Leila, la hija de Muhammad



Muhammad Ali era una figura popular, no sólo por las victorias en el ring, pero también a causa de su posición social. Se negó a servir en el ejército y se opuso a la guerra de Vietnam, por lo que fue excomulgado por unos pocos años a partir de una caja grande.



Él habló contra el racismo en los Estados Unidos y en su estela entró en la organización, "Musulmanes Negros", confesó la lucha contra la dominación blanca. A través de todo esto se convirtió en no sólo el enemigo de las autoridades estadounidenses, pero también un amigo de la URSS. Y en 1978 llegó a la Unión Soviética, donde visitó los santuarios musulmanes en Uzbekistán, que tuvo lugar una batalla de demostración con tres de nuestros boxeadores y se fue a una reunión con Leonid Brezhnev.



En 1981, Ali apareciendo los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson, enfermedades severas del sistema nervioso central. Y desde hace 20 años es difícil moverse, hablar. Los médicos atribuyen esto a su carrera deportiva y numerosos golpes perdidas en el ring. Hija Laila Ali ha seguido los pasos de su padre y también se convirtió en un boxeador profesional.