Este grabado del siglo XVII que representa a Jesucristo con una corona de espinas se llama "Uno como una línea".



¡INCREÍBLE!

El dibujo habitual, de cerca, resulta ser una imagen creada con la ayuda de ONE SINGLE LINE, que se retuerce en espiral. Todos los detalles del rostro y las transiciones de luz y sombra se crean utilizando espesamientos de esta línea. El autor de la obra es el artista francés Claude Mellan. Para los contemporáneos del artista, su método de grabado siguió siendo un misterio y nadie pudo repetirlo.