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La historia sobre el astuto alemana a la viejecita y sus terribles horas
Ochenta y ún millón ochocientos siete mil doscientos treinta y ocho
Hace un tiempo yo vivía en un pequeño pueblo alemán. Junto con su esposa nos quitaban el apartamento tiene un encanto, pero... a veces demasiado activo de la anciana. La abuela tenía razón, tan lleno de energía vital, que miraba a nosotros, literalmente, cada día, sin ninguna advertencia. Especialmente recordado un caso.
En el apartamento, que grabamos colgaban hermosos y antiguos y el reloj. Todo sería bueno, si ellos no ruidosamente de no dejarnos dormir por la noche. Cada hora, comenzaban a грохотать en toda la casa, después de que de su casa вылезала pequeño cuco con визгливым la voz opuesta. Hasta estas horas no han conseguido convertirse en la causa de insomnio crónico, hemos decidido detener.
Como una vez más se nos aquella viejecita — la dueña del apartamento. Y aquí comenzó:
— Usted ¿por qué el reloj sin la demanda se detuvo?!
— Frau müller, son demasiado fuertes, no podemos dormir por la noche.
— Bueno, ¿y qué? Solo necesitas algo de tiempo para acostumbrarse. Estos relojes antiguos, que tienen que ir!
Después de nuestra solicitud de recoger estos relojes a él hemos recibido simplemente "genial" la respuesta:
— ¿Y para que a mí, que la misma pesadilla ¿volvería! El marido de la rie!
via factroom.ru
Hace un tiempo yo vivía en un pequeño pueblo alemán. Junto con su esposa nos quitaban el apartamento tiene un encanto, pero... a veces demasiado activo de la anciana. La abuela tenía razón, tan lleno de energía vital, que miraba a nosotros, literalmente, cada día, sin ninguna advertencia. Especialmente recordado un caso.
En el apartamento, que grabamos colgaban hermosos y antiguos y el reloj. Todo sería bueno, si ellos no ruidosamente de no dejarnos dormir por la noche. Cada hora, comenzaban a грохотать en toda la casa, después de que de su casa вылезала pequeño cuco con визгливым la voz opuesta. Hasta estas horas no han conseguido convertirse en la causa de insomnio crónico, hemos decidido detener.
Como una vez más se nos aquella viejecita — la dueña del apartamento. Y aquí comenzó:
— Usted ¿por qué el reloj sin la demanda se detuvo?!
— Frau müller, son demasiado fuertes, no podemos dormir por la noche.
— Bueno, ¿y qué? Solo necesitas algo de tiempo para acostumbrarse. Estos relojes antiguos, que tienen que ir!
Después de nuestra solicitud de recoger estos relojes a él hemos recibido simplemente "genial" la respuesta:
— ¿Y para que a mí, que la misma pesadilla ¿volvería! El marido de la rie!
via factroom.ru
Estoy sentado en la cocina comiendo dumplings, y mi hija entra.
Vea cómo el cielo está en diferentes partes del mundo.