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The Secret Life of Lighthouse Wardens: Stories of People Living at Heights
Entrevista con Svetlana, guardián de faro en la Isla Novaya Zemlya
“Es una de las profesiones más aisladas y misteriosas del mundo. Vives en completa armonía con la naturaleza, pero te sientes desconectado del mundo.
Svetlana ha estado trabajando como guardián de faro en el Ártico durante 15 años. Dice que el trabajo diario implica evitar faros, monitorear generadores diesel, mantener un registro de observaciones y, por supuesto, comunicarse con osos polares salvajes mirando a la luz.
“La silencio y la soledad son parte de nuestras vidas. Puede que no veamos a una sola persona durante varias semanas, excepto a los cambiadores. Pero hay paisajes increíbles que no se pueden ver en la vida ordinaria. ?
Entrevista con Victor, guardaespaldas en el Lejano Oriente
“Nuestro trabajo es toda una filosofía. Te conviertes en parte del elemento del mar, parte del faro que lleva a los barcos a un muelle seguro. ?
Víctor dice que además de los bypasses obligatorios y el mantenimiento del faro, los rangers también están comprometidos en observaciones meteorológicas y archivo.
“Debemos estar preparados para todo, desde una tormenta hasta un ataque orca. Lo más importante es no perder contacto con el mundo exterior. Por lo tanto, enviamos informes diarios, nos comunicamos con los despachadores y esperamos con interés el cambio para hablar de sus aventuras. ?
Días semanales de mantenimiento de faros
A pesar del romanticismo exterior, el trabajo de los cuidadores del faro está asociado con muchas pruebas. Se ven obligados a vivir en aislamiento completo, resistir los vagabundos del tiempo y la vida silvestre, y realizar trabajos físicos pesados.
Además, el progreso tecnológico está desplazando gradualmente esta antigua profesión. Cada vez más faros están siendo automatizados, y el papel de los cuidadores se reduce al mantenimiento periódico.
Entrevista con Natalia, antiguo guardián de faro
“El mundo moderno avanza demasiado rápido, dejando atrás profesiones como las nuestras. Pero espero que el romance de faros nunca desaparezca.
Natalia trabajó como cuidador durante más de 20 años hasta que su faro fue totalmente automatizado. Admite que pierde rondas diarias, observa tormentas y habla con la tripulación.
“Cuando vives en un faro, sientes parte de algo más que trabajar. Esta es una forma especial de vida que es difícil de explicar a aquellos que nunca han estado en nuestro lugar.
El futuro de la profesión de cuidador de faro
A pesar del desarrollo inexorable de la tecnología, la profesión de cuidador de faros todavía conserva su valor. Muchos países siguen construyendo nuevos faros y mantienen un personal de cuidadores calificados.
Además, en la era de la automatización, el factor humano es cada vez más importante. Los guardianes del faro proporcionan el control y mantenimiento necesarios, y también desempeñan el papel de los “guardistas” de las tradiciones marítimas.
Por lo tanto, es seguro decir que la profesión de cuidador de faros, aunque en una forma ligeramente modificada, continuará en el futuro. Seguirá atrayendo románticos, amantes de la privacidad y aquellos que quieran convertirse en parte de tradiciones marítimas centenarias.
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