La lámpara azul es una vieja manera de luchar contra nuevas infecciones

Las infecciones de la piel y los tejidos blandos ocupan el segundo lugar más frecuente entre todas las infecciones bacterianas encontradas en la práctica clínica, y son la manifestación infecciosa más frecuente entre los pacientes que entran en la unidad de cuidados intensivos. El tratamiento de las enfermedades infecciosas de la piel y los tejidos blandos se ha complicado considerablemente debido a la creciente frecuencia de casos de resistencia de patógenos a los medicamentos antibacterianos, mientras que, según científicos involucrados en el campo de la medicina, la resistencia puede causar el fin de la era de la terapia antibiótica. La resistencia antibacteriana es una forma de resistencia a los fármacos, fenómeno por el cual algunas subpoblaciones de microorganismos, generalmente especies de bacterias, pueden sobrevivir la exposición a uno o más antibióticos.
Según los resultados de un estudio experimental realizado por científicos estadounidenses, la luz azul destruye selectivamente bacterias que causan infecciones de la piel y tejidos blandos, y no afecta negativamente a la capa superficial de la piel. El uso de la luz azul es un tratamiento no tóxico potencial para infecciones de la piel y del tejido blando, no está asociado con el uso de medicamentos antibacterianos y es especialmente eficaz contra patógenos resistentes a los medicamentos antibacterianos. Así que si todavía tienes lámparas reflectoras azules, tan popular a finales del siglo pasado, no te apresures a tirarlas! Puede ser útil si te haces daño accidentalmente en casa. Las bombillas azules LED han surgido estos días, que se han vuelto menos masivas y más cómodas, pero todavía son eficientes.

Fuente: estet-portal.com

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