Punto de edad

Yo tenía ocho años y mis padres de vacaciones en el mar. En el último día de descanso, papá me compró un avión. I vykanyuchival toda su mes.
Deslumbrantemente hermosa, con tornillos en las alas. Tenía que estar en la línea de dar la vuelta y el avión, hélices strekocha, mareado, hasta la saciedad.
Abordamos el tren. Cogimos el último coche. Volví en el vestíbulo, y se me ocurrió una aventura salvaje: que si el avión para unirse al tren? Vuelo o no? Tuve una bobina de hilo de pescar fino. Salté del coche, corrí hasta el final, subí hasta el final y apresuradamente atado a la puerta. En el último momento se las arregló para saltar hacia atrás y el tren se fue. Inicialmente, el avión arrastró rebotando en los durmientes, el ruido atrajo la atención de los dos hombres en la plataforma, se aprecia una buena cosa en la línea larga y perseguidos ... Yo estaba de pie en un vestíbulo cerrado y nada podría ayudar a su piloto. Cuando estaba casi a los pies de los demás, el hombre cayó, pasando de curso. Un avión despegó.
Fue increíble ... Imagine que usted es de ocho años de edad y su tren está volando el avión a una línea de pesca invisible. Me entusiasmo Lo observé durante horas, y en cada parada, mi corazón bombeando dosis de caballo de epinefrina. Cada vez lo mismo: el tren comienza a moverse, el susurro de avión, la gente lo nota, pensar, resolver, comenzar persiguiendo. Al parecer, la longitud de la línea de pesca resultó ser ideal, y cualquier perseguidores sin aliento detrás de maldiciones salvajes, o - se cayó. Un día, en la búsqueda de mi abuela me puse en camino en avión, dejando a su nieto en la plataforma. Los rezagados rápidamente. Cada vez que me imagino que este es nuestro piloto se escapa de su cautiverio alemán. En definitiva, un día de nuestro viaje, el avión ha absorbido tanta energía humana, que parecía un poco de luz en la oscuridad.
Esta es la última parada de dos horas antes de llegar a casa. Aparcamiento dos minutos. En todo el bosque. Miré a través de los carriles es la edad oktyabryatskogo patsanchik, rompiendo mi psique proximidades de tesoros. Así se advierte. Se levantó y uno tirón arrancó la línea. Sentí que me rompí el brazo o la pierna ... que vio el avión y no lo podía creer, no me lo creo. El tren arrancó. Una persona que siempre se siente cuando se mira en él, y en la búsqueda de la medusa, se siente aún más. El chico levantó la vista desde el avión y se encontró con mi mirada. Tres segundos, se miraron y ... se fue al tren. Más rápido, más rápido, se encontró con la línea ya en la carrera, ligada de algún modo miedo mi avión naterpevshis, dejar ir y saludó con la mano ...
Desde entonces, se tardó treinta y cinco años, sino un acto noble en mi vida no he visto.
Para el Soviet rural, ocho muchacho cayó el trofeo ESTO ..?
Era un hombre extraordinario.
Espero que ahora es feliz, ricos y amaba a su familia, porque está en una ballena, tiene una gran parte del mundo.
Y el avión, todo en una rejilla de pequeños arañazos, almacena en juguetes mi hijo.