El más corto consultar a un psicólogo





Llegaron juntos. El esposo y la esposa. La primera vez que tengo. Yo уставшая (5-me consulta), del hambre y de por qué algo tranquilamente-невозмутимая.

— Era la primera vez que el psicólogo! — dice molesto el hombre. Желваки van. A todas vistas — "¿por qué diablos!". — Mi esposa logre!
— Y?
— Que?!!! El hijo de nosotros. Tengo. Idiota! — распаляется él.
— Idiota — es un diagnóstico psiquiátrico, — le digo yo. — Su hijo, en este sentido, idiota?

El hombre ya que me miraba como a дебилку. Luego dirige la mirada a la mujer con el mudo de la pregunta: "Tú, a quien me ha llevado, aunque yo?!!"

Ella marchitar, sentado en el borde de la silla, los ojos se desvía. De la mano зажала entre las rodillas.
Él досадливо se arruga, se vuelve hacia mí, en silencio. Yo también. No se sostiene. Se enoja aún más.

— He aquí usted mismo como psicólogo, ¿verdad? Hmm. Bueno, explícame entonces, lo que me hacer con él?
— ¿Con quien?
— Con el hijo!
— Pero, ¿qué con él?

El hombre redondea los ojos, maravillado por mi torpeza y de la incapacidad de leer el pensamiento. De nuevo se gira a la mujer con la expresión: "Donde tú eres la tonta encontrado?". Pero la mujer es un luchador, sentado, sin levantar los ojos, y sólo por cómo palidece su rostro, me doy cuenta — todas las fuerzas que tenía se han ido para llevar a su marido a mí.

— Que las costas no se ve, entiende. Сопляк. De 14 años, y se comporta como, como...
— ¿Cómo?
— Vengo a casa. Después del trabajo. Los zapatos en medio de la alfombra están. Le digo: "¿algo en esta vida, ¿sabes? Zapatos aunque sea en lugar de poner". Cien veces había hablado con él, poner los zapatos en el lateral, así, no, como un idiota, no entendía nada. Todo en la vida es fácil de enhorabuena. Teléfono aquí se rompió. No se aprecia. No comparte nada conmigo. La madre de won cambiaron. En casa no hace nada. Todas las palabras de la pared de los guisantes. Ni la vergüenza ni conciencia. Y así es como, como con él llevar?! Como lengua común de encontrar. Usted mismo psicólogo, pues aconsejen!!! Usted tiene la receta?
— Es, — respondo, rompiendo todos los cánones de asesoramiento psicológico.
— Y la solución hay?
— Es, — обалдеваю de su insolencia aún más.

Entiende, es un algoritmo de asesoramiento psicológico. Especialmente la primera. Y me enseñaron que la primera cita es la recopilación de información, la definición de la consulta, a la puesta del contacto. Ninguna terapia del habla no. Más de alguno a la decisión. Lo hice... (((

— He comprendido correctamente lo que usted no sabe cómo hablar con su hijo, y no puede encontrar con él un lenguaje común?
— Bueno, dijo.
— La solución es muy sencilla. Pero no sé, capaz si estás con él, con absolutamente sincero duda digo yo.
— ¿Y bien? Dices!
No es hablar, es necesario hacerlo.
— ¿Qué hacer?
— Como el nombre de su hijo?
— Antón.

Y aquí estoy борзею (colegas me entenderán de lo que estoy), cogí una hoja de papel, marcador, escribo sobre él "hijo de antón, de 14 años", escondido en la esquina de gabinete, y propongo un hombre de presentar a su hijo que vale la pena en esta hoja.

— ¿Lo tienes? — pregunto.
— Sí.
— Y ahora lentos pasos acércate a la hoja, de pie sobre él, inicie sesión en la imagen del hijo, y conviértete en ellos.

Explícita de la duda en el rostro de él hace esto. Cierra los ojos.

— Y ahora dime, que se siente?
— La soledad terrible. Las lágrimas en la garganta. Llorar quiero.
— ¿Por qué?
— De resentimiento. Todos los tiren, шпыняют. No, es... Vivir no quiero. Yo como fanático de algo para todos.
Para quien para todos?
— Y bien para todos.
— ¿Para quién?
— Y bien, padre.
— Y, ¿qué quería de ella?
— Para una vez que elogió. Le preguntó la causa. Para no gritaba. ... Yo también hombre, para sentirse orgulloso de mí.
— Haga una inspiración profunda y al exhalar salga con la hoja de cálculo.

El hombre en silencio se acerca a la silla, se sienta. Silencio. La mujer que limpia las lágrimas.

— He comprendido todo, de repente en silencio, casi en un susurro dice. — Entendido. Yo mismo de pequeño sentía. Y del padre de algunos reproches. Ahora yo lo mismo. Me di cuenta de todo. Gracias.

Los ojos de él y el de su esposa verdes. Las claras. Y las orejas algunas buenas, el tacto...

18 minutos que duró. Primera vez en mi vida.

Fuente El Autor, : Catalina Савинова
La foto en los pulgares Shlomit Wolf


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