Dos niños pequeños.


El verano pasado, el maestro se sentó en la playa, relajarse después de un largo viaje. Ella estaba comiendo un bocadillo y ver lo que está sucediendo en la playa. Dos niños pequeños, de 6 años de edad, jugando juntos. Fueron corriendo, riendo y ahora, un poco cansado de él, se sentó al lado del otro, no muy lejos de ella, y comenzó a hablar.
Tal vez que acaban de conocer (los niños aprenden con facilidad sobre los días de fiesta). Por último, uno le dijo al otro:
- ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Quiero ser un neurocirujano.
- Maldita Sea. No lo sé. Nunca pensé en ello. Usted sabe, yo no soy muy inteligente.
El viento sopló su conversación. Un profesor pensó en donde el segundo niño aprendió las limitaciones de tal fe en sus propias capacidades. Posiblemente de otro maestro! O de sus padres. Él es de seis años, y si él no cambia su mente, o alguien más no ayudará a cambiar su punto de vista, que tendrá un impacto negativo en su vida, lo que limita su creencia en sus propias capacidades, lo que restringe su potencial.
Las creencias no son ciertas. Se construyen ambiente que organiza nuestro comportamiento. Cada uno de nosotros actúa como si estas creencias eran ciertas. Y por estas razones que se confirmen y se convierten en "true" en el principio de la profecía autocumplida, independientemente de si se restringen o se abren nuevas posibilidades de todas nuestras creencias.