quería hacer eso, pero hubo circunstancias ...
La frase, que he publicado en ese día, el jefe citó a otros seis meses. Mi cerebro ebrio engendró mensaje en su aforística abarca. En ese momento, al parecer, estaba muy sabio. El profundo significado de su mensaje, me di cuenta de sólo el día siguiente, cuando el jefe me mostró un buscapersonas donde leí:
"El ir a trabajar no tiene sentido.»
cerf.livejournal.com
Mi jefe es una persona muy sincera, complacido mi deseo de vivir la vida al máximo. En otras palabras, él me perdonó numerosos retrasos, ojos de cristal y saborear el departamento de vino, que me trajo a la atmósfera húmeda de la oficina. Él perdonó y olvidó todas estas pequeñas cosas en la vida, pero uno de mis truco que recordaba un tiempo muy largo.
Una vez me pasó a beber más de lo habitual, y sólo podía levantarse a las cuatro de la tarde, cuando la jornada de trabajo en la popular oficina está llegando a su fin. Con horror, dándose cuenta de que lograron dormir para un trabajo que me dio de comer, Caminé hacia el teléfono - para justificar sus superiores. Para evitar consultas innecesarias, no me decidí a llamar al jefe, y enviar un mensaje a un buscapersonas. He estado pensando, cómo explicar la situación - que era por razones objetivas no son capaces de llegar a trabajar por la mañana, esa llamada, también, no podía, y que incluso ahora no puedo venir, y que yo no soy culpable, yo no quería hacer eso, pero hubo circunstancias ...
La frase, que he publicado en ese día, el jefe citó a otros seis meses. Mi cerebro ebrio engendró mensaje en su aforística abarca. En ese momento, al parecer, estaba muy sabio. El profundo significado de su mensaje, me di cuenta de sólo el día siguiente, cuando el jefe me mostró un buscapersonas donde leí:
"El ir a trabajar no tiene sentido.»
cerf.livejournal.com